Sotheby’s y el Louvre investigan la procedencia de obras compradas durante la Segunda Guerra Mundial
Ambas instituciones de París han unido sus fuerzas en un proyecto destinado a investigar objetos adquiridos por el museo durante la Segunda Guerra Mundial.
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Sotheby’s ayudará al Louvre a investigar la historia de las piezas compradas entre los años 1933 y 1945, los marcados por el ascenso del nazismo y la Segunda Guerra Mundial, con la esperanza de que conduzca a restituciones de las mismas a sus legítimos propietarios, en caso de que hubieran sido vendidas ilegalmente. El acuerdo de patrocinio, que tiene una duración de tres años, ayudará a financiar investigaciones que “pueden conducir a restituciones [incorporando] la digitalización, la organización de seminarios, días de estudio y publicaciones”, anunció el Louvre en un comunicado.
Los funcionarios del museo agregaron sobre el departamento de restitución de Sotheby’s, fundado en 1997: “Este patrocinio refleja el compromiso de Sotheby’s con la restitución de obras que cambiaron de manos entre 1933 y 1945. Fue la primera casa de subastas internacional en tener un departamento dedicado a la investigación y restitución de procedencia.”
El museo ahora ha puesto en línea un catálogo de casi todas sus colecciones, reuniendo alrededor de 485,000 registros de objetos extraídos de docenas de bases de datos internas. Anteriormente, los miembros del público solo tenían acceso a listados de alrededor de 30,000 obras expuestas en las galerías. Más de 1,700 obras que fueron recuperadas en Alemania después de la Segunda Guerra Mundial, pero que nunca han sido devueltas a los descendientes de sus legítimos propietarios, figuran en la categoría de Musées Nationaux Récupération (MNR). Las obras no pertenecen al estado francés, sino que son administradas por el Louvre y confiadas a los museos nacionales franceses para su custodia.
Según el director del museo, Jean-Luc Martinez, “el museo tiene la intención de examinar la procedencia de objetos de otros imperios europeos. Nuestras colecciones son en su mayoría arqueológicas y provienen de excavaciones compartidas con los países de origen. Claramente, museos como el Louvre sirvió a las ambiciones imperiales y tenemos que lidiar con esta historia y nuestra confrontación con el imperio otomano. Pero estas adquisiciones, cubiertas por acuerdos bilaterales, eran legales. Tenemos que explicar esto a una audiencia más amplia.”