Unicaja renueva su apoyo al Club Baloncesto Silla de Ruedas Valladolid y continúa como patrocinador una temporada más

Unicaja ha renovado un año más su colaboración con el Club Baloncesto Silla de Ruedas Valladolid (BSR Valladolid), entidad fundada en 1994 y que milita desde hace 30 años en la División de Honor a nivel nacional de esta disciplina deportiva. En su palmarés figuran el título de Campeón de Liga en la temporada 2010-2011 y, con anterioridad, el título de Campeón de la Copa de Europa Willi Brinkmann en 2010. En la temporada que acaba de finalizar, obtuvo el primer puesto en la previa de la EuroCup2, celebrada en la localidad italiana de Pimbiono Dese, y el tercer puesto en la fase final de la EuroCup2, disputada en Murcia en abril.

El convenio de colaboración ha sido firmado por la directora de Relación con Grupos de Interés de Unicaja, María José Rivera, y por el presidente del Club de Baloncesto Silla de Ruedas Valladolid, José Antonio de Castro Blanco.

El apoyo de Unicaja al BSR Valladolid se enmarca en el interés de la entidad por fomentar y respaldar en sus zonas de actuación en general y especialmente en Valladolid aquellas actividades que fomenten el deporte como vía para facilitar la plena inclusión de las personas con discapacidad.

El club (http://www.bsrvalladolid.com/), que cuenta con 346 socios, tiene como finalidad proporcionar a las personas con discapacidad física de Valladolid y de la Comunidad de Castilla y León los medios necesarios para desarrollar una actividad deportiva; en concreto, a través del baloncesto en silla de ruedas.

Para fomentar la práctica de esta disciplina, además del equipo que juega en la máxima categoría, el BSR Valladolid también dispone desde 2015 de una Escuela de Baloncesto en Silla de Ruedas, destinada a niños, jóvenes y adultos a partir desde los 11 años en adelante, con discapacidades físicas y sin ellas.

Esta escuela, que, actualmente, cuenta con 12 jugadores, ofrece la posibilidad de practicar deporte a aquellas personas que tengan dificultades para hacerlo en su vida diaria, en su tiempo libre o en su actividad extraescolar, en el caso de los más jóvenes. Para ello, dispone de un monitor y de un mecánico y está bajo la supervisión directa de la dirección técnica del club.