La guerra en Compromís se recrudece: Bloc i País acusan a la dirección de practicar el “neoestalinismo”

Desde que su exlideresa, Mónica Oltra, tuviera que dimitir tras ser imputada en el caso que investiga la actuación de la Conselleria de Igualdad tras los abusos de su exmarido a una menor, Compromís no tiene ni un día bueno. Después de que la actual exvicepresidenta, Aitana Mas, cesara de manera fulminante a la consellera de Agricultura, Mireia Mollà, abriendo un nuevo cisma dentro de la formación, ahora la corriente Bloc i País (BiP) -antes conocida como Bloc Nacionalista Valencià- rechaza el documento de “compromiso ético” presentado por la dirección, que todas las candidaturas de la coalición Compromís tendrán que firmar para participar en las listas electorales en las próximas elecciones municipales de 2023.

Bloc y País, corriente soberanista de Més-Compromís, ha lamentado que “no se haya contado con la participación de la militancia” para la elaboración de dicho documento y ha advertido de que no participará en “una cacería de brujas”.

Vicent Fernàndez Capilla, coordinador de BiP, ha explicado en un comunicado que “esta dirección funciona siempre al margen de la militancia, que se ha encontrado con un documento aprobado en el cual nuevamente ni ha participado ni siquiera ha podido expresarse si está a favor o en contra”.

Por ello rechazan un proceso que “ha obviado a la militancia para todo, con un documento tan importante que quiere determinar quién puede y quién no puede representar Compromís en todas las listas”.

Fernández ha criticado asimismo que este documento se haya hecho como “reacción a una candidatura local que no le ha gustado a la dirección, y ahora nos toca pagarlo a toda la militancia”, una manera de actuar a su juicio “políticamente muy negativa”, y ha advertido de que no participarán en “cacerías de brujas”.

Finalmente, Fernàndez ha calificado este documento de “papel mojado”, puesto que no “aporta nada” al debate.

“El compromiso ético que tenemos las candidaturas de Compromís con el electorado es el programa electoral, y no hay que firmar ningún otro documento más porque a alguien no le haya sentado bien la decisión legítima de un colectivo local”, advierte.

Señala además que el documento no habla de problemas clave, como por ejemplo la agricultura, la economía, la cultura o incluso los derechos de los animales.

A juicio de Fernández, lo mejor que se podría hacer es “rectificar esta manera de hacer política más propia del neoestalinismo” o “abrir el documento a la participación y decisión de la militancia, con un proceso de inclusión de enmiendas y votación final en un referéndum”.