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Peregrinar desde la capital a Santiago de Compostela
Las cuatro etapas del Camino de Madrid embarcan al viajero en una aventura cargada de espiritualidad, historia y belleza natural a su paso por el corazón de España
Los madrileños no se cansan de repetir que «de Madrid al Cielo», pero también se puede decir sin temor a equivocarse que «de Madrid a Santiago de Compostela». El Camino de Santiago, la ruta milenaria que guía a los peregrinos hacia la tumba del apóstol Santiago en Galicia, ofrece una experiencia única a su paso por el corazón de España. La capital, conocida por su hospitalidad, su vibrante vida y su apasionante historia, es perfecta para dar el pistoletazo de salida a este viaje. Su excelente conectividad y sus servicios facilitan el inicio de la aventura.
En concreto, cuatro rutas secundarias atraviesan el tramo madrileño para unirse después al Camino Francés y a la Vía de la Plata: el Camino de Madrid, el Camino Mendocino, el Camino del Sureste y el Camino de Levante.
Una aventura espiritual
A lo largo de estos itinerarios, la modernidad y la historia se entrelazan para crear una aventura cargada de espiritualidad, historia y belleza natural. Cada etapa es una oportunidad única para descubrir la gastronomía, las tradiciones y el patrimonio de la región.
La primera ruta, conocida como Camino de Madrid, es probablemente la más conocida de la Comunidad. Arranca en pleno centro de la ciudad. La Iglesia Parroquial de Santiago y San Juan Bautista, a escasos metros del Palacio Real y la Catedral de la Almudena, es el punto de partida hacia Santiago de Compostela. En este templo de estilo neoclásico de advocación jacobea, el más antiguo de Madrid (data del siglo XIX), el caminante puede conseguir su credencial y recibir la Bendición de Peregrino antes de proseguir su marcha atravesando diferentes rincones de Madrid hasta llegar a la Fuenfría. Esta ruta de peregrinaje cuenta con cuatro etapas. La primera, tras partir del mítico kilómetro cero, se adentra en el antiguo barrio de Fuencarral. Es aquí donde el peregrino encuentra la primera cuña verde jacobea de esta sección, compuesta por un área de descanso, una fuente que muestra una vieira y la inscripción «A Santiago de Compostela 665 km». Más adelante, el viajero llegará a Tres Cantos, donde alcanza la primera etapa natural del camino. Aquí es posible disfrutar de cinco rutas medioambientales que brindan la oportunidad de conocer y explorar la riqueza natural y cultural del municipio: la ruta Puente de la Marmota, la ruta de Valdeloshielos, la ruta Camino de Santiago, la ruta el Anillo Verde y, por último, la ruta Muro Castillo de Viñuelas. En todas ellas es posible contemplar la variada y característica fauna que habita la zona.
La siguiente parada tiene lugar en Colmenar Viejo, donde la Basílica de la Asunción de Nuestra Señora, declarada Bien de Interés Cultural, no pasa inadvertida. Este impresionante templo es uno de los alicientes de esta etapa que termina recibiendo al viajero con otra imponente construcción, el impresionante Castillo bajomedieval de Manzanares El Real, también conocido como Castillo de los Mendoza, a orillas del embalse de Santillana. Todo ello enmarcado en un enclave natural de gran valor paisajístico: La Pedriza, que forma parte del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.
A partir de este momento, da comienzo la tercera etapa, que parte del Ayuntamiento de Mataelpino y va ascendiendo hacia Navacerrada ofreciendo unos espectáculos grandiosos. Cerca de cuatro horas se tarda en recorrer los 9 kilómetros que suben a la Maliciosa y alcanzan la cueva de los guerrilleros Maquis, con visitas teatralizadas para dar a conocer este escondite natural utilizado durante la Guerra Civil. A lo largo de este trecho se encuentra la Ermita de San Isidro, situada en las laderas de El Boalo, que fue levantada por la vecindad del lugar por la gran devoción que tenían al patrón de los ganaderos y agricultores, gremio predominante entre sus habitantes.
Más adelante, el viajero es recibido por el sendero del valle de la Barranca, un espacio de gran belleza y escasa dificultad que va a parar a Navacerrada. Se trata de una ruta circular de aproximadamente 11 kilómetros donde se hallan espectaculares miradores para deleitarse con el paisaje, las aves y la vegetación. Una vez alcanzada la cumbre, en el descenso, se erigen el mirador de Las Peñas de Bercial y la fuente de las Campanillas, dos enclaves que no pasarán inadvertidos a los ojos de los visitantes.
Un viaje a la época romana
Para terminar, la etapa de Cercedilla embarca al visitante en un viaje a la época romana recorriendo la Vía XXIV, integrada en la red de caminos construida por el Imperio Romano en Hispania. Partiendo del Centro de Visitantes del valle de la Fuenfría y atravesando las dehesas de Cercedilla, se avanza por la calzada romana hasta alcanzar el puente del Descalzo, una visión que quedará grabada para siempre la memoria.
Con todas estas joyas, el Camino de Santiago se convierte a su paso por Madrid en una aventura inolvidable tanto para los peregrinos que buscan una experiencia mística como para los caminantes que solo pretenden adentrarse en la naturaleza y deleitarse con el patrimonio cultural de la zona.
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