Canarias se ha consolidado como uno de los destinos predilectos para los amantes del senderismo, gracias a la asombrosa variedad de paisajes que albergan en sus ocho islas. Desde frondosos bosques hasta áridas llanuras volcánicas y playas prácticamente vírgenes, el Archipiélago ofrece rutas que, en pocos kilómetros, transforman por completo su geografía, brindando a los caminantes una experiencia única.

Una travesía entre historia y naturaleza

Una de las rutas más bonitas de Gran Canaria es la que une el encantador casco histórico de Santa Lucía con la imponente Fortaleza Grande. Este sendero no solo atraviesa parajes de singular belleza como el barranco de la Sorrueda y su presa, sino que también sumerge al caminante en la historia viva de la isla.

El recorrido, que desciende hasta la caldera de Tirajana, permite observar flora autóctona y espectaculares formaciones geológicas. Al alcanzar la Fortaleza, los excursionistas se encuentran con un importante yacimiento arqueológico, símbolo del último bastión de resistencia de los antiguos canarios frente a las tropas castellanas en el siglo XV. Desde allí, el sendero rodea la Fortaleza Chica antes de regresar, bordeando la carretera, en una travesía que fusiona cultura, paisaje y esfuerzo físico.

Fuerteventura: el Gran Valle y la magia de Cofete

En el sur de Fuerteventura, el sendero del Gran Valle ofrece un recorrido de aproximadamente 18,5 kilómetros que une Morro Jable con la playa de Cofete. Esta ruta, que atraviesa el Parque Natural de Jandía, es un viaje a través de contrastes: comienza entre vegetación autóctona como el cardón de Jandía y finaliza en el vasto y desolado litoral atlántico.

Durante las cuatro horas y media de caminata, los senderistas atraviesan antiguos asentamientos indígenas, barrancos y pasos de montaña antes de descender hacia la solitaria playa de Cofete. Allí, la naturaleza en estado puro se mezcla con el misterio de la Casa Winter y un antiguo cementerio, envolviendo al visitante en una atmósfera tan inquietante como fascinante.

Los Ajaches, un viaje al origen volcánico

En Lanzarote, el sendero de Los Ajaches invita a descubrir uno de los macizos más antiguos del Archipiélago. Partiendo del pueblo de Femés, este recorrido de seis kilómetros permite adentrarse en un entorno modelado por millones de años de erosión, donde el paisaje árido y rocoso contrasta con la riqueza biológica de la zona.

Tabaibales, aves esteparias y rapaces acompañan al caminante en una ruta llena de barrancos, cuevas y antiguos grabados rupestres que dan testimonio de las primeras formas de vida en la isla. Esta caminata, aunque de dificultad moderada por su desnivel, recompensa con panorámicas espectaculares y una inmersión en el pasado geológico y humano de Lanzarote.

Jinama, un sendero por la historia de El Hierro

Antes de que existieran las carreteras modernas, este sendero, parte del histórico Camino Real de Jinama, era la principal arteria que unía el fértil valle de El Golfo con el altiplano herreño. Hoy, su trazado conserva el espíritu de aquella época, revelando no solo la geografía abrupta de la isla, sino también su legado cultural.

El recorrido arranca en la iglesia de La Candelaria, en La Frontera, y asciende más de mil metros en apenas cuatro kilómetros, hasta alcanzar la ermita de La Caridad. A partir de este punto, la pendiente cede terreno a llanuras verdes y pastizales que conducen al tranquilo núcleo de San Andrés. A lo largo del camino, los senderistas pueden disfrutar de panorámicas espectaculares del monteverde, un ecosistema endémico de la isla que alberga una notable biodiversidad.

Consejos para un senderismo seguro en Canarias

Antes de iniciar cualquiera de estas rutas, los expertos recomiendan planificar bien la jornada: llevar calzado adecuado, ropa cómoda, protección solar, agua abundante y alimentos energéticos. Además, es preferible realizar los recorridos en compañía y siempre por senderos señalizados para evitar contratiempos.