Cataluña
El PSC se abre a ser el salvavidas del gobierno independentista
El Govern tiene difícil sumar el respaldo de la CUP y Podemos para aprobar los presupuestos de 2022 y los socialistas catalanes podrían convertirse en el apoyo determinante
El PSC venció en las elecciones catalanas del pasado 14 de febrero y, con ello, recuperó la fuerza y el papel central en la política catalana que había perdido en la última década. No obstante, tampoco pudo redondear el triunfo electoral con la presidencia de la Generalitat porque Salvador Illa se quedó sin apoyos parlamentarios suficientes y se ha tenido que conformar con el liderazgo en la oposición. En ese escenario, lejos de quedarse en el “no a todo” que caracterizó a Ciudadanos en la pasada legislatura, está mostrando mayor predisposición al acuerdo para tratar de copar protagonismo y evitar quedar al margen del día a día político: en este sentido, de entrada, los socialistas catalanes dejan la puerta abierta al Govern para negociar los presupuestos de la Generalitat de 2022 si el independentismo fracasa.
En la sala de máquinas del PSC tienen intención de dejar todo el protagonismo inicial al bloque independentista, que tiene mayoría en el Parlament (74 de los 135 diputados) y valió para la investidura de Pere Aragonès, y, en caso de que fracase la negociación, ya decidirían qué hacer. De momento, rechazan cerrarse en banda y dejan la puerta abierta. “El Govern tiene mayoría parlamentaria para aprobarlos. Si no lo consigue, ya hablaremos”, aseguran desde el PSC. “Pero el trabajo lo tiene el Govern”, afirman, dejando la pelota en el tejado del ejecutivo catalán. Lo cierto es que los socialistas catalanes sí consideran que Cataluña debe tener unos presupuestos para 2022, tal y como han estado reclamando para 2021.
La portavoz y responsable del área económica del partido, Alícia Romero, ha sido insistente con el conseller de Economía, Jaume Giró, en la reclamación de elaborar unas cuentas de forma exprés para este 2021. Pero Giró siempre se ha negado porque conllevan un tiempo de tramitación excesivo y ha optado por centrarse en los del año que viene. Cataluña está ahora con los presupuestos prorrogados, que fueron elaborados a principios de 2020 (antes de la irrupción de la pandemia).
Lo cierto es que el PSC se va a ver abocado a dar un paso adelante si todo continúa como apuntan los últimos movimientos de los dos potenciales socios del Govern: CUP y Podemos. Ambas formaciones están ahora ancladas en el “no” a las cuentas tras el malestar exhibido por los proyectos de la ampliación del Aeropuerto de El Prat y la candidatura de Barcelona-Pirineos para acoger los Juegos Olímpicos de Invierno para 2030. También hay otros proyectos que suscitan el rechazo de ambas formaciones, como el macrocomplejo de ocio y juego Hard Rock previsto para Salou y Vilaseca (Tarragona). ¿El motivo? Que van contra la lucha contra el cambio climático.
PSC y Esquerra se vetaron mutuamente para formar gobierno tras las elecciones, pero se emplazaron a acuerdos cuando arrancara la legislatura. Los presupuestos se antojan como el primer gran pacto ya que de ello dependerá la viabilidad del Govern (sin presupuestos en 2022, la legislatura quedaría sentenciada nada más haber empezado). En este sentido, también entrará en juego los presupuestos a nivel nacional, donde el Gobierno se apoyará previsiblemente en la mayoría de la investidura de Pedro Sánchez, que incluye a Esquerra como partido determinante.
Los republicanos se han mostrado ya receptivos a negociar esas cuentas para el año que viene con la vista puesta también en lo que pueda ocurrir en Cataluña ya que son conscientes de que están presos de un socio muy poco fiable, como la CUP.
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