Homofobia

¿Cuántos futbolistas gays hay en el fútbol español y cuántos han salido del armario?

En 2021, el Gobierno puso cifra a los futbolistas homosexuales que juegan en nuestra liga de manera profesional pero la realidad es que, hasta ayer, ninguno había salido del armario

Que un deportista diga públicamente que es homosexual y se convierta en noticia y se le llame «valiente» es un reflejo de que, por desgracia, la normalidad queda todavía lejos .La homosexualidad sigue un tema tabú en el fútbol y los que reconocen ser “gays” lo hacen cuando cuelga las botas como el brasileño Richarlyson Barbosa que esperó hasta los 39 años para hablar de su condición sexual sin tapujos.

Por eso ayer, el protagonista del día fue el jugador del Getafe Jakub Jankto que hizo historia al convertirse en el primer jugador de un equipo español en salir del armario. El centrocampista, que se encuentra cedido en el Sparta de Praga de la República Checa, anunciaba en sus redes sociales que es abiertamente homosexual y no quiere esconderse más.

"Hola, soy Jakub Jankto. Como todo el mundo, tengo mis fortalezas, tengo mis debilidades, tengo una familia, tengo amigos, tengo un trabajo que he estado haciendo lo mejor que he podido durante años con seriedad, profesionalidad y pasión. Como todos, también quiero vivir mi vida en libertad, sin miedos, sin prejuicios, sin violencia. Y con amor. Soy homosexual y ya no quiero esconderme", aseguraba en un vídeo que fue muy aplaudido por todos, el primero por su equipo.

Y es que aunque parezca increíble, Jankto se ha convertido en el primer jugador en activo de un equipo español en dar este paso y el segundo en Europa, después de que el pasado mes de mayo Jake Daniels, jugador del Blackpool, equipo de la segunda división inglesa, concediera una entrevista a Sky Sport en la que ha hablaba abiertamente de su homosexualidad. Meses antes lo hizo también Josh Cavallo, futbolista profesional australiano que decidió declararse públicamente "gay" en su lucha de acabar con la homofobia en el deporte.

Pero ¿Qué impide a los futbolistas hacer pública su orientación sexual? Oscuras cláusulas en sus contratos, el temor a la pérdida de patrocinios, la presión de los propios clubes y una grada en la que los insultos homófobos son casi tan habituales como cantar un gol, hacen casi imposible que un futbolista se declare gay. Los seguidores del deporte rey han crecido en unas gradas en las que los cánticos de “maricón” dedicados a Michel o Guti o “Sal del armario, Cañete, sal del armario” eran tan “normales” durante un partido como corear el himno de tu club.

¿Qué pasa en España?

En 2021, el Gobierno de Pedro Sánchez puso número a los futbolistas homosexuales de nuestro fútbol. Lo hizo al presentar su proposición no de ley presentada en el Congreso con el fin de poner fin comportamientos contrarios a la libertad sexual especialmente en el fútbol. En esta iniciativa, el PSOE proponía la suspensión durante 5 minutos de la competición cuando se produzcan “actos intolerables contra la comunidad LGTBI, racismo o violencia contra las mujeres”. Asimismo, contemplaba cursos para formar al personal directivo, técnico y deportivo en el respeto a la diversidad en general y a la realidad de las personas LGTBI en particular. Pero el Partido Socialista iba más allá y se atrevía a cifrar el número exacto de futbolistas gays que juegan en nuestra Liga. En la proposición se indica que en el mundo del fútbol habría algo más de 42.000 jugadores LGTBI federados de los cuales “142 lo harían como profesionales”. Un dato que resulta cuanto menos curioso si tenemos en cuenta en la historia del fútbol español, no existe ni un solo caso de una jugador profesional que haya declarado abiertamente su homosexualidad.

Un único caso y tuvo que retirarse

En el fútbol español tan solo existe el caso de un valiente y se dio en el estamento arbitral. En abril de 2016, Jesús Tomillero, que por entonces tenía 21 años, decidió dar un paso al frente y hacer publica su homosexualidad. Una confesión que le saldría muy cara. Un mes después, harto de insultos, humillaciones y amenazas, decidió dejar el arbitraje.

El sábado 7 de mayo de 2016, el colegiado arbitraba el encuentro Portuense - San Fernando Isleño (en el Puerto de Santa María). En el minuto 47 señaló un claro penalti y desde la grada no tardaron en llegar los insultos, las mofas y el escarnio: “¡Ese es el maricón que sale por la tele!” “¡Te vas a meter el gol por el culo, maricón de mierda!” se escuchó desde una grada blindada por el anonimato. Tomillero no pudo aguantar más y el lunes siguiente acudió a la Real Federación Andaluza de Fútbol para anunciar su retirada. Empezó a arbitrar cuando solo tenía 11 años y jamás se imaginaba un final tan triste. A pesar de ello, afirmó que no se arrepentía de su decisión y que esperaba que abriera el camino a otros. Poco después de su retirada dirigiría en Zamora un partido de fútbol contra la homofobia y las vejaciones en el deporte.

Hay leyes y normas de los estamentos deportivos que castigan la homofobia en el deporte pero de poso ha servido. En 2015, la Comisión Directiva del Consejo Superior de Deportes aprobó una nueva normativa de la Federación Española de Fútbol “para prevenir y sancionar la violencia en el fútbol” y acabar con la xenofobia y la homofobia, que planteaba incluso el cierre parcial de los estadios.

Tanto la Liga como la Federación han reconocido, en numerosas ocasiones, que cada temporada se registran cientos denuncias por comportamientos contra la libertad sexual en los estadios pero la realidad es que, a día de hoy, solo se ha suspendido un partido en España y no fue por insultos homófobos. Ocurrió en el Rayo Vallecano - Albacete de la temporada 2019/2020, cuando el colegiado José Luis López Toca paró el encuentro antes de finalizar el primer tiempo por los gritos de “nazi” hacia Roman Zozulya, que por aquel entonces militaba en el Albacete y cuyo fichaje por el club vallecano ya fue frenado con anterioridad por la presión de los ultras.

Jakub Jankto ha dado un paso importante pero aún queda un largo camino por recorrer.