Estreno

Alemania pare una rejoneadora

En «Clara Sofie, la primera torera alemana», la amazona permite que el toreo y el cine se den la mano para compartir esfuerzos, dificultades, sacrificios y satisfacciones

Alemania pare una rejoneadora
Alemania pare una rejoneadoraClara Sofie, la primera torera alemana

Puede que la tauromaquia sea vista por algunas personas como algo polémico. Sin embargo, hay un atractivo innegable en ella que hace que, no solo perdure en el tiempo, sino que siga conquistando nuevos seguidores y despertando vocaciones en los lugares más insospechados. Concretamente, en Bad Berleburg, una pequeña ciudad alemana a unos 500 kilómetros al oeste de Berlín.

Allí nació Clara Sofie Kreutter, una joven amazona que viajó a hacer unas prácticas universitarias en una yeguada en Portugal, donde quería prepararse para ser jinete de doma clásica. Una vez allí, descubrió el rejoneo y lo que en un comienzo fue una aventura casual, terminó convirtiéndose en su única ilusión. En el proceso, Clara Sofie ha enfrentado todo tipo de dificultades, tanto personales como profesionales, culturales y otras añadidas por los contrarios a las corridas de toros, que llegaron a acosarla y amenazarla.

De todo esto se enteró el director canadiense Don Schubert («Kebab mit Alles», «Rudi Assauer. Macher. Mensch. Legende.»), que rápidamente vio el filón y, tras ver la actuación de la rejoneadora en la localidad conquense de Ledaña, decidió contar la historia de «Clara Sofie, la primera torera alemana».

Problemas de financiación

«Yo no sabía nada de toros, salvo que la tauromaquia sigue existiendo», comentó el director a LA RAZÓN, y añadió, «después de verla pensé ‘¿Cómo es posible, que alguien que antes no tenía nada que ver con el toreo, parezca tener tanto talento?’ Fue entonces cuando decidí encontrar una respuesta a una pregunta muy importante para todo ser humano: ¿Qué estás dispuesto a sacrificar para seguir tu vocación?».

La historia atrapa con facilidad, pues no solo el argumento es interesante, sino que viene acompañado de una imagen muy bien cuidada y que refleja perfectamente el contraste cultural y ambiental entre Alemania y la Península Ibérica, sino que también capta al detalle el proceso personal, dejando ver por instantes la angustia, el sufrimiento, pero también la satisfacción y esos pequeños ratos de felicidad verdadera, no solo de la protagonista, sino de su familia y de las personas que han intervenido en su camino durante el seguimiento que las cámaras hicieron de ella durante cerca de un año. Hay espacio, incluso, para la discusión, con la intervención de un representante de la asociación antitaurina PETA.

Y es que la polémica «toros sí, toros no», supuso, además de un argumento del documental, un obstáculo para el mismo, según contó Don Schubert: «A pesar de que todas las personas que conocí en el mundo del cine alemán estaban de acuerdo en que la historia de Clara Sofie debía ser contada, no obtuvimos ningún dinero de las comisiones de financiación o de las cadenas de televisión. Parecía que había un miedo general a las tormentas de críticas que podía provocar el hecho de que una película sobre la primera torera alemana estuviera siendo financiada con el dinero de los contribuyentes. El resultado fue que tuve que vender mi apartamento y la mayoría de los miembros del equipo estaban dispuestos a trabajar por mucho menos dinero para hacer realidad el documental». Sin embargo, más allá de los problemas de financiación (entre ellos la quiebra de un inversor), algunos imprevistos técnicos y las dificultades inherentes a la grabación de un evento tan impredecible como el toreo, Schubert reconoció que «personalmente, el mayor reto ha sido, y sigue siendo, cambiar los prejuicios y la ignorancia de algunas personas que creen saberlo todo mejor».

Y es que, para el director, «’Clara Sofíe, la primera torera alemana’ sigue siendo la historia de una joven que sigue su vocación y el precio que tuvo que pagar. Pero gracias a ella nuestro equipo pudo entrar en un nuevo universo del que básicamente solo habíamos oído hablar. Y este nuevo universo nos atrapó. No creo que a ninguno de los miembros de nuestro equipo le guste la idea de matar a un toro ante el público en una plaza. Pero sí creo, que hemos aprendido, que hay más en la Tauromaquia, de lo que pensábamos antes. Mucho más. De hecho, en una de las entrevistas Clara dijo: ‘El toreo simboliza todo para mí: La vida y la muerte. La esencia de la existencia’, y me pareció impresionante. La verdad es simple: No se puede hablar de la vida, sin que la realidad de la muerte también esté presente. No puede haber una sin la otra. Creo que todos deberíamos reconocer este hecho. Y creo que eso es lo que hicimos en nuestra película», concluyó.

¿Dónde se puede ver este documental?

«Clara Sofie, la primera torera alemana» se ha estrenado hace apenas un par de semanas, el 9 de mayo, con algunas proyecciones puntuales que han generado excelentes reacciones por parte de los espectadores, tanto en España como en Alemania. Una de estas proyecciones se realizó en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid. Actualmente puede verse de manera exclusiva en la plataforma audiovisual www.streamfood.tv. El documental fue rodado en Alemania, Portugal y España, tiene una duración de 90 minutos, y está disponible con subtítulos en español.