Blogs

Embajador de Alemania: Hay que recuperar el control sobre las fronteras exteriores de la UE

Embajador de Alemania: Hay que recuperar el control sobre las fronteras exteriores de la UE
Embajador de Alemania: Hay que recuperar el control sobre las fronteras exteriores de la UElarazon

Peter Tempel, el Embajador alemán en España, tiene claro su discurso. En un reciente artículo en la revista Diplomacia, clama por “reforzar nuestro apoyo mutuo como Estados miembros bajo la coordinación de FRONTEX para recuperar el control sobre el acceso a nuestras fronteras exteriores”. Sus palabras sobre la UE son claras y concisas:

Pero una cuestión que ocupa particularmente a nuestros países en la actualidad es la de la situación de la Unión Europea y el papel de nuestros países en el contexto europeo.

En estos días a menudo oímos y leemos acerca de críticas y dudas relativas a nuestra casa común europea. Por este motivo, el Ministerio Federal de Relaciones Exteriores ha lanzado una campaña en varios formatos de debate y de encuentros con la pregunta ”¿Cuál es el Europa que queremos?“ e invita a los ciudadanos a debatir sobre el futuro de la Unión Europea, su estructura y sus valores.

¿En qué situación nos encontramos actualmente? ¿De qué modo tiene que cambiar Europa? ¿Qué es lo que esperamos de la Unión Europea y qué papel tendría que desempeñar Europa en el mundo de mañana? Todos juntos tenemos la responsabilidad de que Europa vuelva a tener éxito. Y merece la pena, sin duda alguna, comprometerse con Europa.

Obviamente debemos continuar mejorando la Unión Europea a la vista de los grandes desafíos, pues la necesitamos más que nunca. En Alemania tenemos anclado en nuestra Ley Fundamental el proceso de integración europeo. De igual modo, en España se tienen en alta estima los valores y logros europeos. Que España tiene un fuerte compromiso con Europa es algo que además comprobamos en nuestra colaboración diaria en los gremios europeos.

Precisamente ahora que adquiere importancia el hecho de que los 27 se reorienten, este partenariado debe ser eficaz. Coincidimos en que no es una solución “renacionalizar” a los 27, sino que de lo que se trata es de fortalecerlos mediante una mayor cooperación. Los 27 que conformarán la Unión Europea en el futuro deberían empezar por ahí, es decir, donde sean muchos los puntos en común.

Con el Proceso de Bratislava los 27 demuestran que dirigen la mirada hacia delante después del referéndum sobre el Brexit. Hasta el 60º aniversario de los Tratados de Roma en marzo de este año deberá ser elaborada una serie de pasos concretos.

En lo referente a la solidaridad entre los países de la UE, ya se han conseguido unos primeros logros: vamos a reforzar nuestro apoyo mutuo como Estados miembros bajo la coordinación de FRONTEX para recuperar el control sobre el acceso a nuestras fronteras exteriores. Con esta mejora de la protección de la frontera exterior generamos más seguridad del ciudadano. El concepto de fronteras internas abiertas dentro de Europa únicamente puede funcionar a largo plazo si los Estados miembros de la UE logran una protección eficaz de las fronteras exteriores. En este ámbito, España es un socio cuya larga experiencia y cuyo largo compromiso en la protección de la frontera exterior comunitaria es extremadamente importante para formular respuestas comunitarias.

De igual modo, la cooperación en materia de política migratoria con los países de origen y de tránsito se ha convertido en un componente evidente de la política exterior y de desarrollo común. Y también en torno a estos asuntos podemos aprender mucho de los ejemplos exitosos de colaboración regional que ha llevado a cabo España.

Europa es y será el fundamento de la paz y del bienestar de nuestras sociedades. La Unión Europea es, antes que nada, una potencia de paz. La cooperación en política exterior y de seguridad común es el ámbito de la política comunitaria mejor valorado por los ciudadanos y, en su percepción, tiene muy obviamente un valor añadido. La realidad en las regiones que nos rodean desafortunadamente es a menudo mucho menos pacífica que la nuestra. Por este motivo, la Unión Europea también es un lugar que muchos anhelan: el garante de aquello con lo que sueñan las personas en nuestra vecindad europea, al igual que en el mundo entero.

Sin embargo Europa tiene que convertirse otra vez en una perspectiva fiable de bienestar y seguridad social para la generación joven. También en este ámbito vemos primeros éxitos. El número de jóvenes desempleados europeos menores de 25 años ha bajado de 1,4 millones desde la implementación de la iniciativa para el empleo juvenil. Pero también es cierto que todavía queda mucho camino por recorrer. Invertir más en investigación y formación a escala europea será esencial para que cada persona tenga una oportunidad profesional y para que no dejemos desaprovechado el potencial del que disponemos.

De todo lo que he referido se deduce lo siguiente: vivimos en un mundo cada vez más complejo con numerosas interacciones. Vivimos en la aldea global. Y más que nunca debemos mirar hacia delante y convertir los desafíos en oportunidades. Como europeos tenemos una responsabilidad importante. Pero con nuestra potencia económica y nuestra fuerte comunidad de valores de igual modo tenemos todas las posibilidades de desempeñar un papel constructivo y de configurar activamente nuestro futuro.