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Buzos de la Armada de Cartagena rastrean la Albufera en búsqueda de cadáveres

Durante el día de ayer se hallaron dos cuerpos en al lago de L'Albufera

Buzos de la Armada de Cartagena rastrean la Albufera en búsqueda de cadáveres
Buzos de la Armada de Cartagena rastrean la Albufera en búsqueda de cadáveresLa Razón

Desde que apunta el día, los buzos de la Armada con base en Cartagena se despliegan en el embarcadero de la Gola del Pujol, en El Saler (Valencia) y comienzan la búsqueda por el sector este de l'Albufera con sus lanchas neumáticas. En la mañana de hoy son cuatro embarcaciones las que peinarán la zona del lago asignada. También está la Guardia Civil en la desembocadura del barranco del Poyo y en otros puntos de la Albufera que reciben agua, acequias y ramblas, adonde podría haber llegado algún cadáver. Alrededor de veinte militares, algunos con sus trajes de neopreno, otros con traje de campaña para apoyar desde tierra, preparan las embarcaciones y comentan las indicaciones para desarrollar su trabajo: "estamos en el lago hasta que oscurece y necesariamente hemos de parar la búsqueda". No cuentan las horas, han venido para ayudar y lo que quieren es trabajar sin cesar, pero es evidente que la búsqueda en el lago requiere luz y cuanto más mejor.

Tienen equipos electrónicos para apoyar sus búsqueda pero principalmente se hace por contacto, rastreando con palos el fondo del lago: "además, tenemos equipos de inmersión para bajar en cualquier momento", comenta uno de los buzos.

Mientras acaban de preparan los utillajes de las barcas, se diseña el despliegue y pronto se llama a todos los militares a lo que denominan un "breafing", palabreja que designa una breve sesión informativa en la que los buzos reciben las instrucciones pertinentes.

Pasadas las nueve, tres lanchas parten desde el embarcadero de la Gola de Pujol y se adentran en el lago. Pronto una de ellas llega a una de las matas del "Flotó de Llebeig" y comienza la búsqueda. Las otras dos se pierden hacia el final de lago, en las proximidades de Catarroja aunque desde el embarcadero de El Pujol se les pierde de vista.

Otro equipo compuesto por cinco miembros se queda en la gola de Pujol, el canal de desagüe natural de la Albufera hacia la mar. Junto a ellos, unos operarios tratan de limpiar la isla de cañas que tapona una de las compuertas. Conforme la van moviendo se forman remolinos de agua que sale hace el canal buscando la mar. Miles de residuos, sobre todo vegetales, flotan en el agua, y los buzos, dos de ellos pertrechados con bombonas y gafas comienzan a hacer las inmersiones para revisar el fondo del canal. "No es fácil que hallemos nada aquí, pero hay que descartar todas las posibilidades". Desde luego, el agua fluye con fuerza, y lleva haciéndolo desde hace una semana, por lo que todo es posible.

A las dos horas aproximadamente salta la alarma: uno de los equipos ha encontrado un cuerpo. No trasciende ni dónde se ha hallado ni qué cuerpo militar ha encontrado el cadáver.

Aunque el objetivo de la misión es encontrar los cuerpos que pueda haber en L’Albufera, el logro de tal fin se vuelve una desgracia.

Hacia el mediodía la cifra aumenta con un cuerpo más, al parecer en de una mujer de Pedralba que desapareció junto a su padre y cuyo cuerpo ha aparecido a cincuenta kilómetros del lugar donde se le perdió la pista.

La tragedia se ha cobrado ya 215 víctimas mortales y quedan 78 personas desaparecidas desde el martes de la semana pasada.