Robótica humana

Este es el dedo que te falta, según la Universidad de Cambridge

Se trata del proyecto Tercer Pulgar, desarrollado por expertos en diseño y neuroplasticidad del centro educativo británico.

Biorobótica
Sostener la taza de café y revolver el azúcar, todo con una mano gracias al tercer pulgar.Danielle ClodeDanielle Clode

El “aumento humano” (principalmente el uso de prótesis, pero también chips neuronales) nos permite evaluar cómo el cerebro se adapta a cambios profundos en nuestro cuerpo, y cómo, aprende a controlar y colaborar con una parte completamente nueva del cuerpo. Con esto en mente y de la mano (nunca mejor dicho) de Danielle Clode, directora del Laboratorio de Plasticidad de la Universidad de Cambridge, se ha creado el Third Thumb Project o Proyecto Tercer Pulgar.

El tercer pulgar es una extensión de pulgar flexible impresa en 3D y forma parte de un nuevo e interesante estudio de investigación neurocientífica. Se mueve como un pulgar mediante dos motores/sensores de presión, colocados debajo de los dedos de los pies que se comunican con los motores del tercer pulgar de forma inalámbrica. El sensor del pie está inspirado en productos que ayudan a desarrollar la ya fuerte relación de colaboración entre nuestras manos y nuestros pies. Por ejemplo, conducir un coche, utilizar una máquina de coser o tocar el piano.

En su laboratorio, el equipo de Clode capacita a las personas para que utilicen el Third Thumb durante varios días mediante una combinación de tareas lúdicas (tocar la guitarra, jugar un videojuego, preparar un zumo, etc.) mientras enseñan los conceptos básicos del uso de la prótesis.

Danielle Clode mostrando su "tercer pulgar".
Danielle Clode mostrando su "tercer pulgar".Danielle ClodeDanielle Clode

Los estudios publicados hasta ahora, han demostrado que las personas pueden aprender rápidamente a controlar un dispositivo o prótesis y utilizarlo para su beneficio, sin pensar demasiado. También informaron que el pulgar les parecía natural, como otra parte del cuerpo.

La prótesis explora la relación entre nuestros cuerpos y la tecnología aumentativa y protésica. “Es en parte herramienta, en parte experiencia y en parte investigación; un catalizador y modelo mediante el cual podemos comprender mejor la respuesta humana a las extensiones artificiales – explica Clode en su página web -. El tercer pulgar instiga una conversación necesaria sobre la definición de habilidad”.

La etimología de palabra prótesis está vinculada a añadir, poner encima, “por lo tanto, no tiene ninguna relación con arreglar o reemplazar, sino para ampliar – añade Clode -. El proyecto se inspira en el origen de esta palabra, explora el aumento humano y tiene como objetivo replantear las prótesis como extensiones del cuerpo”.

El Third Thumb se está desarrollando y utilizando actualmente para investigaciones neurocientíficas en colaboración con The Plasticity Lab del University College London y la Universidad de Cambridge. Al investigar cómo nuestros cerebros pueden adaptarse al aumento, es posible explorar los límites de la neuroplasticidad, ver qué recursos utiliza nuestro cerebro para controlar una parte del cuerpo que nunca antes habían estado allí y, en última instancia, investigar cómo se puede aprovechar para mejorar la usabilidad y el control de futuros dispositivos protésicos y aumentativos.

En los últimos años, ha habido un mayor interés en las tecnologías aumentativas que amplían las capacidades físicas y cognitivas de las personas. “Sin embargo, estos nuevos dispositivos introducen varios desafíos teóricos y prácticos: ¿Qué recursos podría emplear el cerebro para controlar una parte del cuerpo que nunca antes había estado allí? ¿El aumento robótico afecta la representación corporal? – concluye Clode -. Queremos ver cómo aprovechar la usabilidad y el control de estos dispositivos”. Y seguramente ve