Buscar Iniciar sesión
Sección patrocinada por

Crítica de "La tutoría": la buena educación ★★ 1/2

Dirección y guion: Halfman Ullmann Tolden. Intérpretes: Renate Reinsve, Ellen Dorrit Petersen, Endre Hellesveidt, Thea Lambrechts Vaulen. Noruega, 2024. Duración: 117 minutos. Drama.
Crítica de "La tutoría": la buena educación ★★ 1/2
Un fotograma de "La tutoría"Imdb
Sergi Sánchez
  • Sergi Sánchez

    Sergi Sánchez

Barcelona Creada:

Última actualización:

Podría pensarse en “Un Dios salvaje” a la nórdica, si no fuera porque aquí el delito que comete un niño no es propinar un golpe sino atreverse con una supuesta violación. Y decimos “supuesta” no solo porque hay que respetar la presunción de inocencia sino sobre todo porque parece improbable que eso pueda ocurrir a los seis años en el controlado marco de una escuela. 
Si partimos de que la premisa de “La tutoría” es del todo increíble, y que tal vez no sea una buena idea que un asunto tan delicado caiga bajo la responsabilidad de una profesora novata, podremos comprobar que la ópera prima de Halfman Ullman Tondel no está demasiado preocupada por la verosimilitud. Sus ideas pretenden estar muy por encima del estudio de caso: quizás lo que más le importa es la crítica a la hipocresía social, a la parálisis institucional, a la discapacidad tóxica del mundo adulto para hacerse responsable de la miseria de sus propios afectos. 
La película plantea el careo de los padres de los niños en una especie de colección de interrupciones que resulta algo frustrante, porque parece una manera un tanto miedosa de dosificar la información al espectador en detrimento de la lógica narrativa. Salvamos, eso sí, la imprevisible interpretación de Renata Reinsve, protagonista de una incomodísima secuencia donde un interminable ataque de risa se convierte en llanto, y el uso de los interiores del colegio, un laberinto de pasillos tan siniestro como los secretos familiares que se nos revelarán.
Lo mejor: 
El clímax del filme es puramente performático, un ataque de risa de cinco minutos que es un grito, una protesta, una muestra de dolor.
Lo peor: 
Las intermitencias del relato, junto al esfuerzo por ser elusivo incluso a costa de su lógica interna.