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Cine

Estreno

Crítica de “Malmkrog”: almas de mausoleo ★★★★☆

Un fotograma de "Malmkrog"
Un fotograma de "Malmkrog"ImdbImdb

Dirección y guion: Cristi Puiu (libro de Vladimir Solovyov). Intérpretes: Agathe Bosch, Ugo Broussot, Marina Palii, Diana Sakalauskaité. Rumanía, 2020. Duración: 202 minutos. Drama.

“Malmkrog” no es tan distinta de “Sieranevada”, el anterior filme de Cristi Puiu. Es cierto que un estrecho piso de clase media-baja en Bucarest no es lo mismo que una majestuosa mansión transilvana a principios del siglo XX, pero ahí también están los temas que preocupan al cineasta rumano: la naturaleza del ser humano asociada a un mal ontológico, la encarnación de ese mal -y de su némesis, un Bien tímido y obtuso- en las figuras totémicas de Dios y el Diablo, y la crisis de la civilización europea, que antes de la Primera Guerra Mundial ya era consciente de que las divisiones políticas y culturales entre países, y la emergencia de un voraz nacionalismo, hacía de la unificación una entelequia para intelectuales diletantes y banqueros borrachos de ego.

Decíamos que no son películas tan distintas porque ambas son lecciones magistrales de cómo se debe filmar un espacio. Y esta vez ese espacio tiene algo de mausoleo. Uno piensa que si los personajes de “Malmkrog” hablan y hablan durante más de tres horas de metraje no es para que les entendamos sino para oír su propia voz en ese Marienbad marmóreo, ajeno al mundo y al tiempo, como si por fin hubieran encontrado en el espectador al ser vivo que esperaban, desde hace siglos, para manifestarse. Tal vez bajo ese muro de palabras, bajo esa apariencia de obra imposible, realizada para derretir nuestra atención y nuestra paciencia, hay solo una película que necesita compañía. Que necesita que la escuchen.

Lo mejor

Su extremo rigor formal y el discurso sobre una Europa que iba y va a la deriva.

Lo peor

No es una película, es una montaña escarpada que no permite viajes de ida y vuelta.