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Así se roban relojes de lujo

Onda Cero Podcast acaba de estrenar "Relojeros", creado por Javier Gómez Santander y Nahuel Gallotta, seis capítulos de investigación internacional y testimonios de ladrones

"Relojeros"
Uno de los relojeros encargados del mantenimiento del reloj de la Puerta del Sol, Jesús López, de Relojería Losada, junto a la directora general de Patrimonio Cultural, Paloma SobriniOnda Cero

Un reloj edición especial Purdey Panerai de 28.500 dólares se toma un café en una terraza en el barrio residencial de La Recoleta de Buenos Aires. Y decimos un reloj, porque la marcadora ya lo ha dicho: "Si lo veo, es mío", obviando al turista americano que presta su muñeca a uno de los 88 ejemplares que existen de esta alianza entre la fabricante de rifles y la relojera. Así nos sumergen Onda Cero y La Pegaso en el submundo de los ladrones de relojes en "Relojeros", el podcast creado por Javier Gómez Santander, guionista y coproductor de "La casa de Papel", y el periodista argentino especializado Nahuel Gallota.

"Tienes que tener las voces. Muchas veces estos géneros se cuentan solo con testimonios de la policía, cuando los tenemos, porque a veces ni eso. Aquí la clave estaba en tener a los personajes, es decir, tener a ladrones que de verdad estén robando y que decidan que te van a contar cómo lo hacen", explica a LA RAZÓN Javier Gómez Santander. Cuando le preguntamos a su creador por el tiempo que lleva elaborar una investigación periodística de esta magnitud, confiesa que "solamente de escritura y montaje, sin contar la postproducción, podríamos estar en mes y medio". Pero no en horario de oficina: «Me levanto, me pongo a escribir y a montar. Al día siguiente igual. Creo que paramos un domingo en mitad de ese mes y pico. Eso es solo para hacer un bruto que todavía no está ni bonito». Después mete mano Yago, el diseñador de sonido, que hace "que todo eso suene bien y le va dando atmósferas. Yago estaría una semana, con cada capítulo a cuatro minutos al día".

El oyente podrá disfrutar del viaje que supone localizar a los mejores ladrones de relojes del globo. Ese es el viaje que hicieron Javier y Nahuel: "Recorrimos México, Colombia, Chile, Argentina, Italia, España y antes de eso, toda la labor de hacer las fuentes de Nahuel, que lleva muchos años siendo periodista de policiales y al final tiene muchos contactos dentro de todos los submundos imaginables del mundo del hampa". Gómez Santander también reconoce "la suerte" tenida: "Hemos decidido dedicarle a esto el presupuesto necesario para poder hacerlo a capricho". Recorremos los barrios más conflictivos de América Latina, los restaurantes más caros de Madrid e Ibiza, y las casas de reventa de Abu Dabi o Miami. "Antes de hacer tele y antes de hacer ficción, hacía periodismo de radio", detalla Gómez Santander, que allí estableció su método de trabajo "tienes que obsesionarte y seguir para adelante. Yo escribo el audio montando. Aprendí que la única manera en la que me sale es darle al play, escuchar e ir escribiendo cada 20 segundos; escribiendo, escribiendo, escribiendo. Bloquecitos muy pequeños y ver que todo funciona. Cuando no funciona, vuelvo atrás. Creo que la gente cuando escribe sin montar, escribes muerto. Para darle ritmo, para darle ambientes, para aprovechar para que pongas viaje... Y esa es la segunda dificultad, ser capaz de contar la historia. En el primer capítulo, por ejemplo, ya has estado en tres o cuatro países, y en muchos momentos históricos diferentes, del presente a 1950, a los 70".

El podcast nació, porque según Javier, "tenía la sensación de que estaba por contarse. Nos llega cuando hay un robo de estos o si hay un reloj muy caro que se roba en una ciudad, pues sale una noticia. Como la semana pasada, por ejemplo, que salió una noticia de robaron uno de 50.000 euros a un tipo que llevaba un Ferrari descapotable y se lo quitaron desde unas motos". Como todo buen investigador quiso saber "quiénes eran esos tíos de las motos y cómo trabajan". De entre todas las cosas que ha aprendido haciendo el podcast, el guionista siente debilidad por "la capacidad que tienen para infiltrarse entre ricos y ser uno de ellos. Cómo están en todos los restaurantes de lujo en todas las ciudades. Son clientela habitual, les conocen, nadie sospecha que son ladrones, pero solo van a esos sitios tan exclusivos para buscar relojes". El modus operandi es siempre el mismo: "Están tres o cuatro días siguiendo a esa persona y a sus familiares y deciden cuándo es el momento de entrar en casa y roban. Hay robos muy burdos de gente por la calle que vemos a veces en Barcelona y cosas así, pero hay otros que están muy elaborados". Son centenares de cafés "en un sitio con poco ruido para poder grabar la entrevista", pero no se trata de gente agresiva. "Nosotros no íbamos con ánimo de juzgarles, porque damos por hecho que el oyente sabe que robar está mal. Incluso ellos lo saben". Le comentamos que la narración del podcast se asemeja a un thriller, que osamos comparar con una serie: "La distancia es infinita. Empezando porque en una serie trabajan 150 personas. No suele valer la realidad. La gente que dice que la realidad supera a la ficción no ha trabajado en ficción. La ficción es un dolor de huevos constante. Cuesta muchísimo. La realidad ya viene hecha y tú le das forma. La ficción te la tienes que inventar. Son dos desempeños que hay cierta cosa formal que se parecen sobre todo en ritmo narrativo, que le tienes que dar a tu narración y tienes que ser atractivo".

"Relojeros" no será lo último que oigamos de este creador: "Me gusta mucho el periodismo y cuando volví a sentarme a montar y volví a escribir periodismo, haciendo las entrevistas y viajando, es incomparable".