Informe

Registran 722 casos de maltrato a mayores en Barcelona provincia en 2024, según la Diputación

El maltrato más común es el psicológico, seguido del económico, de la negligencia y del físico

Imagen de archivo anciano
"Lo mismo de siempre" - Estrella Damm Diputación Barcelona

La Diputación de Barcelona ha registrado un total de 722 casos de maltrato a personas mayores en la provincia de Barcelona en 2024, incidiendo en que las personas de 80 a 84 son las que más sufren los malos tratos y que la persona maltratadora "más habitual" forma parte del núcleo familiar cercano.

Los datos, proporcionados por el Grupo de trabajo contra el maltrato a las personas mayores de la Diputación, apuntan a que el maltrato más común es el psicológico, seguido del económico, de la negligencia y del físico, ha informado la corporación en un comunicado este viernes.

Los indicadores muestran que los servicios sociales municipales detectaron un 40% de los casos, mientras que los servicios de salud lo hicieron en 15,2%; la propia persona afectada y el servicio de teleasistencia en un 12,5% en cada caso y las familias, en un 7,6%.

Otros datos del estudio indican que un 94% de las personas mayores que han sufrido maltrato tienen ingresos y que un 89,6% viven acompañadas, de las cuales una de cada dos lo hacen con sus hijos; además, de las 722 personas mayores maltratadas, un 34,2% sufre deterioro cognitivo.

El grupo de trabajo se creó en 2011 y, cinco años después, se puso en marcha un protocolo de actuación frente al riesgo de maltrato detectado a través del Servicio Local de Teleasistencia (SLT), el cual detectó el año pasado 290 casos de riesgo elevado, un 40% del total. También se atendieron 480 llamadas de emergencia por violencia o conflicto, de las cuales el 90% de las personas con riesgo de malos aceptan la ayuda del SLT; desde el 2016, se han valorado 3.640 casos de posible riesgo de malos tratos.

La Diputación recuerda que este domingo, 15 de junio, se conmemora el Día Mundial contra el Maltrato a las Personas Mayores, cuya discriminación es, según la OMS, la tercera forma más extendida tras el racismo y el sexismo.