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TEATRO

Crítica de 'Las apariciones': El futuro ya es pasado ★★★☆☆

«Las apariciones» es una divertida e ingeniosa autoficción dirigida por Juan Ceacero que tiene como base la relación real de amistad entre sus dos protagonistas

'Las apariciones' ocupará la Sala Princesa del Teatro María Guerrero durante algo más de un mes
'Las apariciones' ocupará la Sala Princesa del Teatro María Guerrero durante algo más de un mesBSP

Autoría: Fernando Delgado-Hierro. Dirección: Juan Ceacero. Intérpretes: Pablo Chaves y Fernando Delgado-Hierro. Teatro María Guerrero (Sala de la Princesa). Desde el 9 de mayo hasta el 15 de junio de 2025.

Estrenada de manera modesta en el circuito off madrileño en 2019, la obra «Los Remedios» alcanzó una merecida repercusión que probablemente sus creadores ni siquiera imaginaron y que se materializó con el premio Max a Fernando Delgado-Hierro en la categoría de mejor autoría revelación. Parte del éxito de aquel montaje se debió al apoyo del Centro Dramático Nacional, que lo incluyó en su programación al año siguiente de su estreno y eso permitió que llegara a un público más amplio. Pues bien, este organismo público coproduce ahora otro espectáculo del mismo equipo creativo que guarda relación con el anterior –en cuanto a estilo, género y pretexto argumental–, pero no está supeditado a él para entenderlo y disfrutarlo.

'Las apariciones' ocupará la Sala Princesa del Teatro María Guerrero durante algo más de un mes
'Las apariciones' ocupará la Sala Princesa del Teatro María Guerrero durante algo más de un mesBSP

«Las apariciones», igual que «Los Remedios», es una divertida e ingeniosa autoficción dirigida por Juan Ceacero que tiene como base la relación real de amistad entre sus dos protagonistas, los actores Pablo Chaves (también escenógrafo) y Fernando Delgado-Hierro (que vuelve a firmar el texto). Pero hay una clara diferencia entre ambas propuestas: mientras que la obra anterior indagaba en esa relación buceando en el pasado, en sus vivencias compartidas durante la infancia y en los origines familiares y culturales compartidos, este nuevo espectáculo, curiosamente, intenta proyectarse hacia el futuro en su recorrido dramático. Esa original fabulación que hace el autor del porvenir abre las puertas de par en par a toda suerte de situaciones, algunas de ellas insospechadas y delirantes. Pero no son meras ocurrencias que se justifiquen solo por su efecto cómico: hay una evolución conceptual en la disposición de las escenas que propicia, ya hacia el desenlace, una reflexión casi filosófica, bien tratada desde el punto de vista literario, sobre cómo la imaginación y la memoria, actuando de manera conjunta, pueden modificar a su antojo las rígidas leyes del tiempo para dar sentido y belleza a nuestra existencia. Con ese quebrantamiento del curso natural del tiempo para hacer que coexistan diferentes planos posibles, se da respuesta en cierto modo, ya al final de la función, a los interrogantes que plantea la obra nada más comenzar: «¿Está en mi cuerpo mi futuro? ¿Mi vejez? ¿Puedo hacerla aparecer?... ¿El cuerpo de algún descendiente remoto está ya latiendo en mí?».

Pero que nadie se asuste, que esto no es una tesis doctoral sino una estupenda comedia con destellos poéticos –algo estirada en algunas escenas, eso sí– que habla del intento del ser humano de vencer la muerte y permanecer, de algún modo, más allá de sí mismo.

  • Lo mejor: El original humor de algunas escenas hace pensar que han disfrutado de lo lindo.
  • Lo peor: La función dura más de lo preciso, y algunas escenas encajan peor que otras.