Pandemia

Sin techo, sin comida y sin vacuna, la Comunitat Valenciana olvida a usuarios y trabajadores de los centros sociales

Sanidad no recoge en su estrategia de vacunación a los colectivos más vulnerables

Colas de gente esperando a recibir alimentos
Colas de gente esperando a recibir alimentosKIKE TABERNERsolidaridad

Cuidan a los más vulnerables. Les dan abrigo, les dan comida y también apoyo emocional. Son los trabajadores de las ONG que atienden a personas sin hogar, los más débiles del sistema. Sin embargo, no se les ha incluido en la estrategia de vacunación y eso, que su trabajo, según se encargan de advertir día tras día se ha incrementado considerablemente con la pandemia.

Y aunque esto es importante, tampoco es lo que más les preocupa. Lo que realmente les angustia es que los usuarios de estos servicios no estén en ninguna lista. “De la gente que viene a recoger comida no hay ni uno vacunado. Ni siquiera de los que vienen de los servicios sociales”, asegura la coordinadora de Mensajeros de la Paz la Comunitat Valenciana, Chelo Felip, insistiendo en que se trata de personas que están más expuestas al virus porque no siguen las mismas medidas higiénicas que el resto de la población. “Cuando les repartimos la comida les incluimos una mascarilla para que, al menos, se la cambien una vez al día. Hemos gastado 300 euros en comprar 2.200 mascarillas y lo tendría que destinar a comprar leche... Vale lo mismo que un brick de leche, esa es la cuestión. ¿Cómo se lo van a gastar en mascarillas si no tienen para comer?”

Felip atiende a LA RAZÓN mientras supervisa el reparto diario de comida. Por la sede que esta ONG tiene en Valencia pasan 120 personas al día. “Y esto va a peor”. En el banco de alimentos que Mensajeros de la Paz tiene en la ciudad se reparten 600 cestas todos los meses. “Hay mucha gente desahuciada y que van cambiando de casa para no vivir en la calle”.

Entre los usuarios hay extranjeros, pero también muchos españoles. Muchos trabajaban como cuidadores de ancianos que han fallecido, otros en el sector hotelero y no han recuperado su puesto de trabajo.

Cruz Roja atendió 2.200 familias en 2020

Cruz Roja en la Comunitat Valenciana ha atendido en más de 2.200 ocasiones a familias en riesgos de exclusión con hijos de 0 a 6 años durante 2020.
Son dato extraídos del reciente boletín sobre la Vulnerabilidad Social número 22, “La crianza en la Primera Infancia”, un estudio que analiza la vulnerabilidad social de las familias que atiende con hijos de 0 a 6 años. En él se recoge también el impacto que tienen en la crianza la covid-19 y los factores de riesgo en los ámbitos de empleo, ingresos, salud, vivienda, redes de apoyo y acceso a la protección social.
El estudio recogido en el boletín, realizado con la colaboración de la Universidad Carlos III, muestra que la situación, que ya era grave antes de la pandemia, ha empeorado sustancialmente en el contexto actual.
Así, a nivel estatal el 96 por ciento de los hogares está en riesgo de pobreza y exclusión social y el 54 experimenta privación material severa.
Además, el 83 % de las familias está en situación de pobreza extrema y tres de cada cuatro hogares no pueden asumir gastos de salud de sus hijos e hijas como gafas, audífonos o copagos.
Por otra parte, el 31,3 % no pueden permitirse una comida con proteínas 3 veces en semana, y el 52,2 experimentan pobreza energética.
El 55 por ciento de las personas atendidas están en situación de desempleo y cerca del 40 de los hogares tiene a todos sus miembros en paro. El 90 de las personas que tienen empleo son trabajadores pobres.
A lo largo de 2020, en la Comunitat Valenciana Cruz Roja realizó 2.205 intervenciones en las tres provincias (1.261 en Alicante, 553 en Castellón y 441 en Valencia).

La situación es la misma en otras ONG consultadas. Desde Casa Caridad ya denunciaron esta situación hace semanas, y todavía no han obtenido respuesta. Solicitan que se ponga en marcha una campaña especial de vacunación para usuarios y trabajadores y además, que prioricen, en el caso de los usuarios, que se les administre el suero de Jansenn porque requiere de una sola dosis.

Ante esta situación, la portavoz del Política Social del PPCV, Elena Bastidas, ha instado a la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, a vacunar de forma preferente a ambos colectivos. “Las personas más vulnerables acuden en muchos casos a las entidades sociales en busca de ayuda, pero son difíciles de contactar por su situación personal. No se pueden quedar fuera del sistema de vacunación, hay que aprovechar estas ventanas de ayuda social para poder protegerlos desde el punto de vista sanitario”.

La dirigente del PP se ha referido a personas que trabajan en entidades como Cáritas, Casa Caridad,Banco de Alimentos o Mensajeros, entre otras, además de las entidades que colaboran con los municipios. Se trata de personas que están “doblemente desprotegidas: por un lado la administración no les atiende y les empuja a un laberinto burocrático en los que muchos se pierden, como ya ha denunciado el Síndic, y por el otro, no les protege de la realidad sanitaria que hay fuera”.

Otras comunidades

En la Comunidad de Madrid, la vacunación a estos colectivos se inició la semana pasada. Comenzó en el albergue municipal San Isidro de Madrid capital, con monodosis de Janssen y la colaboración de los servicios sociales del Ayuntamiento de la capital.

La Comunidad de Madrid elevó esta petición del Consistorio al Consejo Interterritorial, responsable último de la estrategia, y finalmente el Consejo Interterritorial acabó por comunicar a Comunidad y Ayuntamiento el visto bueno a la inclusión de estas personas.