El promotor del concierto de Zahara alega que retiró el cartel para no “herir sensibilidades”

La música se ha convertido en un campo de la batalla política. El cartel de Zahara para su concierto de Toledo ha recuperado el debate sobre la libertad de expresión y sus límites. Las redes sociales, tan proclives a incendiar discusiones y provocar fuegos, levantaron su tradicional voz y el póster de la gira de la cantante y de su álbum, donde aparece representada como una Virgen y que ya se había visto en otros lugares de España, se convirtió en diana de iras y protestas. Se ha aducido que supone una falta de respeto hacia las personas de confesión religiosa católica y este ruido, que no se ha dejado de escuchar durante toda la semana y que promete seguir, al final ha logrado que la imagen promocional se caiga en la provincia manchega.

Rafael Bargueño, el promotor del concierto de Zahara en Toledo que ha retirado el cartel después de las quejas que ha interpuesto Vox por supuestamente atentar contra sentimientos religiosos. Ha alegado que decidió eliminar el anuncio debido a las numerosas protestas que se habían detectado en las redes sociales, y porque, sobre todo, no tenían ninguna atención de “herir sensibilidades” entre los ciudadanos.

En declaraciones al programa “Todo Es Mentira”, de Cuatro, recogidas por Ep, Bargueño ha explicado que su promotora organiza conciertos “para que la gente venga a disfrutar” y no para causar malestar. Tras ver que “mucha gente protestaba” en redes sociales, él y todo su equipo tomaron la decisión de retirar el cartel. “Ahora las redes sociales te hacen ver el sentir del público muy rápido. En veinticuatro horas hemos quitado el cartel, porque, ¿para qué queremos tener polémica después de meses de pánico? Nosotros no hacemos política, hacemos conciertos para que la gente se divierta”, ha abundado.

La propia artista, durante uno de los conciertos, atajó la polémica y declaró que “Ojalá hubiese podido decirle a la María Azahara de 12 años que cuando la llamaban puta y nadie quería ser su amiga, cuando tuviera 37 años, un día todas sus compañeras y compañeros de profesión, toda la gente que admira, todo su público y todas las personas queridas saldrían a defenderla”. También añadió que “la única respuesta que voy a dar a lo que ha ocurrido, la voy a dar sobre el escenario; defendiendo el arte, la música y la libertad de expresión” concluía.