Historia

Puerto Real y los doscientos años de la Batalla del Trocadero

El municipio gaditano recrea un combate clave para la conquista de las libertades

Recreación de la Batalla del Trocadero en el Parque Metropolitano Marisma de los Toruños y Pinar de la Algaida
Recreación de la Batalla del Trocadero en el Parque Metropolitano Marisma de los Toruños y Pinar de la AlgaidaLa Razón

Lejos, muy lejos de aquí, a casi 2.000 kilómetros de distancia, París da cobijo a uno de esos grandes espacios públicos que recuerda y celebra un suceso histórico de extraordinaria relevancia para la historia de Francia y, no menos, de España, Europa y las libertades.

Allí, en la colina de Chaillot, se inauguró (1877) la Plaza del Trocadero (antes Rey de Roma) para conmemorar una batalla de extraordinaria carga emocional e histórica para los franceses y, muy en especial, para unas localidades, Puerto Real y Cádiz, que se convirtieron en los últimos grandes bastiones de la defensa del Constitucionalismo. Ese que se reflejó en la Constitución de 1812, «La Pepa» y que ejerció de modelo para el desarrollo constitucional tanto en Iberoamérica como en Europa.

Batalla que aconteció hace ahora 200 años (31 de agosto de 1823) y que tuvo como gran escenario el Trocadero, en la orilla del Caño de la Cortadura. Aquel día, aprovechando la oscuridad, los llamados Cien mil Hijos de San Luis (contingente formado por franceses y algunos voluntarios españoles bajo el mando del Duque de Angulema), armados con bayonetas, aprovecharon la bajada de la marea para protagonizar una ofensiva que sería el prólogo del final de unas libertades que, tras la derogación de la Carta Magna por parte de Fernando VII (1820), regresó de la mano de la sublevación de Rafael de Riego y el Trienio Liberal.

El factor sorpresa y de confusión jugó en favor de la fuerza invasora, que causó numerosas bajas en el bando constitucionalista (más de medio millar de hombres), cediendo a la mañana siguiente un enclave estratégico, el Fuerte de San Luis, para bombardear y, semanas después, lograr la capitulación de la capital del Constitucionalismo, Cádiz.

Victoria, la de la Batalla del Trocadero, que celebraron las tropas francesas en la parisina colina de Chaillot; de ahí que se rebautizara a finales del siglo XVIII la entonces Plaza Rey de Roma como Plaza del Trocadero; señal inequívoca del orgullo patrio por tal hazaña. Y es que, hasta entonces, las tropas francesas nunca habían podido tomar Cádiz.

Las consecuencias de dicha derrota no tardaron en llegar, con la vuelta al absolutismo que representaba Fernando VII y una dura persecución y represión sobre los constitucionalistas, de los que mil fueron encarcelados tras la Batalla del Trocadero y 30.000 ejecutados en años siguientes.

En ese campo de batalla se encuentra hoy uno de los espacios verdes más sobresalientes de la Bahía de Cádiz, el Parque Metropolitano Marismas de los Toruños y Pinar de la Algaida.

«Es una conmemoración de la defensa de las libertades, que protagonizaron quienes dieron su vida en defensa de la Constitución liberal frente al absolutismo de Fernando VII», estas palabras de la alcaldesa de Puerto Real, Aurora Salvador, reflejan el espíritu de las celebraciones que, con motivo de dicho bicentenario, tendrán lugar en la localidad y que arrancarán este jueves con la lectura de una declaración institucional. Acto que servirá de prólogo a la «Fiestas de las Libertades», el viernes 1, con actuaciones musicales y la participación de algunos de los protagonistas que tomarán parte en la recreación de la Batalla del Trocadero.

El domingo, día 2, será la jornada central de la celebración del bicentenario, con el desarrollo de rutas históricas por el «campo de batalla» ( el Parque Metropolitano Marismas de los Toruños y Pinar de la Algaida) y el inicio de la recreación, que se iniciará a las 12:30 horas con el desfile de las tropas por las calles de la localidad y el posterior recibimiento en el Ayuntamiento.

El «plato fuerte» se vivirá a partir de las 20:00 horas, con la recreación de la batalla en el Caño de la Cortadura por parte de más de un centenar de personas ataviadas con los uniformes de los soldados franceses y españoles y las armas de la época.

Para su puesta en escena, el Ayuntamiento de Puerto Real cuenta con el respaldo de la Fundación Legado de las Cortes, de San Fernando.

Días para recordar una batalla que quizás no ha tenido el reconocimiento de tantas.