Inteligencia artificial

Piden a una IA que represente a España y otros países como supervillanos y este es el resultado

Un usuario de Midjourney, la inteligencia artificial generativa de imágenes a partir de texto, la ha utilizado para obtener una galería de imágenes que toma elementos de la cultura, historia y características de cada país para representar a cada supervillano

España, un supervillano contra el que no se atrevería ni Manolete.
España, un supervillano contra el que no se atrevería ni Manolete.@ailoubfreitas.

¿Qué aspecto tendría España si en lugar de un país fuera un supervillano? Esa pregunta se la planteó el creador de contenido Lucas Freitas que ha utilizado la herramienta de inteligencia artificial Midjourney para obtener esta representación como supervillano de España y de varias decenas de países más. La respuesta de Midjourney al prompt sobre España se puede ver en la imagen que encabeza este texto y completa a continuación: un toro antropomorfizado al que no se atrevería a torear ni Manolete.

Midjourney es una inteligencia artificial generativa de imágenes a partir de texto. Este modelo de aprendizaje automático ha sido entrenado con enormes bancos de datos de imágenes para poder generar lo que el usuario le solicite a través de una descripción en texto, los conocidos como prompts.

Un prompt puede ser escueto o todo lo detallado que se quiera, pero el resultado será diferente cada vez que se ejecute. Freite no ha comentado en sus redes sociales, donde se le puede encontrar con el usuario @ailoubfreitas, los que ha empleado para llegar a los resultados que muestra y que sorprenden por su impacto visual, en algunos casos, y las referencias que la inteligencia artificial ha considerado más representativas de cada país para incluirlas en estos imaginarios supervillanos.

No es solo el caso de España con el toro. Abundan las creaciones con animales, antropomorfizados o no, como sucede también con Australia (un canguro boxeador), Marruecos (un camello como un tuareg), Canadá (un monstruoso alce gigante) o Ecuador (una llama hechicera).

También es interesante la integración que la IA hace de otros elementos que considera idiosincráticos de cada país. Brasil viene a ser una representación de la jungla amazónica, Perú refleja elementos de las culturas precolombinas, Méjico de la tradición del Día de los Muertos, Chile de las estatuas Moái de la Isla de Pascua y Colombia de la violencia de las bandas criminales, por ejemplo.

No faltan las criaturas mitológicas como el dragón en el caso de China, también en el de Polonia, o un ser que recuerda a una mezcla de dios helénico y personaje de videojuegos en el de Grecia. Tampoco las fantásticas como en Finlandia (un monstruo gigante que podría ser un bosque que ha cobrado vida), Países Bajos (el fantasma del Holandés Errante) o Rumanía (un vampiro).

Ni, por supuesto, representaciones más apegadas a la realidad, entre comillas, como las de Nueva Zelanda (un guerrero maorí diabólico), Italia (un guerrero o gladiador romano tras una matanza) o Japón (guerrero samurái).

El resultado es notable en la mayoría de ocasiones y, en cualquier, caso, un juego entretenido con la cultura e historia de cada país.