El hotel de lujo de Barcelona que quiso ser castillo y quebró por el camino

El Castillo de Torre Baró era una antigua fortaleza situado en la zona norte de Barcelona. Se encuentra en una colina que domina la ciudad y ofrece unas impresionantes vistas panorámicas. El castillo fue construido en el siglo XI como parte de una serie de fortificaciones destinadas a proteger Barcelona de posibles ataques. Durante la Edad Media, el castillo cambió de manos varias veces y fue ampliado y reformado en varias ocasiones.

Torre Baró, por su parte, es un barrio del distrito de Nou Barris en Barcelona y uno de los más singulares de la sierra de Collserola. Surgió a mediados del siglo xx en una parte de la ladera muy apartada en la que diferentes iniciativas de urbanización en forma de ciudad-jardín competían por el terreno, pero que, sin embargo, no prosperaron. La zona, que en un principio debía ser residencial, se convirtió en un barrio de autoconstrucción, a raíz de las necesidades de vivienda de muchas personas llegadas de otros lugares de la península Ibérica durante las décadas de los cincuenta y sesenta.

Es muy probable que el nombre de Torre Baró proceda de este castillo o de alguno similar en la zona y que fue la residencia del barón de Pinós hasta que en 1714, a raíz de la Guerra de Sucesión, fue destruida por las simpatías del aristócrata con el archiduque Carlos de Austria. El 30 de octubre de 1869, los problemas económicos de la familia Pinós motivó la subasta de la heredad, sin que nadie la comprara. No fue hasta el 30 de marzo de 1871 que fue adquirida por Carlos Edmundo Sivatte, marqués de Vallbona, firmándose la compraventa el 18 de marzo de 1873

Lo que significa, así pues, que el castillo que hoy corona el barrio no es tal.

A pesar de su aspecto medieval, e incluso mudéjar, el castillo de Torre Baró, que domina el barrio, es una construcción de principios del siglo XX. Se edificó como proyecto para crear un hotel que fuera el centro de una urbanización en la zona, la mencionada ciudad-jardín, pero finalmente el plan urbanístico no funcionó y acabó abandonado sin haberse finalizado las obras. Terminada la Guerra Civil, entre 1939 y 1942 el castillo fue ocupado por las tropas nacionales y los alrededores se utilizaron como campo de concentración para recluir a los excombatientes del bando republicano, aunque fue algo efímero que no tuvo continuación.

Finalmente, en el año 1989 fue restaurada y declarada patrimonio histórico por el Ayuntamiento de Barcelona, y a su alrededor se construyó un magnífico mirador.

Actualmente es un punto de información y educación ambiental del parque de Collserola. Entre otras actividades, se ofrecen visitas guiadas al castillo, itinerarios de descubrimiento del entorno y talleres educativos para todos los públicos. Es uno de los mejores miradores de Barcelona, desde el cual se puede contemplar Nou Barris, Horta, Sant Andreu, Sant Martí y, más allá, el río Besòs y los contrafuertes de Collserola, con las poblaciones de Santa Coloma, Sant Adrià y Badalona.