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Faros de ensueño en la costa gaditana

Localizados en entornos espectaculares en todos los casos, muchos tienen su origen en las torres almenara

Faros de ensueño en la costa gaditana
Faros de ensueño en la costa gaditanaLa Razón

Costa de extraordinaria relevancia fronteriza, comercial y de tránsito, escenario de grandes batallas que marcaron la historia de España y Europa y expuesta durante siglos al asedio de piratas, el litoral de Cádiz cuenta a lo largo y ancho de su costa, desde Sanlúcar de Barrameda hasta San Roque, con una extensa red de faros. Atalayas de vigilancia de gran singularidad, que, en no pocos casos, tienen sus orígenes en las torres almenara que mandó construir Felipe II para controlar la acción de la piratería y que, llegados los meses de abril y mayo, también sirvieron para avistar las grandes migraciones de atunes rojos del Atlántico al Mediterráneo.

Localizados en entornos naturales de auténtico privilegio, visitar estos faros, además de un auténtico regalo para los sentidos, supone un viaje por la historia y la arquitectura de edificaciones íntimamente ligadas al mar y que tienen sus orígenes en una de las civilizaciones que más huella dejó en este territorio, la fenicia. Aunque una docena de faros salpican el litoral gaditano, aquí mostramos cinco que destacan por su singularidad, belleza e historia.

Chipiona

Localizado en uno de los enclaves de mayor belleza natural y trascendencia histórica y comercial en la antigüedad, la desembocadura del Guadalquivir (único río navegable de España), es el más alto de cuantos se asoman al litoral español (decimosexto de Europa). Basta decir que hace falta ‘escalar’ 344 escalones para alcanzar su luminaria. Inspirado en las columnas conmemorativas romanas, domina un paisaje marinero cuyo singular puzzle lo conforman espectaculares playas de arenas doradas, centenarios corrales de pesca, casas blancas de cal y una de las mejores vistas de esta parte del Atlántico.

San Sebastián

Es el faro de Cádiz, el de uno de los rincones con mayor encanto (La Caleta) de la ciudad más antigua de Occidente. Se diferencia del resto de los que se distribuyen a lo largo del litoral andaluz y nacional por ser el único de estructura metálica, de acero laminado. Localizado en el interior del Castillo de San Sebastián, su linterna se encuentra a algo más de 44 metros sobre el nivel del mar y su antecesor más antiguo fue una torre almenara. Al igual que ocurre con el de Punta Paloma, para llegar a él hay que recorrer un paseo estrecho que se adentra en el mar. Sus vistas son un auténtico regalo para los sentidos, ya que dominan la totalidad de una ciudad de extraordinaria belleza y con numerosos edificios, fortificaciones, etc.

Camarinal

Enclavado entre dos de las playas más espectaculares de cuantas existen en el litoral gaditano, El Cañuelo y Los Alemanes, es testigo privilegiado de la migración y captura de los atunes rojos desde hace siglos, ya que el Faro de Camarinal está construido sobre una de las torres almenara (siglo XVI) que aún se conservan en la costa de Cádiz. Torre que fue restaurada y habilitada como faro allá por 1990, aún guarda la esencia de su antecesora en las tareas de vigilancia y señalización. Ubicado en el Cabo de Gracia, está declarado Bien de Interés Cultural y, en la lejanía, se conecta con el Faro de Trafalgar.

Faro de Trafalgar
Faro de TrafalgarLa Razón

Trafalgar

Elemento destacado de los que muchos consideran el atardecer más bonito del mundo, el Faro de Trafalgar es el gran icono del Tómbolo de Trafalgar; lengua de arena que se localiza entre las paradisiacas playas de Los Caños de Meca y Zahora y que está catalogada como patrimonio geológico andaluz. Asomado a las aguas en las que tuvo lugar la Batalla de Trafalgar (de triste recuerdo para España), el faro, de 34 metros de altura, es heredero directo de la torre de vigilancia que allá por el siglo IX edificaron los árabes y cuyos restos aún están presentes. Las vistas de las que disfruta son espectaculares.

Punta Tarifa

Es uno de los faros más emblemáticos del Campo de Gibraltar, ya que, al igual que el del Castillo de San Sebastián, se localiza en un recinto fortificado ubicado en una pequeña isla, la de Las Palomas, unida a tierra mediante una carretera. Como el Faro de Camarinal, su origen es una torre almenara, convirtiéndose en faro en el siglo XVIII. Con una altura de 43,8 metros sobre el nivel del mar, es el más meridional de los faros de la Península Ibérica, el primero en iluminar ese corredor entre continentes que es el Estrecho de Gibraltar, unión natural de dos masas de agua como el mar Mediterráneo y el océano Atlántico y la separación entre Europa y África. A orillas de aguas de migraciones, es observatorio privilegiado del paso de atunes rojos y orcas.