Christian Parejo obtiene el premio a su gran actitud y mejor concepto
El novillero gaditano corta una oreja del mejor novillo de la noche y destaca por su buen toreo. También gustó, y mucho, Alejandro Mora, con un lote menos propicio
Creada:
Última actualización:
Ya gustó Christian Parejo en San Isidro, tanto que se le echó de menos en aquella novillada de triunfadores del pasado 25 de junio, y parecía que la mala fortuna en los sorteos seguía acompañando al gaditano en Madrid, pues el tercero, primero de su lote, se movió suelto y manso. Lo recibió Christian Parejo con una larga cambiada de rodillas en el tercio, pero ni caso. A pesar de la poca raza, Parejo apostó siempre y consiguió, por el pitón izquierdo, el único potable del novillo, una serie cuyo gobierno terminó de afligir al manso. Su suerte cambió con el sexto, un novillo enrazado que transmitió siempre, aunque a mitad de la faena se apagó y optó por defenderse. Con él, Christian se plantó con serena firmeza y un valor seco, sin vender heroicidades, cuando aguantó violentas tarascadas y hundió los talones para planchar la muleta y tirar con mando de esa moneda al aire que era cada embestida. No fue faena de muletazos exquisitos, fue una de torero serio, capaz y convencido de su poder, sin traicionar nunca su concepto. Por eso, tras el espadazo, la oreja hizo justicia.
Y si Alejandro Mora hubiese tenido al menos una mínima posibilidad real con su lote, seguro habría rayado a la misma altura del gaditano, porque al extremeño se le vio maduro, dispuesto y con algo muy difícil de conseguir, una personalidad natural, sin imposturas. Al mansito segundo lo mimó con temple, asiento, gusto e inteligencia, dejando algún derechazo que, en su forma de encajarse, recuerda su estirpe. Mientras que, con el quinto, áspero y violento, supo imponerse sin despeinarse, seguro y resolutivo siempre. Su muleta, tersa y suave, escondía un látigo de soberbio mando. Además, su forma de entrar a matar a los dos, dando el pecho y yéndose recto como una vela, fue de una sinceridad absoluta, tanto que, en el quinto, cambió la estocada por un escalofriante enganchón por el pecho que nos puso el corazón en un puño a todos. Sólo fue el susto, afortunadamente.
No resultó muy afortunada la presentación de José Antonio Lavado en esta plaza, pues si bien su lote no tuvo demasiadas virtudes, al menos el primero sí que sacó cierta nobleza dentro de su sosa mansedumbre para que el malagueño firmara algún muletazo estimable. Sin embargo, a Lavado se le vio forzando la figura de más para buscar la estética y menos interesado en priorizar una mejor lidia. Mientras que con el cuarto, sin raza ni clase, tampoco terminó de encontrar la autoridad para ordenar tanto caos. Ojalá corra con mejor suerte en su próxima alternativa en La Malagueta.
Las Ventas (Madrid). Primera eliminatoria del VI certamen "Cénate Las Ventas". Se lidiaron seis novillos de Torrehandilla, desiguales en su correcta presencia, el segundo por debajo de la categoría de esta plaza, desrazados en términos generales. Los dos primeros más sosos, los tres siguientes deslucidos y violentos y el último, el mejor, tuvo un punto de casta pero de apagó pronto. Menos de un cuarto de entrada.
José Antonio Lavado, de palo de rosa y plata, pinchazo y estocada pasada (silencio; media estocada trasera y atravesada y descabello (silencio).
Alejandro Mora, de sangre de toro y oro, estocada (palmas); pinchazo y estocada (ovación).
Christian Parejo, de sangre de toro y oro, estocada desprendida, aviso y dos descabellos (ovación); estoconazo (oreja).
Incidencias: José Antonio Lavado se presentó con "Limosnero", nº 1, colorado de 479 kg. Fenomenal lidia de José Chacón en el sexto, con el que fue ovacionado el picador Alberto Sandoval por un gran tercio de varas.