Arte
El Sorolla más íntimo y veraz, vuelve a casa
El Museo de Bellas Artes de Valencia acoge la exposición "Colección Masaveu. Sorolla", una recorrido por toda la trayectoria del pintor
Si alguien sobre la faz de la Tierra no supiera nada absolutamente sobre el pintor Joaquín Sorolla, lograría una instantánea perfecta e inmediata de su vida y obra en la exposición «Colección Masaveu. Sorolla», una muestra que reúne 46 obras del pintor valenciano pertenecientes a la Colección Masaveu, muchas de ellas verdaderas obras maestras. Dividida en cuatro bloques cronológicos que recorren la vida del artista, la muestra, celebrada con motivo del Año Sorolla por el centenario de su muerte, acoge desde una de sus primeras obras, «Últimos sacramentos; Carlos V en Yuste», del año 1882, hasta «Las danzarinas griegas», pintado en 1917, solo tres años antes de que la carrera del pintor finalizara.
La muestra, que recoge la visión más intimista del pintor, lo hace además en su casa, la ciudad de Valencia, concretamente en el Museo de Bellas Artes San Pío V, la segunda pinacoteca más importante del país, en la que la exposición se podrá visitar hasta el próximo 1 de octubre. Así, es la primera vez que todas estas obras, pertenecientes a la Fundación Masaveu, visitan la ciudad que vio nacer al pintor y donde desarrolló buena parte de su carrera. De hecho, de las 46 obras de la exposición, 25 reflejan instantáneas de puntos mágicos para él dentro de la Comunidad Valenciana, como la playa de la Malvarrosa (en su obra «Playa de Valencia», de 1902), o la de Jávea («Elaboración de la pasa. Jávea. 1900).
«Aunque esperamos que vengan visitantes de múltiples nacionalidades, puesto que Valencia cuenta con muchos turistas, creemos que la mayor parte del público, que será valenciano, se va a ver reflejado en esta obra», explicó ayer la comisaria de la muestra y conservadora de la Fundación María Cristina Masaveu Peterson, María Soto Cano.
«Colección Masaveu. Sorolla» cuenta con obras maestras como El mamón (1894), Cosiendo la vela (1904), La familia de don Rafael Errázuriz Urmeneta (1905) -una obra asimilable a Las Meninas de Velázquez, pintor a quien Sorolla idolatraba- y Mi mujer y mis hijas en el jardín (1910).
Del periodo formativo de Sorolla (1876-1889), que constituye la primera sección de esta muestra, se podrán ver cinco obras que reflejan sus raíces y evolución mientras que en sus años de primera madurez (1890-1899), de los que se exhiben nueve ejemplos, se aprecia cómo Sorolla va definiendo cada vez más su propio lenguaje, vinculado a un naturalismo luminista. Su etapa de plenitud (1900-1910) es la mejor representada con un total de veintiocho obras, y de sus últimos años (1911-1919), que dedicó en gran medida al proyecto decorativo Visión de España para la Hispanic Society of America de Nueva York. La colección conserva cuatro pinturas, dos de ellas vinculadas precisamente a este proyecto. Una peculiaridad de la muestra es que presenta un montaje sorprendente que deja ver la parte trasera de las obras, permitiendo descubrir detalles que en un diseño museográfico más tradicional pasarían desapercibidos. Está basado en los caballetes de cristal ideados por la arquitecta italo-brasileña Lina Bo Bardi en 1968 para el Museo de Arte de São Paulo.
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