Crónica

'MasterChef Celebrity 10' se estrena con una sorpredente confesión de Miguel Torres sobre David Bustamante: "No destrozo relaciones"

RTVE dio el pistoletazo de salida de la décima edición del certamen culinario más importante del ente público, que no le tembló el curso para expulsar al primer aspirante

'MasterChef Celebrity 10' se estrena con una sorpredente confesión de Miguel Torres sobre David Bustamante
'MasterChef Celebrity 10' se estrena con una sorpredente confesión de Miguel Torres sobre David BustamanteRTVE

Tras la entrevista de Pepa Bueno al presidente Pedro Sánchez en su vuelta a los Informativos de RTVE, el ente público emitió la primera gala de 'MasterChef Celebrity 10', que estableció su mejor estreno en dos años con un 16,4% de cuota y 3.129.000 espectadores únicos, en una primera gala muy activa, en la que destacamos la expulsión de Necko Vidal y las sinceridad de Miguel Torres con respecto el exmarido de su actual pareja Paula Echeverría, el cantante David Bustamante. El lateral derecho, exjugador del Real Madrid, Getafe, Málaga y más equipos, sorprendió que su objetivo en esta edición es quedar por delante del intérprete cántabro (3º en la sexta edición) y quiso aclarar que él "no destroza relaciones", ya que explicó los inicios de su relación con la actriz asturiana.

Un liderazgo imponente de Mariló Montero en la primera gala de 'MasterChef'

La primera gala de 'MasterChef Celebrity 10' arrancó con fuerza y un claro guiño a las raíces de cada concursante. Bajo la mítica caja misteriosa, los aspirantes descubrieron un producto típico de su tierra natal que debían convertir en cocina fingerfood, es decir, tres bocados pequeños, fáciles de comer con las manos y con un toque innovador. El reto, de setenta y cinco minutos, desató nervios, bromas y hasta caras de auténtica desesperación. La cata inicial marcó la pauta de lo que sería la noche: hubo quien supo sacar brillo a sus ingredientes, como Charo, Ros, Masi o Juanjo, que logró freír con maestría, y quienes, por el contrario, tropezaron con platos quemados, grasientos o sin atractivo. El jurado no dejó pasar ni un detalle: desde un gazpacho deslucido hasta el exceso de grasa en algunas preparaciones. Entre críticas y halagos, Torito sorprendió por su destreza y presentación, pese a declararse inexperto, y junto a Juanjo se alzó con la salvación temprana, asegurándose un pase directo a la siguiente gala sin enfrentarse a la temida eliminación.

El segundo desafío trasladó a los famosos a Salamanca, concretamente al Castillo del Buen Amor, un escenario que mezcló historia y alta cocina. Allí, el chef Carlos Hernández del Río diseñó un menú de cuatro platos que debía reproducirse para 120 comensales, con la presión añadida de un servicio exterior. Divididos en equipos, el rojo capitaneado por Torito y el azul por Mariló Montero, los concursantes mostraron actitudes muy dispares. Mientras el humorista parecía más centrado en gastar bromas e incluso llegó a romper un huevo en la cabeza de Parada, generando caos en su grupo, Mariló asumió el liderazgo con sorprendente firmeza y organización. La periodista se ganó el respeto de sus compañeros y el aplauso del jurado, que calificó su dirección como “excepcional”. Los azules funcionaron con disciplina y armonía, mientras los rojos lidiaban con desorden y reproches. El contraste fue tan evidente que los jueces no dudaron en reconocer la brillante gestión de Mariló y, al mismo tiempo, devolver a Torito y a su equipo a la cuerda floja, camino a la eliminación.

La tensión alcanzó su punto máximo en la prueba final de eliminación. Los aspirantes con delantal negro se encontraron con un reto insólito: entrar en cabinas de viento para atrapar billetes que equivalían a los ingredientes obligatorios de su plato libre. Entre risas y torpezas, cada uno llenó su cesta improvisada con productos que luego debían transformar en un plato coherente. La degustación fue una montaña rusa: la Mala sorprendió con una propuesta mínima pero sólida; David convenció con una dorada en roquefort; Jorge volvió a colar un toque de magia en su crema con gambas; y Torito reafirmó su inesperado talento con un plato visual y sabroso.

En el lado opuesto, Rosa presentó una lubina sin encanto y Necko entregó un plato seco y amargo que no convenció a nadie. Tras la deliberación, Jordi, Pepe y Samantha anunciaron el primer expulsado de la edición: Necko. El músico, que había conmovido con su historia personal y dado juego en exteriores, se convirtió en la primera baja de una edición que promete más sorpresas y rivalidades.