Fiestas
Buñol, así es el pueblo valenciano donde se celebra la Tomatina
Situada a 40 kilómetros de la capital de provincia, la localidad tiene mucho que ofrecer a los visitantes
A 40 kilómetros de Valencia, capital de provincia, la localidad de Buñol vive estos días el momento más esperado de todo el año, La Tomatina, que se celebrará el próximo miércoles 30 de agosto. Un evento que ha modificado incluso la estructura económica de este municipio, tradicionalmente basada en la industria, aunque en los últmios años se ha ido decantando hacia el sector servicios precisamente para atender a los visitantes atraídos por el evento.
Con una población de cerca de 10.000 habitantes, este municipio tiene mucho más que ofrecer aparte de su archiconocida lluvia de tomates. La localidad conserva un patrimonio arquitectónico de importancia, que incluye el castillo, la iglesia de San Pedro, la ermita de San Luis Beltrán y varias ventas del siglo XVII en adelante.
Conocer Buñol empieza por adentrarse en su historia recorriendo sus calles y perdiéndote por su casco histórico. ¿Dónde podemos llegar? Uno de los lugares más emblemáticos es el Castillo de Buñol. Esta fortaleza se encuentra en el centro de la población y está considerada como una de las mejor conservadas de la Comunitat Valenciana.
En el Castillo de Buñol, además, podrás encontrar la Colección Arqueológica de la localidad, con restos representativos de tres períodos históricos: el Paleolítico, el Neolítico y la Época de Hierro y Bronce, aparte de vestigios de la cultura ibérica y romana en Buñol. Es un viaje en el tiempo a través del que se puede aprender todo acerca de la historia de esta zona de la Comunitat Valenciana. Asimismo, en la Colección Etnológica, en la antigua Iglesia del Salvador, se puede visitar la exposición sobre las labores agrícolas tradicionales y el menaje doméstico de los últimos siglos.
El patrimonio de Buñol no se entendería sin sus importantes edificios industriales, como el Molino de Galán. Este edificio es uno de los símbolos de la industria papelera de la localidad y, hoy en día, se ha rehabilitado para ofrecer diferentes usos a la población. Aquí encontramos la biblioteca, una sala de exposiciones y el Museo de La Tomatina. Un punto de encuentro para repasar parte de la cultura y de las tradiciones de este maravilloso destino.
Buñol también es naturaleza y prueba de ello es la Cueva de Turche. Un rincón donde se respira paz y tranquilidad mientras disfrutas de un conjunto paisajístico de gran belleza. Su lago y su cascada son un lugar mágico para hacer un pícnic en familia y poder desconectar de la rutina.
Si te gustan las actividades y quieres calzarte unas deportivas, prepárate para adentrarte en el interior de Buñol y descubrir un magnífico lugar donde practicar senderismo y contemplar la belleza de la naturaleza. Piérdete en la Hoya de Buñol y recorre la comarca a través de la ruta del agua. Déjate sorprender por su entorno y vive una experiencia inolvidable.
Y sí, Buñol es conocido internacionalmente por sus fiestas, sobre todo, por la Tomatina. Esta fiesta, declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional, se celebra el último miércoles de agosto y sus calles, sus vecinos y los turistas se tiñen de rojo. Cada año, desde todos los rincones del planeta, vienen turistas única y exclusivamente a celebrar esta curiosa tradición donde los tomates son los grandes protagonistas. Una gran batalla en la que no se pierde la sonrisa ni la ilusión ni las ganas de pasar un día de grandes recuerdos.
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