Así son los Pizarro, los vehículos de combate de infantería del Ejército de Tierra que Defensa quiere modernizar

Mucho se habla en los últimos meses del Leopard, el carro de combate presente en la mayoría de los ejércitos europeos, pero poco, en el caso de España, del Pizarro, que junto con aquel conforma el grueso de los vehículos blindados del Ejército de Tierra. El Vehículo de Combate de Infantería Pizarro es un vehículo de cadenas fabricado por GDELS Santa Bárbara Sistemas S.A especialmente diseñado para el combate de Infantería. Como ya se ha visto, ASCOD fue la encargada de su diseño en la versión española y austriaca, y actualmente se encuentra diseñando el IFV Ajax británico.

Respecto de su armamento, el VCI Pizarro cuenta con un cañón principal de 30x173mm Máuser MK 30-2 con un alcance efectivo de 2.000m en tierra y 3.000m para objetivos aéreos, además dispone de un sistema de doble alimentación (por la izquierda y por la derecha) lo que le permite utilizar dos tipos distintos de munición: perforante o flecha Armoured Piercing Discarding Sabot (APDS) y munición High Explosive Incendiary (también puede disparar munición MultiPurpose, MultiPurpose Discarding Sabot y Armoured Piercing FinStablished Discarding Sabot). Además cuenta con una ametralladora coaxial MG-3S de 7,62x51mm y 12 tubos lanza-ingenios (6 a cada lado de la torre) que pueden lanzar granadas de 76mm fumígenas, High Explosive (HE) y/o de fragmentación contrapersonal. Los lanzaingenios están dispuestos en cuatro baterías, los de las baterías 2 y 3 solo pueden lanzar fumígenos mientras que las baterías 1 y 4 pueden lanzar todas las municiones.

Una de sus principales carencias es la falta de un misil C/C en el exterior de la torre, como el que llevan otros vehículos similares en otros ejércitos europeos. Teniendo en cuenta que la mayor amenaza para un Vehículo de Combate de Infantería es un carro de combate o un helicóptero, con esta medida se equiparía al Pizarro para poder enfrentarse a ellos, pues que, por ejemplo, el misil Spike LR que usa el Ejército español tiene capacidad anti-aérea. Lleva además avanzados sistemas ópticos y electrónicos para la dirección de tiro del vehículo.

La coraza del ASCOD está formada por una gruesa coraza de acero resistente a proyectiles AP de 14,5 mm disparados desde 500 m y munición AP de 7,62 mm en todo su casco disparada a quemarropa. Para protegerse contra proyectiles APFSDS (del inglés Armour-Piercing Fin-Stabilised Discarding-Sabot) de 30 mm a 1000 m pueden añadírsele planchas de acero en su frontal. A pesar de este incremento de peso y de protección, los VCI necesitan emplear blindaje reactivo para protegerse de las cargas huecas lanzadas por la infantería enemiga. Tiene una tripulación de tres personas, puede transportar a siete soldados y su velocidad máxima es de 70 kilómetros/hora. La autonomía es de 500 kilómetros.

El Ejército de Tierra tiene una flota de 261 vehículos de cadenas Pizarro, fabricados por Santa Bárbara Sistemas en sus distintas versiones. En una primera fase, finalizada en 2003, se entregaron 144 de la versión principal y 21 de la de puesto de mando (VCPC). Después, en 2017, el Ejército completó la recepción del resto de vehículos, con varias mejoras respecto a la primera fase, entre las que destacan el hecho de que es un vehículo ligeramente más grande (7,1 metros de largo frente a los 6,9 anteriores, y 2,7 de ancho frente a los 2,6 de la fase I), que incorpora faldones protectores laterales mas gruesos que aportan mayor protección y una firma térmica más reducida.

En el exterior destaca un portón trasero de nuevo diseño. También el interior de la torre fue rediseñado presentando una disposición nueva. Se sustituyó también el calculador balístico, la unidad de control y el mando del jefe del vehículo.

Cabe destacar que los Pizarro desplegados en Letonia incorporan el sistema de gestión de combate BMS-Lince desarrollado por Indra y Thales: se trata del sistema más avanzado que existe para apoyar la labor de los mandos a la hora de llevar a cabo el planeamiento y la conducción de una misión sobre el terreno. El sistema permite a los vehículos españoles compartir en tiempo real la información que recogen todos los sensores desplegados en el área, tanto por los propios carros como la que transmiten aviones no tripulados y otras plataformas. Los operadores del vehículo disponen así de una completa visión de todo lo que ocurre en su entorno para poder coordinarse y reaccionar ante cualquier situación.

El sistema mejora la interoperabilidad con los de otros países de la OTAN, lo que resulta clave en una operación multinacional como la de Letonia. Además, permite «el envío de información y la recepción de órdenes, la presentación de alertas o la identificación amigo-enemigo», entre otras ventajas. El sistema puede utilizarse con el blindado en movimiento y emplea simbología militar que se muestra sobre la cartografía del terminal en el vehículo, lo que facilita a los operadores la introducción e interpretación rápida de datos sobre el terreno.

El sistema está instalado en este momento en los 235 carros de combate Leopardo de que dispone el Ejército de Tierra, en 14 Pizarro y en un centenar de vehículos de distinto tipo, por lo que una de las asignaturas pendientes es instalar este sistema en el resto de Pizarro del Ejército de Tierra.

Los Pizarro están distribuidos por las brigadas Aragón, Guzmán el Bueno, Extremadura y Guadarrama, y los regimientos de caballería de las comandancias generales de Ceuta y Melilla.

El pasado mes de abril, el Gobierno aprobó una serie de partidas de mejora de las Fuerzas Armadas entre las que había una para modernizar el Pizarro. El importe de este proyecto asciende a 16.355.000 euros y afecta a las anualidades 2024 y 2025. Dicha mejora, aún por determinar en sus detalles, podría pasar bien por la actualización progresiva de la fase 1 a la fase 2, bien por introducir mejoras en esta última, como incorporar inhibidores contra explosivos improvisados (IED) y contra misiles contracarros y drones de ataque, además de un kit de blindaje compuesto. Asimismo, podría mejorar su potencia de fuego con una ametralladora remota con actuación de 360º para el jefe del vehículo, y la posibilidad de manejar vehículos aéreos no tripulados.

El pasado año, Santa Bárbara Sistemas y Sener presentaron a Defensa el programa ASCOD Plataforma Autónoma que aporta una significativa ventaja competitiva para el cumplimiento de operaciones en remoto o autónomo en entorno de seguridad. Se presentó un prototipo sobre cadenas de goma de conducción autónoma que demostró sus capacidades en un operativo diseñado por La Legión de apertura de brecha en un campo minado, una de las misiones más peligrosas que se pueden llevar a cabo. Desde una posición segura y protegida, la tripulación puede conducir y colocar el vehículo en posición a través de una pantalla de control multifunción portátil remota. Por lo tanto, la exposición al riesgo de la tripulación en ese tipo de situaciones se reduce significativamente.