Viajes

Rebelión en la playa: cuando los cerdos conquistaron una isla en el Caribe

Existe una isla en las Bahamas donde los cerdos son dueños y señores, y donde no vive ningún ser humano

Bienvenidos a la República Cochiquera de Pig Island.
Bienvenidos a la República Cochiquera de Pig Island.Nejrondreamstime

En ocasiones me gusta mirar nuestro planeta como si fuese una enorme navaja multiusos, en cuanto a sensaciones se refiere. No importa qué aventura deseamos experimentar que basta con visitar el lugar adecuado para hacerlo. ¿Quieres nadar con tiburones blancos? Baja al sur, a Sudáfrica. ¿Te gustaría probar un queso infestado de larvas de mosca? Sin problema, lo sirven en Sicilia. ¿O quieres darte un garbeo por una zona radiactiva? Podrías coger cita en las excursiones que salen diariamente a Chernóbil. Cualquier apetito que requiera nuestro cuerpo aventurero está en oferta, solo necesitamos el cling cling del dinero para sostenernos y muchas ganas de disfrutar.

Entre las excentricidades turísticas más achuchables que podríamos disfrutar en nuestro mundo multiusos encontramos Cayo Big Major, listo para servirnos; también conocido como el Cayo de los Cerdos o la Isla de los Cerdos.

Una aparición inexplicable

La estampa es gloriosa. A dos horas en lancha rápida desde Nassau, ese destino de ensueño que siglos atrás sirvió como base para los piratas más sanguinarios del Caribe y que ahora recibe a espuertas (tiempos de coronavirus excluido) a los turistas más disfrutones, el viajero puede divisar aproximándose desde la lejanía una pequeña isla de 90 hectáreas, tamaño bolsillo, bordeada por un fino marco de arena blanca y con graciosos arbustillos palpitando de verde en su interior. A su alrededor, el agua del mar se aclara a medida que se aproxima al islote, como contaminada por el color de la arena, y el aire que respiramos es incluso más puro que el de los bosques pirenaicos, que ya es decir.

Un turista alimentando a uno de los inquilinos de Pig Island.
Un turista alimentando a uno de los inquilinos de Pig Island.Larsen9236pixabay

La isla está deshabitada por los seres humanos. Siglos atrás pudo servir como punto de reunión para corsarios y asesinos y toda clase de guarros criminales pero hoy nadie vive en ella. Pero ocurre que, a medida que la isla se aproxima, podemos apreciar una serie de puntitos oscuros que van sonrojándose a medida que nos aproximamos a ellos, y al bajar de la lancha nos rodean chillando ilusionados. Ver para creer: son un grupo de cerdos nadando con absoluta parsimonia las aguas celestiales que rodean Cayo Big Mayor. En torno a cincuenta de ellos son los únicos habitantes del islote, a excepción de unas pocas cabras y gatos en estado semisalvaje. Aquí encontramos uno de los destinos más solicitados por influencers e instagrammers de todo el mundo, una isla cuyos dueños caminan a cuatro patas, se revuelcan en la arena impoluta y, curiosamente, son capaces de nadar cerca de la orilla con una maestría envidiable.

Nadie sabe cómo llegaron aquí. Unos dicen que fueron abandonados por un grupo de marineros con la intención de volver a por ellos al completar su travesía, sólo para disfrutar de una tremenda comilona. Por una razón u otra los marineros jamás regresaron y los cerditos se libraron de su destino asado. Se dice que los cochinos sobrevivieron alimentándose de los excedentes de comida que lanzaban fuera borda los barcos que navegaban cerca de su pequeña isla (cosa que me cuesta creer porque bastante fastidiados iban los barcos en el siglo XVIII como para ir tirando comida al mar). Otros aseguran que los padres fundadores de la Isla de los Cerdos sobrevivieron a un naufragio, en una especie de rebelión en la granja versión marítima, y simplemente nadaron al pedazo de tierra más cercano que fue este pequeño paraíso (que debió ser una suerte porque de caer en cualquier otra isla caribeña habitada por humanos, su destino habría sido fatal, peor que cualquier naufragio).

La versión más realista es aquella que señala a las autoridades de las Bahamas como responsables de la extravagante escena. Que los cerdos fueron una estrategia ideada en los años 90 para atraer turismo a la zona. Los visitantes excitados por la experiencia se encargan de alimentar a los animalitos y aquí paz y después gloria. Sobre todo para los cerdos. Los cebones más afortunados del mundo. Dueños y señores de la república cochiquera de Cabo Big Major.

En los últimos años se han reportado la muerte de varios cerdos por intoxicaciones alcohólicas.
En los últimos años se han reportado la muerte de varios cerdos por intoxicaciones alcohólicas.Katie Smithdreamstime

Sin embargo no todo es felicidad para los cerditos. Y es que el ser humano puede ser un verdadero demonio si se lo propone, capaz de arrasar con este idílico lugar haciendo uso de nada más que su extraordinaria capacidad para ser estúpido. En los últimos años se han reportado las muertes de varios cerdos por intoxicaciones alcohólicas de la mano de turistas intelectualmente tullidos que, en lugar de ofrecerles las galletitas o cualquier tipo de alimento que los animales devoran con ronquidos de placer, quisieron boicotear el paraíso. Por echarse unas risas después de hacerse la foto. Solo agradezco que mis lectores no son este tipo de personajes y que cuando acabe la crisis del coronavirus, y viajen aliviados al rincón del planeta donde los cerdos se han erigido como criatura dominante, respetarán los Siete Mandamientos impuestos por Viejo Mayor y sus adláteres. ¡Especialmente el número cinco!