Coronavirus
La Audiencia aplaza el interrogatorio al testigo que denuncia a la Fundación Messi por fraude fiscal
Tardón fijará tras el estado de alarma una nueva fecha para tomar declaración a un ex empleado que mantiene que la institución se usó como tapadera para no pagar impuestos
La pandemia del coronavirus se ha vuelto a interponer en la investigación por supuesto fraude fiscal y blanqueo a la Fundación Messi. La magistrada María Tardón se ha visto obligada a aplazar por segunda vez la declaración como testigo de un ex empleado de la institución que denunció que el jugador del Fútbol Club Barcelona y su familia la utilizaron supuestamente como “tapadera” para eludir el pago de impuestos. La declaración de Federico Rettori estaba prevista para el próximo martes, pero tras recibir la solicitud de aplazamiento del propio denunciante, la instructora del procedimiento ha acordado un nuevo aplazamiento, según han confirmado fuentes jurídicas.
En la resolución, según esas mismas fuentes, la magistrada acuerda que una vez deje de estar en vigor el estado de alarma se fijará una nueva fecha para la comparecencia, que ya tuvo que ser suspendida con anterioridad, pues inicialmente estaba prevista para el pasado 17 de marzo, ya con el estado de alarma en vigor y con los tribunales tramitando únicamente casos urgentes tras las restricciones de movimientos impuestas.
Rettori denunció a Leo Messi, a su padre, Jorge Horacio Messi, y a su hermano Rodrigo por delitos tributarios y contables, blanqueo y estafa al considerar que utilizaron la Fundación “más como un mecanismo para evitar el pago de impuestos” que como un instrumento “destinado a ser útil socialmente”. Tras decidir en diciembre del pasado año, a instancias de la Fiscalía, la reapertura de la causa, la declaración del ex empleado de la fundación fue la primera diligencia acordada por la titular del Juzgado de Instrucción número 3. Una decisión que fue recurrida por la defensa de la fundación de la estrella argentina, que solicitó el archivo de la investigación.
Rettori tiene previsto aportar a la Audiencia Nacional diversa documentación que, según él, acredita que las memorias y balances oficiales presentados por la Fundación Messi no se ajustan a la realidad y que el porcentaje que cada año se dedicaba a proyectos sociales era muy exiguo. En su denuncia explica que la información de la que dispone es fruto de «sus vivencias durante su trabajo para la fundación», entre agosto de 2014 y junio de 2015, pero ya advertía de que los documentos acreditativos "quedaron en la sede de la institución".
El ex empleado de la fundación sostiene que la institución se usó para desviar fondos a una supuesta empresa pantalla, Hanns Entreprises Ltd., que estuvo registrada, según sus datos, en la misma dirección y con el mismo titular que otra sociedad perteneciente a Messi, Sidefloor, que figura en “el entramado societario por el que Lionel Messi fue juzgado y condenado en España por delito fiscal”. Ante la posible existencia de un perjuicio para la Agencia Tributaria, la Abogacía del Estado se personó en la causa, como adelantó LA RAZÓN.
Asimismo, Rettori mantiene que tras constituirse en 2007, la Fundación Messi no se inscribió en el registro de fundaciones hasta seis años después y en su primeros cinco años no invirtió sus ingresos «en el porcentaje exigido legalmente en fines de interés general». Según denunció, la fundación no declaró a Hacienda «los ingresos multimillonarios obtenidos por los convenios» firmados con diversas empresas españolas y argentinas, unas cantidades que además no figurarían en las memorias y balances presentados al Protectorado Catalán de Fundaciones. De ahí que instara a la Audiencia a constatar este extremo “con la sola petición de los informes correspondientes a las administraciones competentes”.
El rastro de tres convenios por 3,3 millones de dólares
A instancias el Protectorado Catalán de Fundaciones, continúa su denuncia, esas memorias tuvieron que ser rectificadas, aunque en esa nueva versión de las cuentas, presentada en junio de 2017, no se incluyeron finalmente tres convenios firmados por el padre del jugador por un total de 3,3 millones de dólares. Además, en la memoria de 2013, añadía, figuran «gastos totalmente desproporcionados» y «sin justificación documental» con los que –según él– se habría conseguido reducir significativamente «el dinero que debía destinarse a ayuda social».
Rettori también puso el foco en los «elevados importes» que habría recibido la delegación argentina de la Fundación «que no han sido declarados ni en España ni en Argentina». Messi tiene abierta una causa en su país natal por supuesta falsificación documental. El juez que instruye el procedimiento -que ha puesto de manifiesto que la institución solo invirtió el 6% de su presupuesto en proyectos sociales- reclamó al Barça posibles transferencias o donaciones efectuadas a la fundación.
En un primer momento, la juez Tardón sobreseyó la denuncia en septiembre del pasado año y calificó los hechos expuestos por Rettori de «artificioso relato carente de verosimilitud» basado en meras noticias periodísticas. Entonces, cerró la investigación para evitar la «peculiar situación» que habrían padecido Messi y su familia con un «alargamiento indebido del proceso penal» a la espera de la existencia de indicios suficientes para impulsarlo.
No obstante, el abogado de Rettori recurrió esa decisión e insistió en que los hechos denunciados demostrarían que la Fundación Leo Messi «aparece más como un mecanismo para evitar el pago de impuestos» que como una institución «destinada a ser útil socialmente», por lo que pidió a la magistrada que tomase declaración a su cliente para poder valorar «la verosimilitud de lo que narra». Una declaración que, siete meses después, se ha aplazado a instancias del propio denunciante por la crisis del coronavirus.
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