Robo

El timo de Carrefour: así están robando los hackers el dinero de sus clientes

El objetivo es hacerse con nuestras credenciales bancarias

FILE PHOTO: The logo of French retailer Carrefour on shopping trolleys . REUTERS/Paulo Whitaker/File Photo
FILE PHOTO: The logo of French retailer Carrefour on shopping trolleys . REUTERS/Paulo Whitaker/File PhotoPaulo Whitaker

Carrefour se ha convertido en una nueva víctima de la suplantación de identidad. Como sabemos, los hackers suelen aprovechar el nombre de algunas marcas asentadas para perpetrar sus malas prácticas. El método es variopinto, pero siempre se aprovechan de la confianza que transmiten estas empresas para intentar robar nuestros datos y, en consecuencia, nuestro dinero.

La última intentona se vale del correo electrónico para engañar a los clientes. Hay que tener en cuenta que, por norma general, vamos a recibir muchos mensajes publicitarios que podemos catalogar como spam. Ahora bien, los que emplean los criminales suelen tomar tonos más serios. De hecho, suelen parecer avisos de seguridad destinados a proteger la información que la empresa guarda de sus usuarios.

Tal y como recoge Betech, ésta en concreto está relacionada con el servicio Carrefour Pass. Si eres cliente del mismo, podrás recuperar parte del dinero que gastas en las compras realizadas en estos supermercados. Para ello, los usuarios cuentan con una tarjeta específica donde irán reflejando cada transacción. Esto quiere decir que, para usarla, es necesario estar registrado.

La última estafa está relacionada con el Carrefour Pass
La última estafa está relacionada con el Carrefour PassBetech

Así, con la excusa de actualizar algún que otro dato, los ciberdelincuentes podrán pasar totalmente desapercibidos y cumplir su cometido: obtener nuestras credenciales bancarias. Esta práctica es conocida como phising y podemos identificarla rápidamente: el texto suele contener erratas, incoherencias sintácticas, enlaces rotos, expresiones sin sentido... quizá, no todas a la vez, pero sí al menos alguna de ellas.

Un elemento determinante es fijarse en la dirección desde la que se envía el correo electrónico. Si no coincide con el dominio de la marca correspondiente, todo parece indicar que es falso. Además, hay que tener presente que las empresas jamás solicitarán datos personales de forma tan directa, pues ya cuentan con ellos bajo tu consentimiento previo.