Sociedad
Un libro para desmontar los “falsos mitos” sobre el nuevo modelo residencial de la Junta
La consejera Isabel Blanco presenta esta publicación en una jornada con expertos y profesionales para debatir, reflexionar e intercambiar ideas
Que las sujeciones son necesarias para evitar caídas; que la presencia de la familia en los centros entorpece la vida de estos; que no tiene sentido hablar de proyecto de vida cuando la persona está cerca de la muerte ‘porque no se entera’; o que los módulos de 25 o 30 personas son unidades de convivencia.
Estas son algunos de los falsos mitos que se quieren desmontar y rebatir acerca del nuevo modelo residencial basado en la persona que impulsa la Junta con el libro El modelo Atención Integral Centrada en la Persona AICP y sus beneficios en las residencias de personas mayores”.
Una publicaciónque ha presentado este lunes en Valladolid la consejera Isabel Blanco, tras inaugurar una jornada sobre este modelo llamado a mejorar la calidad de vida de los residentes, pero también de los que viven en sus domicilios o necesitan de apoyos puntuales.
Una jornada, en la que han participado expertos y profesionales que han debatido, reflexionado y compartido experiencias e ideas, y en la que, según Blanco, se analizarán las aportaciones de expertos en la atención a personas mayores rebatiendo estos falsos mitos sobre este modelo que, en su opinión se sustentan en el desconocimiento del sistema de atención y sus fundamentos éticos, técnicos y organizativos.
“Castilla y León cuenta con la mayor cobertura residencial de toda España, un 7,92 por ciento”, destacaba la consejera, mientras recordaba que en estos momentos la Comunidad dispone de 48.602 plazas para mayores en 687 centros residenciales y 5.910 plazas en 456 centros de día.
“El modelo que adopten estos centros se convierte en una decisión muy relevante para su vida y también para sus familiares”, continuaba Blanco, a la vez que reafirmaba el compromiso de su departamento con la atención a las personas mayores y personas dependientes a través de este modelo que, a su juicio, “mejora significativamente la calidad de atención que reciben los usuarios y también la de aquellos que residen en su domicilio y que necesitan de apoyos a su vida independiente, a través de las estancias diurnas y los centros multiservicios”.
Modelo de éxito
La consejera de Familia explicaba a los asistentes que este modelo basado en la persona es un modelo de éxito, demandado tanto por los propios mayores como por sus familiares, y su progresiva implantación en Castilla y León está situando a la Comunidad a la vanguardia en la calidad de la atención residencial a las personas mayores. Además, apuntaba que cuenta con el reconocimiento de la comunidad científica y profesional, con el apoyo incondicional del sector profesional de la atención residencial en Castilla y León y ha despertado el interés de la Unión Europea.
Esta metodología se basa en la atención centrada en la persona y en el respeto a sus proyectos de vida, en el que el centro residencial debe ser una continuidad del hogar y de la vida cotidiana de las personas. Se trata de poner en el centro de la atención a la persona y su derecho a gestionar su propia vida, respetando y apoyando sus decisiones sobre los cuidados que quiere recibir y cómo quiere recibirlos. Además, dota a los profesionales de un papel esencial en la atención, ya que se asignan de forma individualizada a todos los residentes un profesional de referencia de atención residencial y un gestor de caso para optimizar la coordinación entre los residentes, la familia, el profesional de referencia y el resto de los profesionales y estructuras del centro.
Asimismo, Blanco se refería a la futura Ley reguladora del Modelo Atención Residencial para cuidados de larga duración en Castilla y León, que incorporará la metodología centrada en la persona que reciben los mayores en las residencias de la Comunidad, tanto públicas como privadas,. “Un cuidado individualizado -decía- que incluye el acompañamiento emocional y que convierte a los centros en hogares, organizados en unidades de convivencia”.
Una norma que, según Blanco, cuenta con la participación, el consenso y el diálogo de todos los agentes implicados y se basa en la evidencia, la investigación y la ciencia.
Blanco señalaba también que este modelo apuesta por la innovación a través de la incorporación de las nuevas tecnologías que, entre otras cuestiones, posibilitan ejercitar las capacidades cognitivas y corporales y evitar el estancamiento psicológico y físico, además de favorecer unas instalaciones operativas, amables, saludables, eficientes energéticamente.
Al respecto, Blanco explicaba que para lograr la mayor eficiencia energética y confort, se elige la mejor orientación de las diferentes dependencias y, especialmente, de las habitaciones, con una configuración de la unidad de convivencia que permite tener vistas del exterior, ventilación y luz natural.
Los nuevos centros adoptarán en todas las fases implicadas criterios de ‘economía circular’ que tienen por objetivo reducir tanto el consumo de materiales y energía, así como la producción de residuos, cerrando los ciclos o flujos económicos y ecológicos de los recursos.
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