Europa
Así será el Challenger 3, el futuro carro de combate principal de Reino Unido para sus maltrechas fuerzas armadas
El Ejército británico cuenta actualmente con 224 Challenger 2, que se quedarán en 148 del nuevo modelo, pues los que no se actualicen serán retirados
Reino Unido avanza a buen ritmo los trabajos para convertir su nuevo carro de combate, el Challenger 3, en una realidad. El Ministerio de Defensa británico junto a la industria anglo alemana Rheinmetall BAE Systems Land (RBSL) alcanzaron a principio de este año un punto clave, el Critical Revisión de diseño (CDR), de tal modo que el diseño de los tanques ya es conforme y que la compañía armamentística ha empezado a construir los primeros prototipos, a partir del actual Challenger 2, la versión actualmente en servicio.
En esta primera etapa, cuyo coste asciende a 800 millones de libras, el objetivo es trabajar sobre un total de 148 carros Challenger 2 y convertirlos en la versión mejorada Challenger 3, totalmente digitalizados, a partir de 2027.
Para ello ha sido necesario modernizar y ampliar las instalación de producción de RBSL en Telford, en Reino Unido, que también fabricará los vehículos Boxer.
Fuera del contrato principal, pero dentro del programa de mejora, se trabaja también en la integración del sistema de protección activa (APS) Trophy MV. El tanque actualizado contará con una mayor potencia de fuego y protección, pero sólo se comercializará en cantidades limitadas.
Reino Unido viene sufriendo un lento pero imparable declive de sus fuerzas armadas que, en el caso del Ejército de Tierra, se traduce en un cada vez menor número de carros de combate desde el final de la Guerra Fría. Ahora, con esta mejora en el Challenge, el principal tanque en servicio, el objetivo es garantizar la capacidad operativa británica hasta al menos 2040. La opción del Challenger 3 fue seleccionada en favor de la compra de nuevos tanques Leopard 2 disponibles en Alemania.
El nuevo carro tendrá una torreta totalmente digitalizada, garantizando que el carro "sea el más letal de Europa", dijo Nick Cowey, responsable principal del programa Challenger 3. Las torretas totalmente nuevas son la parte más significativa de la actualización, pero otros trabajos afectan también al casco, al cañón principal y a varios sistemas. Así, contarán con un nuevo cañón de ánima lisa Rheinmetall L55A1 de 120 mm que sustituirá al actual cañón estriado de 120 mm y ofrecerá una velocidad y un poder de penetración mucho mayores. Podrá disparar munición programable de última generación (de alto poder explosivo y energía cinética), ajustándose así al estándar de la OTAN.
En cuanto a la capacidad de supervivencia, se mejorará notablemente con un blindaje más avanzado, un nuevo sistema de alerta láser y el mencionado sistema de protección activa (APS) Trophy MV.
Además, tendrá dos nuevas cámaras térmicas independientes y un seguimiento automático de objetivos totalmente integrado, búsqueda de área amplia y detección asistida de objetivos. Incorporará también un nuevo visor para el conductor con cámaras térmicas delanteras y traseras.
También será mucho más ágil gracias a una nueva suspensión de hidrogás y a un motor actualizado con refrigeración mejorada. Según el Ministerio de Defensa, el nuevo carro alcanzará una velocidad máxima de 95 km/h, mientras que el límite del Challenger 2 es de unos 60 km/h.
Otra mejora importante es la de los sistemas de transmisión, que mejorarán la comunicación y el intercambio de datos con otros vehículos y activos ISTAR (inteligencia, vigilancia, adquisición de objetivos y reconocimiento), como los drones y otros vehículos no tripulados, durante futuros despliegues. Tendrá un sistema abierto y nuevas terminales digitales.
Se espera que los primeros ejemplares de los tanques modernizados se entreguen en 2027 y que los Challenger 2 no mejorados se retiren. La iniciativa «Soldado del Futuro» también incluye cambios estructurales, basados en una fuerza «letal y ágil» de unos 72.500 efectivos para 2025, frente a los 76.000 de 2021, y que se organizará principalmente en torno a Equipos de Combate de Brigada (BCT) desplegables.
Para 2030, se espera que estos BCT operen una gama de nuevos vehículos terrestres y aeronaves, incluyendo los Challenger 3, los vehículos de combate de infantería Ajax, los vehículos blindados de transporte de personal sobre ruedas Boxer y el helicóptero de ataque AH-64E Apache.
El actual Challenger 2 ha servido en operaciones de combate en la antigua Yugoslavia y en Irak, sin pérdidas por acciones enemigas, según el Ejército Británico. Actualmente están integrados en cuatro regimientos blindados del Ejército británico: The Queen’s Royal Hussars, The King’s Royal Hussars, The Royal Tank Regiment y The Royal Wessex Yeomanry. Cada uno de los cuatro regimientos opera 56 Challenger 2 cada uno, para una flota total de 224 vehículos.
El Challenger 2, que apareció en el campo de batalla por primera vez en 1994 para sustituir al Challenger 1, pesa 75,0 toneladas cuando está listo para el combate. Cuenta con cuatro puestos para la tripulación, desde el comandante hasta el artillero, pasando por el cargador y el conductor. Su armamento principal es un cañón rifle L30A1 de 120 milímetros con 47 proyectiles y un segundo cañón de cadena, además de una ametralladora de escotilla L37A2 de 7,62 milímetros.
De suspensión hidroneumática y motor Perkins CV12-6A V12, el Challenger 2 cuenta con una capacidad de 1.592 litros y una autonomía operativa de 550 km en carretera, unos 250 km fuera de carretera con combustible interno, así como una velocidad máxima de 59 km/h en carretera y 40 km/h fuera de ella.
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