Crítica de teatro

"Instrucciones para sobrevivir en lo oscuro": Medioambiente, corrupción y retranca ★★★☆☆

Vuelve a la carga Club Caníbal, una de las compañías más gamberras y mordaces de nuestro panorama teatral

Juan Vinuesa, Vito Sanz y Font García vuelven a coincidir en escena
Juan Vinuesa, Vito Sanz y Font García vuelven a coincidir en escenaVanessa Rábade

Autores: Chiqui Carabante, Juan Vinuesa, Vito Sanz y Font García. Director: Chiqui Carabante. Intérpretes: Juan Vinuesa, Vito Sanz, Font García y Pablo Peña. Naves del Español en Matadero, Madrid. Hasta el 7 de abril.

Vuelve a la carga Club Caníbal, una de las compañías más gamberras y mordaces de nuestro panorama teatral. Formada por el director Chiqui Carabante y los actores Juan Vinuesa, Font García y Vito Sanz, la irreverente "troupe" ha tomado en esta ocasión como asunto central de su sátira el problema cada vez más acuciante de la falta de agua en algunas regiones y el peligroso uso –fraudulento e interesado– que pueden hacer de los recursos hídricos los políticos y los ciudadanos menos escrupulosos y menos solidarios.

La próspera actividad agrícola de un pueblo español sufre un revés cuando la administración central y la Unión Europea obligan al ayuntamiento a cerrar el pozo que abastece a esa pequeña población. La razón es que su intensiva explotación está dañando el ecosistema y secando el parque natural colindante. En esa coyuntura, y habiendo prometido en su campaña electoral que legalizará el pozo, Julián gana las elecciones municipales y se convierte en alcalde. Cuando se dé cuenta en la práctica política de que será imposible cumplir su promesa, fabricará un bulo de la aparición de la Virgen María ante un humilde aldeano pidiendo al pueblo que construya en su honor, en las inmediaciones del pozo, nada menos que un parque acuático.

Como cabía esperar tratándose de Club Caníbal, Instrucciones para sobrevivir en lo oscuro es, más que cualquier otra cosa, una fiesta de humor negro de principio a fin en la que los tres actores –acompañados por Pablo Peña, que hace una estupenda ambientación sonora en directo– exhiben sus dotes para manejarse con gracia y aparente espontaneidad en este tipo de comedias. Destaca especialmente Juan Vinuesa, en cuanto que es capaz de conjugar de manera muy acertada el humor con la conmiseración en la composición de un personaje, el alcalde, que camina irremediablemente hacia un precipicio que solamente él no quiere ver.

Todas las situaciones y personajes –labriegos, señoritos y políticos de diversas esferas– están caricaturizados con ingenio en esta invectiva teatral que no por disparatada, como ocurre con las buenas sátiras, resulta menos reveladora, razonable y contundente en su crítica. Es cierto que, en algunas escenas, la burla y la parodia se desvían sin justificación hacia otros lugares ajenos al meollo dramático; eso hace que el ritmo de la función se resienta y la construcción de la trama, de la ficción como tal, no brille tanto como podría; y es una lástima, porque el armazón dramatúrgico y argumental que sostiene toda la historia es uno de los más inteligentes, imaginativos y hasta poéticos que he visto en los últimos tiempos en un espectáculo español de nueva creación.

  • Lo mejor: Bajo su apariencia de despropósito sin pretensiones, hay una sátira construida con talento e inteligencia.
  • Lo peor: Si no fuera por lo descuidado que está el ritmo, la ficción la ficción funcionaría con la eficacia formal del mejor thriller.