Entrevista
Roberto Leal: «‘Pasapalabra’ se ha convertido casi en un miembro más de la familia»
«Pasapalabra» acaba de estrenar una nueva prueba, e incluso, saca libro
Hace unos días el concurso estrella de Antena 3, «Pasapalabra» daba un paso adelante y presentaba nueva prueba para incorporarla a la dinámica habitual. Además se publicaba «El Gran libro de Pasapalabra», una nueva forma de disfrutar del espacio que presenta Roberto Leal. El presentador habla con LA RAZÓN tras la grabación del día.
¿Qué sensación se lleva cuando sale de grabar?
En realidad lo que estoy pensando es, como cualquiera que sale del trabajo, en llegar a casa y estar con mi gente, con mis niños, y apuro siempre para intentar salir cuanto antes para llegar y pasar más tiempo de calidad con ellos, que al final es lo que te vas a llevar. En cuanto al programa, en lo profesional, la sensación siempre es buena y maravillosa. Algunos días son más intensos que otros, porque a lo mejor la grabación se ha hecho un poquito más larga, o porque incluso el rosco ha sido más potente, y han estado más cerca de llevarse el bote; entonces eso sí que te lo llevas a tu casa. Pero suelo salir bastante contento y pensando todavía, igual que desde el primer día, que es un regalo estar aquí.
Con familia es más fácil desconectar.
Al final, te iba a decir que es lo más importante y es lo único, ¿no? En lo profesional, por supuesto que te ayuda a vivir y también a sentirte realizado. En lo personal, pensar en ellos te hace darte cuenta de la suerte que tienes: todos tienen salud, están muy bien, y, bueno, si en lo profesional también te va bien, pues mira, ojalá esto sea así por mucho tiempo.
Tenemos novedades, «Pasapalabra» es un concurso, un juego de mesa y ahora un libro.
El libro es una extensión más de todo lo que supone un programa como «Pasapalabra». Como si fuese Supermán: es un pájaro, es un avión... es un programa. Desde que llegó a Antena 3 y durante estos 22-23 años que tiene de historia se ha convertido en casi un miembro más de la familia. Por eso, cuando tú lo ves desde casa, lo disfrutas. Cuando lo tienes en un juego de mesa, porque al final no deja de ser también otra oportunidad para incluso ponerte tú en la piel de los propios concursantes, incluso del el presentador leyendo las preguntas, y luego el libro. Además, creo que es un acierto, porque no es un libro en el que solamente se hable de anécdotas y de un poco de historias del programa, que está muy bien, porque hay muchas partes desconocidas que está bien que la gente le guste descubrir. Pero luego también es un libro para practicar y ponerte a prueba, a tu mente y a tu memoria. Son los mismos juegos del programa, pero adaptados a una forma gráfica, a un libro en el que hay que jugar, eso sí con lápiz y con goma de borrar, porque es reutilizable. No es un libro de pasatiempos, es un libro para pasar el tiempo, pero para aprender también.
Además han incorporado una prueba nueva al programa. ¿No es un riesgo?
Todos los cambios, cuando suceden, es por algo. Yo no tengo la razón, porque ni produzco, ni dirijo, y no hago más que presentar el programa, pero creo que viene bien, después de tantos años que a una de las pruebas, como Sopa de letras, se le dé un descanso, y se incorpore una que no es una prueba nueva, es una vieja conocida de los verdaderos fans de «Pasapalabra», porque ha sido protagonista en algunos especiales y en otras épocas del programa. Y creo que es divertida, es diferente y le da otro ritmo al programa. Es verdad que ‘virgencita que me quede como estoy’ cuando las cosas funcionan, pero creo que no es un cambio que suponga nada drástico. Es simplemente una manera más de sumar segundos y de evitar la Sopa de leche. Al final, ya, digamos, que incluso los invitados y los concursantes casi se lo sabían de memoria.
Hace poco se viralizó el vídeo de su primera aparición televisiva, con 12-13 años y Jesús Vázquez.
(Ríe) Tiene una intra historia, porque yo tenía 12, pero dijeron que tenía 13, porque había otro niño que tenía 12. Y fue mi primera aventura televisiva. Una cosa que me cayó de casualidad y fue una experiencia super bonita, porque entre todas cosas creo que fue la primera o la segunda vez que salía de Andalucía, como en un viaje así, para venir a la gran Madrid.
¿Volvió y les dijo a sus padres que quería hacer televisión?
La verdad es que no. Llegué a casa diciendo a mi madre que revelase la foto que me había hecho con Jesús Vázquez y en el plato y todo eso. Y luego me llevé la primera gran desilusión de mi adolescencia, porque mi padre no le puso carrete a la cámara. Todas las fotos que me hice no sirvieron para nada. Pero entonces no me lo planteaba. De hecho, Jesús me preguntó qué quería ser de mayor y le dice que o estudiar la carrera de medicina o ser jugador del Sevilla Fútbol club. Así que fíjate.
Hace poco también le vimos de profesor de Ana Pastor....
Sí. Eso fue buenísimo: me lo pidió ella. La verdad que con Ana tengo una buena relación. Vino esta grandísima compañera y me dijo ‘oye Roberto, se me ocurrió esto para promocionar el programa. Y así de forma irónica también, ¿no? Jugar al contrario es decir, Que tú me digas a mí, ‘‘venga, abre mas la boca, venga’’, como lo que hago cada día en «Pasapalabra» y que me vayas corrigiendo’. Ella me decía ‘sinceramente, tío, es la primera vez que me pongo a hacer un concurso’, y tú estas ahora mismo presentando el concurso de los concursos como «Pasaparabra», o un «Saber y ganar», imagínate, que podría ser otro caso, y ‘a mí me encantaría hacerlo contigo’. Y entonces yo le dije que para mí era también un regalo. Se vino a plató, lo hicimos y quedó bastante divertido. Creo que Ana Pastor tiene una parte también ahí por descubrir que estoy deseando ver en su nuevo programa.
Y de repente la locura, «Casafantasmas».
Eso fue una coproducción con atresplayer de mi productora Blondloyal, con la que llevamos trabajando cinco años en ocho programas para Canal Sur, Telemadrid... Y fue una cosa preciosa. Fue una idea que tuvimos en la productora y que se la presentamos a atresplayer y les encantó. Creo que si les encantó, fue especialmente por mi madre, porque creo que tiene esa frescura y esa inocencia, entre comillas, de una persona que se ha puesto muy pocas veces delante de una cámara, solamente en una sección que tuvo en otro programa que yo presentaba en Canal Sur, hizo sus primeros pinitos. Pero aquí se ha sentido completamente libre y luego tocando un tema con el máximo de los respetos, pero de una forma también cercana y divertida, incluso, que es todo el mundo paranormal. Vivir la experiencia de ese tipo con tu madre, pues no se me ocurre mejor persona. Porque cuando uno tiene miedo, lo que hace es tirar de su madre.
Vienes del Periodismo, pero siempre ha dicho que lo hizo porque no pudo hacer lo que quería, ¿volvería a la calle?
Pues no me importaría. Siempre digo que para mí el mayor master en televisión que he vivido nunca, y fíjate que luego he tenido la suerte de presentar grandes formato, han sido los cinco años que estuve de reportero, todos los días, por toda España. Aprendí muchísimo y siempre he dicho que a mí no me importaría volver a un programa de viajes, de reporterismo, de estar en contacto con la gente, porque eso es lo que te lleva. Lo orgulloso que me siento cuando voy a alguna provincia, a algún pueblecito, a algún barrio donde ya estuve trabajando como reportero, y digo hostia, que estuve hace 20 años, parece que ha pasado un siglo, y realmente casi lo es, pero todavía me acuerdo. Y sí me acuerdo es por algo, porque aquella época me marcó muchísimo. Y estar hoy donde estoy, aparte de muchas circunstancias, de tener más o menos suerte, de estar en el sitio, en el momento, tiene que ver también con ese aprendizaje que me llevé estando en la calle en directo tantas horas, porque eso es una gran escuela.
¿Hay algún proyecto nuevo de Blondloyal?
Ojalá haya segunda una temporada, que todavía no lo sé, de «Casafantasmas», pero estamos con una serie de programas navideños para Telemadrid, que se llaman «El Retrovisor», un espacio en el que se recopilan, casi a modo de zaping, pero tirando del archivo de Telemadrid, incluso también de Televisión Española, dando momentos que son realmente importantes para esta televisión concreta, la comunitaria de Madrid. Por ejemplo, uno de los especiales va a ser en torno a los 30 años que ha cumplido recientemente «Madrid Directo».
¿Cómo va la nueva edición de «El Desafío»?
Estoy contento, no te voy a engañar; o sea, para mí, es que queda feo y parece un tópico, pero cada temporada vamos a más. Creo que tiene que ver con el aprendizaje de un año tras otro, de lo que vas ahí viendo, de lo que te funciona, lo que funciona un poquito menos, lo que funciona muchísimo. Y luego que el casting está muy bien. Es gente muy competitiva, gente que luego hoy en día seguimos en un mismo grupo, invitándonos, por ejemplo, ahora a vernos en Navidad, a comer juntos. Se genera algo muy bonito en «El Desafío». Más allá de esa competitividad, luego hay una amistad, de soslayo casi, que permanece. Y no solamente esta edición, las cuatro. He hecho grandes amigos ahí. Es un programa que, aunque a priori no lo aparentase, creo que uno de sus valores potentes es lo que está enseñando, y también a muchos niños, sobre todo, y gente joven: se transmite la dedicación, el esfuerzo, la entrega, y a veces, incluso con todo eso te puede salir mal, casi como la vida misma.
¿Qué le pide a los Reyes Magos?
Pues mira, y tampoco quiero que sea lo de siempre, pero que mi gente esté bien. Porque cuando te vas haciendo mayor, te vas a llevar muchos sustos a tu alrededor: compañeros, compañeras, incluso amigos; gente ya de tu familia un poco más mayor que tú. Y lo que quiere es que estemos todos juntitos y bien de salud, y la gente que quieres, que ojalá que seamos amigos por mucho tiempo. No le puedo pedir nada más, seria egoísta por mi parte. Ni más trabajo, ni más amor, que de amor estoy bastante bien servido, gracias a Dios, con mi familia, y de trabajo, pues mira, mi otra familia.
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