
Energía nuclear
Ni solar ni eólica: la IA de Google necesita tanta energía que la compañía va a resucitar una central nuclear abandonada
La multinacional necesita más energía para sus centros de inteligencia artificial. ¿La solución? La energía nuclear

Google reactivará una central nuclear en Iowa (EE. UU.) para abastecer de energía a sus centros de inteligencia artificial. La multinacional ha firmado un acuerdo de 25 años con NextEra Energy para devolver a la actividad la planta Duane Arnold Energy Center, inactiva desde 2020. El objetivo es garantizar un suministro estable y reducir la dependencia de fuentes intermitentes como la solar o la eólica.
La instalación, situada en la localidad de Palo, tiene una capacidad de unos 615 megavatios y se prevé que vuelva a funcionar en 2029, tras un proceso de renovación y aprobación regulatoria. Parte de la energía generada se destinará a las infraestructuras de Google, mientras que el resto se distribuirá a través de la cooperativa Central Iowa Power Cooperative.
La central volverá funcionar tras una década
Ubicada cerca de la localidad de Palo, la Duane Arnold Energy Center fue clausurada en 2020, después de que un huracán dañase sus torres de enfriamiento. Tras casi cuatro décadas de servicio y una capacidad aproximada de 615 megavatios, tiene ahora una segunda oportunidad. Según el plan anunciado, volverá a operar en el primer trimestre de 2029, aunque antes deberá superar un complejo proceso de licencias y modernizarse para ser completamente segura.
NextEra Energy gestionará la reactivación y la operación de la central. Parte de la electricidad se destinará directamente a las instalaciones de Google en la región del Medio Oeste estadounidense, donde la compañía concentra varios centros de datos. El resto se inyectará en la red local mediante la cooperativa Central Iowa Power Cooperative.
El proyecto supondrá una inversión millonaria y un aumento del empleo para la región. Se estiman más de 1.600 puestos de trabajo durante la fase de reacondicionamiento y unos 400 empleos permanentes una vez la planta esté en marcha. Las actividades en la zona generarán más de 127 millones de dólares al año en beneficios, además de unos 320 millones en impacto económico y 3 millones en ingresos fiscales.
La apuesta de Google expone una tendencia del sector tecnológico. A medida que los modelos de inteligencia artificial se vuelven más complejos y demandan una capacidad de cálculo colosal, las grandes compañías buscan fuentes de energía estables, de bajo coste y sin interrupciones. La nuclear, tras años de estancamiento, vuelve así a ganar protagonismo frente a los límites de las renovables tradicionales y la lentitud de las redes eléctricas para adaptarse al nuevo ritmo digital.
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