Turismo

Seis rutas para descubrir el Camino de Santiago zamorano

Se trata de la provincia con más tramos de la vía Jacobea

Albergue de peregrinos en Zamora
Albergue de peregrinos en ZamoraLa Razon

Zamora cuenta con uno de los recursos turísticos más amplio de España. Pero además, lo que no sabe mucha gente, es que es la provincia que cuenta con mayor número de rutas del Camino de Santiago. En concreto seis, divididas en más de 500 kilómetros, que nadie se puede perder, y menos en un Año Jacobeo como el que estamos viviendo.

Camino Sanabrés

El camino Sanabrés empieza el recorrido en Granja de Moreruela para continuar por Faramontanos de Tábara. Es el más famoso y recorrido de la provincia de Zamora. Los peregrinos utilizaron esta vía con el ánimo de acortar el recorrido, que de otra forma, llegando al camino francés, se haría mucho más dificultoso.

Las comarcas por las que este camino discurre van desde la típica estepa castellana en sus inicios, para adentrarse en tierras de Tábara que ya comienzan a ondularse, continuando por los valles de Valverde y del Tera, los más fértiles de la provincia, para luego, siguiendo el cauce del río Tera, llegar a las montañas sanabresas, paisaje que ya no se abandonará hasta llegar al sepulcro del Apóstol.

Por estas tierras, el Camino Sanabrés discurre entre bosques y prados, atraviesa ríos y arroyos y cruza santuarios, ermitas, cruceros, puentes y una veintena de pueblos que han conservado su patrimonio arquitectónico de piedra, madera y pizarra hasta nuestros días y cuyas gentes acogen a los peregrinos con hospitalidad.

 

Junto a la fachada de la iglesia de Granja de Moreruela, comienza o más bien continúa, para la gran mayoría, la peregrinación a Santiago. Detrás del templo hay que tomar la dirección marcada como Orense, despidiéndonos así de la Vía de la Plata que sigue hacia Astorga. Los peregrinos enfilan una pista de concentración paralela al arroyo de la Laguna, aunque sólo durante algo más de un kilómetro, ya que al pasar un monolito de piedra referente al Camino de Santiago hay que girar a la derecha en un desvío. De esta manera cogen otra pista en ligero ascenso y durante los siguientes tres kilómetros seguimos rectos en todos los cruces.

Tras este tramo se desvían de nuevo a la derecha y un kilómetro después a la izquierda. Rodeados de toda una variedad de arbustos mediterráneos descendemos hasta la carretera ZA-123 y, tras recorrer medio kilómetro por su asfalto, cruzamos el Esla por el puente Quintos, construido en 1920 con piedra de la población de Bretó de la Ribera.

Vía de la Plata

La Ruta de la Plata es el camino secular aprovechado desde tiempos prehistóricos por los pueblos del Oeste de la Península. Este camino, históricamente, ha sido un paso natural entre el Golfo de Cádiz y el Cantábrico.

Esta característica de camino natural fue, inteligentemente, aprovechada por el Imperio Romano, y durante la romanización fue la principal calzada entre Emérita Augusta (Mérida) y Astúrica Augusta (Astorga), teniendo como objetivo principal unir y comunicar entre si, la Lusitania, la Bética y la Tarraconense, con vistas a la dominación de cántabros y astures. Posteriormente se extendería hacia Sevilla y Cádiz por el Sur, y hasta León y Astúrica por el Norte.

Pocos recorridos de la Península Ibérica tienen una importancia semejante a la de este trazado. Aprovechado a lo largo de milenios, hace más de cuatro mil años, era ya utilizado para el paso de ganados en sus recorridos estacionales, y hoy también lo usan los pastores trashumantes de León y Extremadura. Camino comercial de los tartesos, militar de los cartagineses, vía de romanización de la mitad de la Península, espacio para la conquista árabe de Hispania, territorio para la repoblación cristiana, y en tiempos más modernos, como acceso decisivo en la Guerra de la Independencia.

Durante el medievo y hasta el presente, ha sido utilizada la Ruta de la Plata como un camino peregrino a Santiago de Compostela, aún cuando, con las modificaciones habidas en dicha calzada romana a lo largo de los siglos, siendo en parte transformada en cañada real y el resto en la carretera N-630, cruza de Norte a Sur la provincia de Zamora, para enlazar con el “Camino francés”.

Esta no es la única ruta de peregrinaciones proveniente desde el Sur (aunque sí la más importante) ya que los peregrinos salían de sus casas y hacían muchos caminos que confluían en la Vía de la Plata. Muchos peregrinos, una vez en la vía principal de la Plata, seguían su peregrinación hasta el camino francés para continuar por él; otros, ya en Zamora, se encaminaban por el camino sanabrés pasando por Tábara con dirección a Puebla de Sanabria, Orense y Santiago, o adentrándose por el camino portugués, penetraban por Portugal y salían por Chaves hacia Galicia.

Camino de Poniente

Los caminos jacobeos de Poniente discurren por la Comarca de Sayago, en el Sudoeste de la provincia zamorana. Una vasta penillanura granítica de 24.000 hectáreas, que dulcifica su relieve en llanura sedimentaria hacia el Este, enmarcada por dos sistemas fluviales: al Norte y al Oeste el río Duero, señalando el límite comarcal con Aliste y el fronterizo con Portugal; al Sur el río Tormes, que fija la línea comarcal y provincial con Salamanca.

La implacable acción erosiva de las aguas del Duero y del Tormes en la masa granítica de la penillanura sayaguesa ha conformado los espectaculares Arribes, una verdadera frontera natural que, en gran medida, ha condicionado el devenir histórico de Sayago.

Arribes del Duero, Castilla y León
Arribes del Duero, Castilla y LeónTurismo de Castilla y LeónTurismo de Castilla y León

Los peregrinos medievales y modernos procedentes de las salmantinas tierras de Ciudad Rodrigo y Ledesma, o de las portuguesas de Miranda do Douro y Mogadouro, recorrían estos Caminos de Poniente que conducían a la calzada principal: La Vía de la Plata en Zamora. Una red viaria secundaria trazada siglos atrás por los romanos que permanecerá a lo largo del tiempo llegando incluso hasta nuestros días, caso de las calzadas Zamora-Fermoselle y Zamora-Almeida/Carbellino, sobre las que se asientan las actuales carreteras regionales.

Buena prueba de la posterior utilización de las calzadas es la restauración y reconstrucción durante el medievo y los siglos XVI y XVII, de los modestos puentes de fábrica romana que salvaban las aguas de las riberas sayaguesas.

En los siglos XVIII y XIX calzadas y cañadas continuarán en pleno uso aunque con graves deficiencias de conservación, y no será hasta 1876 cuando se acometa una actuación en los caminos sayagueses, con la aprobación por la Diputación Provincial del proyecto de carretera Zamora-Fermoselle, con bifurcación hacia Aliste en Bermillo de Sayago. Las deficiencias seculares de la red viaria zamorana se acentuaban en el oeste provincial, contribuyendo decisivamente al paulatino aislamiento de las comarcas. Sayago y Aliste quedaron definitivamente comunicados por carretera en 1914, cuando se inaugura el esbelto puente metálico de Requejo.

Camino de Levante

Se trata de la ruta seguida por los peregrinos procedentes del Este peninsular o de los valles del Duero y Guareña, que llegan a la histórica urbe de Toro, para enlazar con la Vía de la Plata en la ciudad de Zamora. Un trazado que, en buena parte, se remonta a la época romana, cuando las dos ciudades del Duero estaban comunicadas a través de la calzada Mérida-Zaragoza, que se desviaba en Zamora de la Vía de la Plata para seguir el curso del Duero por su margen derecha hasta Toro.

Tres son las posibles variantes: La primera sería desde Torrecilla de la Abadesa-Toro-Matilla la Seca- Coreses-Zamora.

La segunda ofrece la posibilidad de salir desde Villafranca de Duero-Toro-Peleagonzalo-Villalazán-Zamora.

La tercera sería, partiendo desde Toro-Fresno de la Ribera-Coreses-Zamora.

La más visitada es la segunda, con una distancia de 49,5 kilómetros y un tiempo aproximado de 12 horas y media.

Los peregrinos suelen partir desde Villafranca, en la provincia de Valladolid y desde aquí, hasta el final del recorrido, no nos podemos quejar del camino que hemos encontrado, ya que, a la margen izquierda, sale una pista, señalizada perfectamente con el GR-14, que les lleva por Villafranca de Duero hasta Toro. La provincia de Zamora, había señalizado también parte del GR-14 recientemente, con una distancia de 14,9 kilómetros.

Villafranca de Duero está situada en la margen izquierda del río Duero y muy cerca del embalse de San José. Su nombre indica que el lugar fue repoblado por francos, sobre el siglo XI. La Iglesia está dedicada a Santa María Magdalena: antiguamente fue edificio de ladrillo y tapia, pero el actual es moderno, de 1981, aunque conserva la misma advocación. Entre su imaginería destaca un Crucificado románico de fines del siglo XII y una bien conservada Santa María Magdalena del siglo XVI.

Camino Matritense

El camino madrileño-castellano de Santiago surca el Nordeste de la provincia de Zamora, la Tierra de Campos, hasta Benavente. Una ruta secular utilizada ya en tiempos de los romanos, pues hasta Villalpando coincide con la calzada Astorga a Zaragoza por Cantabria. Posteriormente sería el camino que tomaban los arrieros maragatos hacia la capital de España y cañada trashumante de la Coruña a Madrid.

Una vez se llega a Benavente, hay tres posibilidades: la primera sería seguir, desde Benavente, por la Via de la Plata hasta el camino francés; la segunda seguir por el Valle del Tera y la tercera seguir por el valle de Vidriales. (Acompañamos mapas de estas dos últimas).

En el inicio del camino, el viajero procedente de Tordesillas (Valladolid), se adentra en la provincia de Zamora en el término de Cotanes, en la Tierra de Campos zamorana. Un amplio espacio estepario salpicado con insignificantes masas arbóreas, con un clima continental severo y dedicado a la producción de cereales de secano y a la ganadería ovina.

Siguiendo la A-6, la llanura se muestra en todo su esplendor en Villalpando, importante enclave medieval; villa y tierra del Condestable de Castilla en los siglos modernos y cabeza de partido de la Tierra de Campos zamorana. La ruta continúa por el Camino Real -paralelo a la actual A-6- que conduce a Cerecinos de Campos y San Esteban del Molar,salvando el río Esla por el puente medieval de los Paradores de Castrogonzalo, para llegar a la ciudad de Benavente. En la ciudad de los Condes-Duques confluye con la Vía de la Plata.

Aquí los peregrinos podían continuar por la calzada romana hasta Astorga y enlazar con el Camino Francés, o bien seguir a través del valle del Tera para unirse a otra importante vía, el Camino Sanabrés, o como queda dicho, seguir por el Valle de Vidriales. Desde Cotanes hasta Benavente el peregrino habrá recorrido 47,5 kilómetros y habrá invertido 12 horas.

Camino Portugués

Su trazado discurre por las comarcas de Alba y Aliste -en el Noroeste zamorano-, hasta alcanzar la raya de Portugal. Aquí los bosques superan en mucho a las tierras de cultivo, que se distribuyen en pequeños minifundios, practicándose tradicionalmente una agricultura de autoconsumo.

A consecuencia de este aislamiento, muchos de los pequeños pueblos de Alba y Aliste constituyen auténticos museos etnográficos, pues junto a una arquitectura tradicional basada en el empleo de la piedra -pizarra y granito-, sus gentes han conservado una rica cultura popular, orgullo de una tierra olvidada a su suerte y al margen del progreso durante tantos años.

En la descripción de la ruta seguimos la propuesta por Alfonso Ramos de Castro (Caminos Jacobeos de Zamora, pueblos y valores. Zamora, 2000). El camino portugués se desvía de la ruta principal de la Plata en la ciudad de Zamora, que el peregrino abandona por el bosque de Valorio, último vestigio de lo que en su día fue “Monte Concejo” de la “Bien Cercada”. Continúa por la ermita romera del Cristo de Valderrey para dirigirse al pueblo de La Hiniesta, escenario de una populosa romería cuyo origen se pierde en el año 1290, cuando una imagen de la Virgen se apareció milagrosamente al rey Sancho IV.

Fachada de la iglesia de La Hiniesta de Zamora
Fachada de la iglesia de La Hiniesta de ZamoraLa Razón

¿Qué comer en estas rutas?

La provincia zamorana se caracteriza por la comida de cuchara. En una tierra eminentemente ganadera como ésta predominan las carnes.

Platos Típicos:

Arroz a la zamorana: El arroz a la zamorana no tan sólo es uno de los platos más típicos de dicha provincia, sino que también es muy popular en el resto de la comunidad de Castilla y León. Es un plato fuerte y contundente, por lo que, aunque por supuesto puede consumirse durante todo el año, es recomendable especialmente durante la época de frío.

Queso zamorano: La Denominación de Origen Queso Zamorano abarca los quesos elaborados y curados en la provincia de Zamora con leche procedente de ovejas pertenecientes a las razas conocidas como churra y castellana.

Sopas de ajo: Las sopas de ajo son un plato muy popular en la provincia de Zamora, donde existe la costumbre de tomarlas en plena calle durante la madrugada de Viernes Santo.

 

Ternera de Aliste: Se trata de una carne amparada con la Marca de Garantía Ternera de Aliste y que procede del ganado vacuno de la comarca de Aliste, situada en la zona occidental de Zamora. Esta carne podríamos calificarla de una producción casi artesanal por parte de pequeños ganaderos, y en función de distintos factores podemos encontrar tres tipos de la misma: ternera lechal de Aliste, ternera pastera de Aliste y ternera autóctona de Aliste. Uno de los platos más populares que se elaboran con esta carne es el conocido como chuletón alistano.

Bacalao a la tranca: Esta receta consiste en un bacalao que previamente hemos tenido que desalar durante 48 horas en un recipiente con agua que debemos ir cambiando al agua por los menos cuatro veces hasta que esté completamente desalado. Una vez desalado, cocemos el bacalao durante unos cinco minutos y lo retiramos del fuego y dejamos un poco de agua. Por otro lado ponemos en una sartén con un poco de aceite de oliva los ajos laminados y cuando estén dorados, los quitamos del fuego y añadimos el pimentón para que no se queme. Cuando lo tengamos mezclado lo añadimos por encima al bacalao, es un plato que se puede acompañar de una patata cocida y un huevo cocido.

Dos y pingada: El dos y pingada es un plato muy popular en Zamora. Aunque se toma durante todo el año, es muy típico consumirlo el Domingo de Resurrección después de la procesión, como una manera de despedir la Semana Santa. La receta, aunque exquisita, no puede ser más sencilla. Se trata de dos huevos fritos junto con dos o tres magras de cerdo pasadas por la sartén y un trozo de pan para acompañar el plato.

2 y pingada, plato típico del fin de la Semana Santa zamorana
2 y pingada, plato típico del fin de la Semana Santa zamoranaJL Leal

Habones de Sanabria: Los habones de Sanabria son una variedad de alubias, blancas y de gran tamaño, con las que se elaboran abundantes guisos acompañados generalmente de carne. Proceden de las ricas huertas de la comarca de Sanabria, situada al noroeste de la provincia de Zamora.

Dulces: En la provincia de Zamora podemos encontrar una gran variedad de dulces, todos ellos exquisitos y elaborados de forma artesanal. De entre los más populares podemos citar: Las cañas zamoranas, en forma de tubo y rellenas de crema.

  • Las aceitadas, de forma cilíndrica y elaboradas con aceite, azúcar, huevos, harina y anís. En Zamora es típico de Semana Santa.
  • El rebojo zamorano, un pan dulce que se parece mucho a un bizcocho. Sus ingredientes son la harina, levadura, azúcar, mantequilla y la ralladura de media naranja o medio limón.
  • Las flores de carnaval, un dulce en forma de flor cuyos ingredientes son la leche, huevos, canela, sal, harina, azúcar y aceite de oliva. Con todos estos productos se elabora una masa y se hacen las flores, que posteriormente se fríen.
  • El bollo maimón, un bizcocho ideal para mojar en el café con leche o en el chocolate a la taza, que se elabora con harina, huevos, harina y ralladura de limón, y se cubre con azúcar glas.
  • Los amarguillos, un exquisito dulce en forma de galletitas, crujientes por fuera y tiernos por dentro, elaborados con almendra molida, clara de huevo y azúcar glas. Opcionalmente, algunas personas añaden canela, ralladura de naranja o ralladura de limón. Una vez hechas las galletas se ponen almendras crudas por encima.

¿Qué museos se pueden visitar?

Es mucha y variada la oferta de la provincia de Zamora. Pero si por algo destaca, es por sus museos, algunos de los más visitados de España, como por ejemplo:

El Museo Etnográfico de Castilla y León: Está ubicado en la ciudad de Zamora, es uno de los cuatro que conforman la Red de Museos Regionales de Castilla y León. El edificio fue construido especialmente para ser la sede de un museo etnográfico con carácter regional donde tiene cabida la investigación, conservación y divulgación de la cultura tradicional de esta Comunidad Autónoma. La exposición permanente del Museo abarca todo lo concerniente a la vida tradicional de las personas que habitaron estas zonas a través de los tiempos, teniendo en cuenta la religión, los mitos, las fiestas, el tiempo meteorológico, los enseres utilizados, los lugares habitados, los trajes utilizados, etc. En la actualidad se puede ver varias muestras temporales como “Arte-Factos de un Alquimista”, “Termus”, “160218-190930″ y “Vestigios”.

El Museo Etnográfico de Castilla y León presenta la muestra "Termus. Territorios musicales. Instrumentos da Raia"
El Museo Etnográfico de Castilla y León presenta la muestra "Termus. Territorios musicales. Instrumentos da Raia"JL LealAgencia ICAL

Museo Catedralicio: El Museo Catedralicio de Zamora fue inaugurado en 1926 con el objetivo de albergar obras procedentes tanto de la propia Catedral como de otras parroquias de la diócesis, con el objeto de ser mostradas al público. El museo tiene su acceso desde el claustro de la Catedral. En él se expone parte de una magnífica colección de tapices flamencos, entre los que destaca el de Tarquino Prisco, obra maestra tejida en Flandes hacia 1475 y los de la Guerra de Troya entre otros. Otras obras destacadas son la custodia procesional, cuya obra original fue finalizada por Pedro de Ávila en 1515, la Virgen con el Niño y San Juanito, labrada en mármol blanco de Carrara en el siglo XVI y atribuida al escultor burgalés Bartolomé Ordóñez.

Museo del Vino de Pagos del Rey: Se trata de un museo enológico situado en la localidad zamorana de Morales de Toro, dedicado a la difusión, cultura, historia y tradición del vino.