3.600 hectáreas quemadas

El incendio de Málaga, fuera de control e intencionado

La Junta confina dos pueblos y obliga a retirar medios terrestres tras la muerte de un bombero

Está fuera de control y las previsiones no son nada halagüeñas. El incendio de Sierra Bermeja (Málaga) acumula más de 3.600 hectáreas calcinadas y las rachas de viento de poniente de 40 kilómetros/hora a lo largo de la tarde de empeoraban aun más una ya complicada situación. Los Bomberos de la Junta de Andalucía, responsables de sofocar las llamas, lo reconocen angustiados: «Está fuera de control y no tenemos capacidad para hacernos con él». La dramática situación ha obligado al gobierno regional a solicitar el confinamiento de la población dentro de sus casas en los municipios malagueños de Genalguacil y Jubrique y a activar el Nivel 2 del Plan de Emergencias ante Incendios Forestales de la Comunidad Autónoma (Plan Infoca) dado la virulencia de unas llamas que ya habían obligado el jueves a la evacuación de más de un millar de personas que, desde entonces, duermen en pabellones municipales sin saber cuándo podrán regresas a sus casas.

La clave: el pirocúmulo

La principal dificultad para los bomberos fue la creación de un pirocúmulo, que ha obligado a la retirada de los medios terrestres para sofocar el incendio. Un veterano responsable de bomberos explica que un pirocúmulo es «una nube de convección de vapor de agua, cenizas y gases calientes proveniente de un gran incendio forestal que adquiere una considerable altitud y que genera una dinámica de vientos propios del incendio independiente de la componente de la zona con fuerte absorción hacia la base». De esta forma, se incrementa «la alimentación de oxígeno» en la combustión acelerando así el incendio. Además, sostiene, «puede sufrir un desplome que genera focos secundarios a cientos de metros del frente del incendio, pudiendo atrapar dotaciones entre los dos focos, siendo una de las situaciones más peligrosas en un GIF (Gran Incendio Forestal).

Bomberos de la Comunidad de Madrid, en camino

La complicada situación que se están encontrando los profesionales malagueños ha empujado al Gobierno de la Comunidad de Madrid a ofrecer su ayuda y el Ericam (Emergencia y Respuesta Inmediata de la Comunidad de Madrid) ya están en fase de pre alerta, preparado para bajar a Málaga con tres bombas, una nodriza y una UVI del Summa.

La noche del jueves ya falleció un bombero y el cansancio y abatimiento de los profesionales, que se ven desbordados, hace mella según van pasando las horas y ven que siguen sin controlar las llamas.

Dos focos

Todo ello en un incendio que ya está en manos de los investigadores (Bomberos forestales y Seprona de la Guardia Civil) y que creen intencionado ya que detectaron dos focos.

Además de la pérdida humana, lo que más preocupa ahora es la situación tan adversa que impedía perimetrar el fuego y los vecinos de los municipios confinados.

La dirección del Plan ha solicitado a la población de Genalguacil y Jubrique que mantuvieran cerradas puertas y ventanas para impedir posibles entradas de humo en las viviendas y evitar movimientos de circulación, según explicaron desde Emergencias 112-Andalucía.

El motivo de esta actuación es favorecer la seguridad en la zona así como la actuación de los propio operativos. Para llevar a cabo esta medida se han coordinado con los responsables municipales de las localidades afectadas que han sido informados en todo momento de las actuaciones y las medidas oportunas para llevarlas a cabo, según explicó Europa Press.