Arqueología

Gil de Siloé: La residencia juvenil que es la envidia de los arqueólogos de todo el mundo

Este centro, por el que han pasado más de 2.600 arqueólogos desde 1994, se ha convertido en el cuartel general de los investigadores de Atapuerca

La consejera Isabel Blanco visita la residencia Gil de Siloé y se interesa por la labor de los arqueólogos
La consejera Isabel Blanco visita la residencia juvenil Gil de SiloéJcylLa Razón

La residencia juvenil Gil de Siloé, de la Junta de Castilla y León, se ha convertido en un Centro Internacional Avanzado de Investigación, que durante un mes al año es el cuartel general de los investigadores de Atapuerca, un complejo declarado Patrimonio de la Humanidad.

Un espacio por el que han pasado desde 1994 más de 2.600 arqueólogos de varios países para investigar en Atapuerca, que "son la envidia de los colegas que llegan de otros lugares", en palabras de Juan Luis Arsuaga, uno de los codirectores del yacimiento burgalés, quien destaca la importancia de que un centenar de investigadores de Atapuerca puedan comer y dormir durante cada campaña.

Los investigadores, muchos de ellos españoles, pero también expertos de países como China, Estados Unidos, Reino Unido, Marruecos, Georgia, Italia, varios países de América del Sur o La India, dedican la mañana a trabajar en los yacimientos, prácticamente hasta las cuatro o cinco de la tarde.

Arsuaga ha explicado que a partir de ese momento se realiza una tarea menos conocido pero también necesaria, como es la limpieza, clasificación, inventario y primera toma de datos de los hallazgos.

La consejera Isabel Blanco visita la residencia juvenil Gil de Siloé
La consejera Isabel Blanco visita la residencia juvenil Gil de SiloéFundación AtapuercaLa Razón

Es ahí donde es fundamental la residencia Gil de Siloé, que “no está demasiado céntrica, lo que facilita el aparcamiento y la tranquilidad, pero a lo largo de los años se ha ido dotando de todo los necesario para contar con varios lugares de trabajo que resultan fundamentales y que no se podrían dotar para solo un mes, por lo que es algo que no existe cerca de otros yacimientos”.

La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, visitaba hoy la residencia y destacaba que en este lugar están representadas prácticamente todas las generaciones de investigadores de la evolución humana de España.

La consejera, además, apuntaba que la Junta de Castilla y León quiere que las residencias no limiten su papel a acoger jóvenes durante el periodo lectivo, sino que se fomente su uso para fines sociales,culturales o científicos durante el resto del año, como ocurre en este caso; o bien se conviertan durante el verano en albergues de temporada, como ocurre con el ‘Complejo Castilla’ de Palencia y la Fundación Arturo Duperier de Ávila.

Blanco mostraba su satisfacción por continuar colaborando con la Fundación y ceder la residencia Gil de Siloé no sólo para que sea el hogar de los arqueólogos entre el 1 y el 26 de julio, sino también porque durante este mes se convierte en una pieza logística más de la investigación. Una colaboración cifrada en 42.000 euros de gastos durante las más de tres semanas de alojamiento.

La residencia juvenil de Burgos es una de las ocho de titularidad de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades que gestiona el Instituto de la Juventud de Castilla y León. Cuenta con 96 plazas de las 760 totales, en las cuales se alojan jóvenes de entre 18 y 26 años que, por razón de estudios o trabajo, deben salir de su domicilio.

Aunque el plazo de solicitud se cerró el pasado 3 de julio, los estudiantes que aún no conocen la universidad o el centro en el que estudiarán el próximo curso pueden optar hasta el mes de septiembre a una de las plazas, ya que, en primera convocatoria, se han recibido 709 solicitudes, un número notablemente más alto que en 2022, que fueron 613. Además, desde el curso escolar 2023-2024, se amplía la permanencia máxima en las instalaciones, pasando de 5 a 9 años.

De cara al curso próximo, se mantienen los mismos precios, inalterados desde 2013, además de contar con una serie de bonificaciones en función de la capacidad económica, pero también para jóvenes con trayectoria académica excelente, deportistas de alto nivel y para quien encarne la figura del colaborador. Estos oscilan, por tanto, entre los 120 y 539 euros mensuales en habitación compartida y los 138 y 620 en individual.

Promoción de la arqueología

Durante la campaña de excavaciones, se impartirá un ciclo de conferencias sobre las investigaciones llevadas a cabo en los yacimientos ubicados en la Sierra de Atapuerca que realiza el equipo que trabaja allí en verano.

Así, el salón de actos de la residencia acogía esta tarde la primera de ellas, cuya exposición versará sobre ‘La conservación y restauración en el equipo de investigación de Atapuerca’, a cargo de Pilar Fernández, Lucía López-Polín y Mari Cruz Ortega, integrantes del grupo de arqueólogos.

Este año, el programa de la Fundación Atapuerca para la residencia incorpora una interesante novedad. No en vano, cuatro de los más destacados divulgadores y científicos del panorama nacional se reunirán en la Gil de Siloé el 19 de julio para, moderados por el periodista Luis Quevedo, grabar un ‘podcast’ sobre temas de actualidad en la ciencia, entre ellos, las novedades relacionadas con los yacimientos burgaleses. En concreto, los participantes serán la arqueóloga Marga Sánchez Romero, el biólogo Alex Richter-Boix, el paleontólogo Francesc Gascó y el profesor de Prehistoria Ignacio Martín Lerma.