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Cine

El celuloide, arma inflamable contra el régimen iraní

Un nuevo documental, "Celluloid Underground", arroja luz sobre la quema de películas de los ochenta y busca el material superviviente a la revolución islámica en Irán

El documental «Celluloid Underground» reconstruye la quema de películas por parte del régimen iraní para buscar el material superviviente
El documental «Celluloid Underground» reconstruye la quema de películas por parte del régimen iraní para buscar el material supervivienteADAM DAWTREY

Hay un punto, en el continuo ultraje a los Derechos Humanos del régimen iraní, en el que hasta convenimos celebrar la liberación del director Jafar Panahi. Maestro histórico del séptimo arte, ganador del León de Oro de Venecia y responsable de «El círculo» (2000), forzó su salida de prisión en febrero de este año, tras iniciar una huelga de hambre. Poco duró el gesto de buena voluntad del Gobierno de Ali Jamenei, ya que a en mayo volvió a cargar contra el cine: el realizador Saeed Roustayi era detenido en su país justo después de proyectar «Leila’s Brothers», a competición en el Festival de Cannes.

El filme, crítico con la situación económica del país y de las mujeres en la sociedad, había soliviantado a los aliados más extremistas del Líder Supremo, forzándole a tomar la drástica decisión. Por ello, y por el clima irrespirable de censura que se vive en Irán, son varios los cineastas (afincados fuera del país) los que han protestado por la elección de «The Night Guardian» para representar a la república islámica en los próximos Premios Oscar. Sin una votación previa, y duramente criticada por los realizadores expatriados que dan forma a la IIFMA (Asociación de Cineastas Independientes de Irán) por seguir los dictámenes del régimen, es complicado que el filme de Reza Mirkarimi pueda recibir una nominación, dejando fuera a uno de los contendientes históricos al premio.

De hecho, hasta dos veces ha ganado Irán el Oscar a la Mejor Película Internacional, en sus diferentes denominaciones y en los casi cien años de historia de los premios. La primera vez fue en 2011, con "Nader y Simin, una separación", dirigida por Asghar Farhadi. El mismo director, bastante mejor visto por el régimen aunque contestario de un modo que es difícil de comprender en Occidente por lo que está en riesgo, repetiría apenas cinco años después en 2016. La película "El viajante" sería, de hecho, la última nominada tras una ola de represión que tuvo su último coletazo con "Hijos del sol", de Majid Majidi y que se quedó a las puertas tras entrar en la última "shortlist". La pandemia y la clausura cultural del país han hecho el resto.

Es precisamente esa represión, que alcanzó sus cotas más altas a finales de los ochenta cuando el gobierno quemó directamente casi un siglo de archivos fílmicos del país, la que centra el nuevo documental «Celluloid Underground», dirigido por Ehsan Khoshbakht y que se pone de largo hoy mismo en el Festival BFI de Londres. A través de una entrevista con Ahmad Jorghanian, figura contracultural y proyeccionista «amateur», la película reconstruye de manera forense aquello que se salvó de la quema y, por lo tanto, del olvido. Pero no solo hay espacio para la filmografía iraní y cientos de copias en 35 mm que se creían perdidas para siempre, si no también para clásicos de Hollywood que llegaron a estrenarse antes de la revolución islámica. Peligrosamente inflamable, el celuloide se puede convertir en un arma cultural.