Philips Evnia 5000: 32 pulgadas, 240Hz y cero estridencias que miran por tu salud ocular

Pocas cosas se agradecen más cuando pasas muchas horas frente a la pantalla que un monitor que no parezca diseñado únicamente para presumir de los colores más brillantes y nítidos en cada juego, sino también para que termines el día con los ojos intactos y la espalda lo más relajada posible. Precisamente esta es la combinación que han debido buscar en Philips con su Evnia 5000-32M2C55, que calza una pantalla de 31,5 pulgadas pensada para adaptarse cómodamente tanto en el escritorio de un apasionado gamer como en el de alguien que trabaja muchas horas delante del PC.

Un diseño muy atractivo

De entrada, y más allá de valores técnicos (que también son llamativos), este Evnia sorprende por su aspecto. El diseño se aleja del habitual formato de carácter exagerado con pantallas rebosantes de LEDs multicolor, para optar por formas sencillas y una curvatura de 1000R que envuelve tu campo de visión sin forzar líneas. Lo hace con elegancia, sin llamar demasiado la atención, pero dejando patente que es algo más que una pantalla random.

Desde el momento en que lo enciendes te das cuenta de que estás frente a un producto cuidado. La resolución QHD (2560x1440) es nítida, notable en la función de aprovechar cada pulgada del amplio panel, y la curvatura contribuye a una visión más cómoda. Especialmente en sesiones prolongadas terminas por darte cuenta de que no se trata solo de buena calidad de imagen, sino también de ergonomía visual, algo que tus ojos agradecen con el paso de las horas.

Ahora, si hablamos de juegos, que seguramente será lo que te interese (especialmente si has llegado hasta aquí), el Evnia 5000 es uno de esos monitores que ofrecen fiabilidad y resultados contrastables sin necesidad de recurrir a extravagancias. Su tasa de refresco de 240Hz es una delicia absoluta. Sí, parece una cifra fría, pero traducida en la práctica, se traduce en su capacidad para que cualquier movimiento, por mínimo que sea, se represente limpio y libre de las interrupciones visuales. Unido a esto, la compatibilidad con FreeSync Premium Pro incrementa la apuesta, al eliminar cualquier rastro de tirones o desgarros, incluso en los programas técnicamente más exquisitos.

En esta línea podemos sumar una gran calidad cromática y contraste, cortesía de un panel VA con certificación DisplayHDR 400. Todo esto se traduce en colores realmente vivos, con un contraste alto y negros profundos que se notan especialmente en juegos con ambientación oscura o de ciencia ficción.

Todo mantiene un equilibrio agradable

Pero no solo de videojuegos vive este monitor. En Philips también han apostado por adaptarlo a un uso cotidiano. De hecho, si necesitas utilizar varias aplicaciones simultáneamente para trabajar, su tamaño de 32 pulgadas y la resolución escogida se adaptan perfectamente a este tipo de necesidades. Además, incorpora otras funcionalidades que tienen la finalidad de cuidar de tus ojos, como la reducción de luz azul y tecnología sin parpadeos.

Estas se reparten de dos entradas HDMI, dos puertos DisplayPort y un hub USB con cuatro conexiones que permiten tener algunos periféricos organizados en un solo lugar. Esto se agradece en especial cuando quieres pasar rápidamente de consola a PC.

Pero no todo es perfecto

Quizá lo único que se podría considerar menos práctico es su base, amplia y robusta para sostener su considerable tamaño, pero que a la vez ocupa algo más de espacio del necesario en escritorios pequeños. Es un detalle, sí, pero relevante si el espacio de tu mesa ya está limitado.

En resumen

Si estás valorando hacerte con un monitor de calidad, cómodo para jugar muchas horas y preparado para trabajar o estudiar, el Philips Evnia 5000-32M2C55 merece tu atención. Te aseguras una gran calidad visual, fluidez extrema y una configuración que mira por tu salud ocular. Todo esto lo convierte en una pantalla muy recomendable. En definitiva, un gran monitor que, además, se preocupa por tu vista.