Entrevista

Carlos Montero: «Me siento inseguro cuando una historia es muy sencilla»

Netflix ha conseguido marcar diferencias en la saturada oferta de series hospitalarias con el acento local de «Respira»

Carlos Montero: «Me siento inseguro cuando una historia es muy sencilla»
Carlos Montero: «Me siento inseguro cuando una historia es muy sencilla»Netflix

La brutal avalancha de series de todo tipo que vive la actual oferta audiovisual hace que hablar de originalidad y creatividad sea casi una utopía, pues siempre haya una relación, un vínculo o una semejanza con algo que ya se ha hecho antes. Por eso, que Netflix tenga en sus filas a Carlos Montero, uno de los cerebros más brillantes e inquietos a la hora de crear y contar historias, es algo así como guardarse un as bajo la manga (o dos). La última de sus creaciones, «Respira», estrenada el pasado 30 de agosto, tardó nada y menos en instalarse en lo alto del escalafón de lo más visto de la plataforma. De esto y más hablamos con el orensano para LA RAZÓN.

Después de ver la serie, Carlos, cuesta trabajo entender cómo surgen y se ordenan el aluvión de ideas e historias para crear algo como «Respira».

A veces me pasa lo mismo cuando veo historias que me gustan, hay que estar medio loco y, al mismo tiempo, ser muy metódico para sacar algo así en limpio. Pero, obviamente no lo hago solo. Yo planto la semillita y después crece gracias a un equipo maravilloso de guionistas.

¿Cuál fue esa semilla?

Pues mira, hace rato me rondaba la idea de hacer una novela sobre la idea de una ginecóloga que tuviera el drama de un hijo acusado de violación, pero nunca terminé de concretar aquel proyecto y luego, cuando decidí hacer una serie hospitalaria, dije «aquí tiene su lugar». Y como esa idea, tenía muchas otras desde hace tiempo y aquí fueron encontrando su sitio para darle vida a otros personajes.

Una característica de sus series es la intensidad.

Sí, me gusta que la tensión sea constante. De hecho, cuando he hecho otras series, siempre decía «¿por qué no estoy haciendo nada de médicos si ahí puedo ir a tope?». Pues ahora la estoy haciendo y la estoy disfrutando muchísimo. Es un entorno en el que siempre estás hablando de vida, muerte, enfermedad, se toman decisiones, se vive en el filo de la navaja, todo te lleva al límite en un momento. Es fácil extremarlo todo.

¿Dejó algo para una posible segunda temporada?

[Risas] Sé por qué me lo dices. Lo sé, no lo puedo evitar. Me siento inseguro cuando una historia es muy sencilla, necesito intensidad, que no haya tiempos muertos a menos que estos sean importantes para la historia. Siempre me ha gustado meter toda la carne en el asador. Si habrá una nueva temporada eso lo decide la plataforma y el público, por supuesto, pero una vez terminamos de escribir esta primera entrega los mismos personajes perfilan lo que puede ser su futuro y se abren millones de nuevas posibilidades. Debo decir que, en ese sentido, la serie tiene una vocación longeva, el formato hospitalario lo permite porque cabe todo y, te soy sincero, ya tenemos mucho escrito.

Para hacer algo original en ese formato o tuvo que ver todas las series hospitalarias que hay o no ver ninguna, porque ya es difícil no repetirse.

¡Todas! Me las he visto todas, soy un gran fan del género desde pequeño y, como hay tantas series de estas, es imposible que no haya referencias. Y, por un lado, me da más respeto porque piensas «¿qué voy a aportar?», pero, a la vez, en el momento que encuentras la grieta por la que colarte dices «venga, sí lo voy a hacer», porque te sientes también arropado por todas esas series, porque puedes como tirar mucho de lo que han hecho ellos y les ha funcionado. Es inevitable emplear cosas que has visto y que te son útiles para la historia que estás contando, por eso seguro habrá quién diga que tal o cual escena se parece a «Grey’s Anatomy», «Urgencias», «Hospital Central» o cualquiera otra y tendrá razón, pero creo que el resultado final es diferente.

¿Y cómo se marca la diferencia?

Siempre tienes una herramienta: situarlo en un entorno específico, en este caso en España y darle ese tinte también político y social, también enriquece mucho. De hecho, esa es otra fuente de conflictos y de ideas, porque te encuentras con los retos de la sanidad pública, con cómo se comportaría un político si tuviera que enfrentarse a su propio discurso, por poner solo un ejemplo de las muchas tramas que resultan de lo ambiental.

Al final, entre todo lo médico, la serie va de conocer nuestros límites, de cómo nos enfrentamos a ellos.

Si lo ves, realmente plasmamos en la ficción cosas que suceden realmente y sobre las que, seguramente, todos tenemos una opinión formada. Entonces, nosotros lo que buscamos es contar una historia que entretenga, pero si en esos conflictos que planteamos, alguien encuentra un enfoque distinto, algo que le abra a una perspectiva diferente y le haga pensar y cuestionarse, bienvenido sea. Me alegro de que «Respira» genere eso.