Los exóticos destinos de los relojes de lujo robados en Barcelona

Los relojes de lujo robados en Barcelona y otras ciudades españolas siguen un complejo circuito internacional que los lleva desde las calles donde son sustraídos hasta mercados ilegales en países de todo el mundo. La investigación de estas redes criminales ha revelado un sistema organizado que convierte estos objetos de lujo en dinero en efectivo a través de múltiples canales.

El circuito internacional del mercado negro

Los relojes robados en España tienen como destino final principalmente países de Oriente Medio, Rusia, Israel y China. Según las autoridades policiales, "un reloj robado en Marbella es más que probable que acabe en Moscú, Macao, o Dubai a que sea vendido en Barcelona". Esta distribución geográfica se debe a que en estos países "no es necesario para su venta disponer de la documentación individual de autenticidad del reloj, basta con un peritaje que lo acredite".

Dubai se ha consolidado como uno de los principales mercados de destino para los relojes de lujo, tanto legales como ilegales. El emirato representa el octavo mercado más importante de relojes suizos a nivel mundial, y las sanciones internacionales han aumentado la demanda de rusos adinerados que buscan paraísos financieros para sus inversiones.

El papel de las bandas napolitanas

Las organizaciones criminales napolitanas juegan un papel fundamental en este circuito internacional. Estos grupos "entregan los relojes a jefes de la Camorra, que suelen financiar los viajes y se encargan luego de vender la mercancía en el mercado negro". La Policía Nacional ha confirmado que tres de cada cuatro robos de relojes en España los ejecutan ciudadanos italianos procedentes de Nápoles.

El modus operandi de estas bandas es altamente organizado: "realizan dos o tres golpes, generalmente en equipo de cuatro o cinco personas, antes de volver a Italia". Una vez en Nápoles, "ese coche pone rumbo al aeropuerto donde suben a un vuelo comercial con destino a Roma o a Nápoles".

Los relojes robados pasan por un proceso de "limpieza" antes de ser vendidos. Una red desmantelada en Francia se dedicaba a "la compra de relojes de lujo robados, que después de limpiar el número de serie y hacerlos irreconocibles, les ponía en venta de nuevo". Este proceso de "falsear" los relojes, borrando el número de serie, elimina la trazabilidad y les da "apariencia de legal".

Canales de distribución

Los relojes robados se distribuyen a través de varios canales:

• Mercado negro directo: Venta a compradores especializados que conocen el origen ilícito
• Blanqueo de capitales: Utilización por parte de narcotraficantes para "blanquear capitales", después moviendo los relojes hacia países como Dubai
• Compradores de buena fe: Venta a personas que "los compraban pensando que compraban una pieza buena"
• Servicios de mensajería: Utilización de empresas de envíos para sacar los efectos robados del país, "ocultos entre prendas de ropa para dificultar su detección"

Precios en el mercado negro

La diferencia de precios entre el mercado legal y el mercado negro es significativa. Los relojes robados "se podían llegar a vender por la mitad de su valor" después del proceso de eliminación de trazabilidad. Sin embargo, en algunos casos, la alta demanda puede elevar los precios: "un reloj, marca Rolex, que puede costar 29.000 euros en una joyería, en el mercado negro se llegan a pagar 150.000 euros".

Red nacional

A nivel nacional, existe una red de receptadores que facilita la primera fase de la venta. En Barcelona, "la clave son los receptadores: unas pocas personas que han pasado de robar ellos a encargar el golpe a jóvenes". Estos receptadores "forman partes de redes internacionales, que colocarán la pieza en el mercado asiático".

Un caso documentado en Madrid reveló cómo funcionan estos circuitos: los relojes robados a futbolistas como Rodrygo "acabaron en una tienda italiana de Compro Oro de Montera". El propietario italiano de este establecimiento fue detenido "acusado de un delito de receptación y blanqueo de capitales".

Las autoridades han documentado casos que demuestran el alcance internacional de estas redes. Un reloj robado en A Coruña en 2020 fue localizado "en una joyería de Helsinki cinco años después de ser robado", lo que demuestra cómo estos objetos pueden aparecer en cualquier parte de Europa.

La colaboración internacional es fundamental para combatir estas redes: "gracias a la colaboración con la Guardia di Finanza italiana, algunos ladrones de relojes han sido detenidos nada más aterrizar en suelo italiano".

Volumen del mercado negro

El mercado negro de relojes robados mueve cantidades millonarias. Según The Watch Register, "los relojes registrados como robados o desaparecidos en los últimos años ascienden ya a 80.000", con un "valor conjunto de los relojes sustraídos puede llegar a superar los más de 1.190 millones de euros".

Solo en 2022 "se añadieron a la lista alrededor de 6.815 relojes, un 60% más en comparación con el período de 12 meses anterior", lo que indica el crecimiento exponencial de este mercado ilícito.

Recuperación y devolución

La recuperación de relojes robados es compleja y poco frecuente. Las autoridades españolas han logrado algunos éxitos, como la recuperación de "12 relojes de alta gama valorados en 2.000.000 de euros" en una operación contra bandas napolitanas, pero estos casos representan una pequeña fracción del total de relojes sustraídos.

El destino de los relojes robados en Barcelona y otras ciudades españolas forma parte de una red criminal internacional sofisticada que conecta las calles europeas con mercados negros globales, donde estos objetos de lujo se convierten en activos financieros para organizaciones criminales de todo el mundo.