Cataluña
Aviso de la CUP a Esquerra y JxCat por el giro con los Mossos: “Es peligroso hacerle el juego a la extrema derecha”
Los anticapitalistas reprochan al Govern su defensa de la policía catalana y han conseguido crear una comisión de estudio sobre el modelo de seguridad
Los Mossos d’Esquadra se han convertido en una de las cuestiones más sensibles para esta legislatura. Tras el estrés que sufrieron durante la etapa más intensa del “procés” porque se encontraron en medio de la pugna entre Generalitat y Gobierno, ahora se han erigido prácticamente en moneda de cambio para esta legislatura en la que el Govern de Esquerra y JxCat se tiene que sostener con el apoyo de una fuerza tan crítica con la policía como la CUP. Así, de entrada, los anticapitalistas consiguieron ayer que se creara una comisión de estudio sobre el modelo policial en el Parlament, aunque este jueves han lanzado un duro aviso a republicanos y convergentes por el giro que han hecho en el trato a los Mossos (ahora mucho menos críticos): “Es peligro hacerle el juego a la derecha, a la extrema derecha españolista y al PSC”.
Estas palabras, pronunciadas por el diputado cupero Xavier Pellicer, se han expresado en el debate celebrado en el Parlament sobre una moción para obligar al Govern a defender a los agentes policiales cuando sean objeto de acusación o hayan sufrido lesiones “acreditadas” (matiz importante porque puede restringir la defensa de los agentes). La iniciativa ha sido planteada por JxCat y Esquerra, que parece que han cambiado el tono con los Mossos d’Esquadra al ver cómo en las últimas semanas se han mostrado más reivindicativos y han organizado una manifestación frente al Palau de la Generalitat.
También es cierto que entre ciertos agentes del cuerpo cunde una mejor percepción con el nuevo conseller Joan Ignasi Elena (ERC) que con sus predecesores (JxCat). En este sentido, algunos miembros consultados por este diario reconocen que el conseller está empezando bien porque está cumpliendo con lo prometido y está comprando más material y mejorando la dotación de personal. De hecho, sin ir más lejos, se ha devuelto la paga extra que se les debía, se han comprado vehículos y uniformes nuevos, se ha anunciado una nueva promoción de 860 agentes para 2022 y este viernes en la Junta de Seguridad (reunión entre Generalitat y Gobierno) se abordará cómo aumentar la plantilla desde los 17.900 efectivos actuales a 22.000.
Ahora bien, también reclaman cautela porque todo acaba de empezar y, de momento, no ha habido ninguna manifestación o problemas de orden público importantes. También recelan de la comisión de estudio creada, que estará presidida por la CUP, aunque son conscientes que las propuestas que salgan tendrán que ser votadas por todo el parlamento.
En este sentido, los anticapitalistas, en el acuerdo de la investidura de Pere Aragonès, hicieron una lista de reclamaciones, entre las que aparecían una moratoria de las balas de foam, algo que el Govern no ha accedido de momento a hacer. Los cuperos también piden al Govern que retire las acusaciones particulares contra manifestantes, algo que la Generalitat no está dispuesta a hacer de momento, aunque sí ha cambiado la dirección de la defensa jurídica de los policías y ha pasado de la Consellería de Interior a la Consellería de Presidència (se agrupan las defensas de todos los funcionarios).
“Nosotros no compartimos el sentido general de la moción”, han asegurado los anticapitalistas, que, día tras día, amplían más su grieta con el Govern. La moción también pide cubrir “la responsabilidad civil” de los Mossos en casos de lesiones, y garantizar “la defensa” de los agentes cuando sean “objeto de acusación” como consecuencia “del servicio y de sus funciones establecidas en la legislación vigente”.
Asimismo, en un gesto de respaldo a los Mossos prácticamente inédito en los últimos tiempos por parte de Esquerra y JxCat (porque podía molestar a los activistas independentistas), en el primer punto de la moción, se “condena los altercados y acciones violentas en el ámbito público”, así como “los daños a personas y a bienes”. La condena se hace extensiva a “las agresiones” que hayan podido sufrir los Mossos d’Esquadra y los miembros de las policías locales, así como “a los miembros de los servicios de emergencias”. También es cierto que se hace en referencia a los ataques recibidos durante los botellones de las últimas semanas.
Después de rechazar “la criminalización de las personas jóvenes” y reconocer el “civismo, solidaridad y esfuerzo” que han hecho durante toda la pandemia, la moción reconoce el trabajo hecho por las policías y otros servicios de emergencias.
Han defendido la moción el diputado de ERC Chakir el Homrani y la diputada de JxCat Mercè Esteve, que han reclamado, precisamente, que no se haga “partidismo” con los Mossos d’Esquadra.
Según Ramon Espadaler, de PSC-Units, esta moción es muy parecida a una propuesta de resolución de su grupo que fue rechazada por los partidos del Govern, por lo que se ha preguntado quién hace realmente “partidismo”, si bien ha anunciado el apoyo al texto.
Por Vox, Sergio Macián ha criticado lo que considera como “clima de inseguridad” que hay en Cataluña y ha preconizado tratar con “puño de hierro y sin guante de seda” a criminales y violadores.
Desde En Comú Podem, Marc Parés ha explicado que a los comunes “hay elementos” que les preocupan, como son “las lesiones causadas por proyectiles de foam” y que la policía “puedan poner en riesgo el derecho de manifestación”.
Matías Alonso, de Ciudadanos (Cs), ha criticado algunos posicionamientos de líderes de Junts con respecto a los Mossos d’Esquadra, mientras que Lorena Roldán, del PPC, ha pedido que este cuerpo policial “no sea objeto de contraprestación en las negociaciones políticas del Govern”.
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