"caso Alves"

Dani Alves gasta su último cartucho para salir de prisión: "Pactaron seguir con su lujuria en el baño"

La Audiencia de Barcelona debate de nuevo mañana la prisión preventiva de Dani Alves y su equipo legal insistirá en el consentimiento en un ambiente "sexualizado y lujurioso"

El abogado de Dani Alves, Cristóbal Martell
El abogado de Dani Alves, Cristóbal MartellArchivoLa razon

Dani Alves se enfrenta a su última oportunidad para salir de la cárcel, donde según su todavía mujer Joana Sanz "está triste, solo y no tiene a nadie con quien hablar".El pasado mes de mayo se cumplieron cuatro meses desde que Dani Alves ingresara en prisión acusado de abusar de una joven en la Discoteca Sutton de Barcelona. Desde entonces, han salido a la luz las declaraciones contradictorias de la joven y del futbolista, así como de sus allegados y equipos legales. Si hace semanas el testimonio de Alves aferrándose a las "ganas de sexo" de la joven ocuparon horas de debate, en los últimos días el protagonismo absoluto ha sido para el desgarrador relato de la denunciante y de su prima.

Mañana, el futbolista se enfrentará a su última oportunidad de mostrar su verdad y obtener la libertad provisional. La Audiencia de Barcelona ha convocado una vista para abordar la prisión preventiva del exjugador del FC Barcelona, según han informado a EFE fuentes jurídicas. La defensa del jugador brasileño presentó en mayo un recurso ante la Audiencia de Barcelona contra la decisión de la jueza instructora de mantener a Alves en prisión preventiva, tras ser encarcelado en el centro penitenciario Brians 2 el pasado 20 de enero.

"Un proyecto de vida en Barcelona"

Los abogados del futbolista, Cristóbal Martell y Arnau Xumetra, pedirán su libertad provisional argumentado en este nuevo recurso que es "impensable" que trate de huir, dado que tiene un "proyecto de vida" en Barcelona y ha escolarizado ya a sus hijos en un centro de la capital catalana. Pero sobre todo, insistirán en que las relaciones fueron consentidas y cuestionarán la versión de la víctima basándose en las imágenes que captaron las cámaras de seguridad de la discoteca "Sutton" en los instantes previos a que Alves y la denunciante entraran en el baño donde supuestamente ocurrió la violación.

La defensa, que aportó al juzgado un informe que analizaba las imágenes, reivindica que ese documento es de una utilidad "incuestionable". El quipo legal del brasileño asegura que los vídeos de la discoteca “desmienten de forma radical” la versión de la víctima, porque no la muestran bajo un clima de “terror, pavor o dominación”, y sostiene que su relato puede ser una “distorsión narrativa”.

Un estallido de lujuria

En ese sentido, indica que la denunciante, su prima y una amiga entraron en este reservado, conocido como ‘La Suite’ sobre las 3:20 de la madrugada y que durante 20 minutos estuvieron “departiendo de un modo lúdico y festivo” con el jugador y su acompañante “rodeados de muchísima gente en un espacio abierto”. Para los letrados este ambiente “dista mucho en ser el escenario de intimidación ambiental” que marcan los tribunales para “doblegar la capacidad de la víctima”.

Pero van más allá. y aseguran que hubo "un acercamiento físico entre ellos de especial intensidad con movimientos muy sexualizados por parte de la denunciante" y que en el reservado de la discoteca los dos coquetearon "con normalidad y pactaron continuar en el lavabo aquel estallido de lujuria".

El futbolista también insistió en las ganas de sexo de la víctima durante su última declaración ante la jueza. En el reservado, según la declaración del propio Alves, empezó a bailar con una de las jóvenes con quien sentía "atracción sexual". "Noté su buena disposición por la manera como bailaba, como se acercaba a mí, como intercambiábamos posiciones", añadió el futbolista. Alves dijo que temía que les vieran intimando ya que estaban "expuestos".

"Durante el sexo oral... ella asintió"

"Le dije de trasladar todo eso al baño. Me dijo que sí, que no había problema. Le dije que yo iba primero y que la esperaría dentro", declaró en la que supuso su cuarta versión. Dentro del baño se pusieron frente a frente y se besaron. Después, tuvieron relaciones sexuales. Alves aseguró que, mientras ella le practicaba sexo oral, le preguntó dos veces si le gustaba y ella asintió. Tras la relación, él salió del baño y le dijo que ella debía esperar para que no les vieran juntos. Algo, que según el futbolista, pudo hacer enfadar a la víctima.

"Yo fui simplemente un cómplice de las ganas que ella tenía o de las que tenía yo", aseguró Alves a la instructora.

Una vez conocidos los alegatos de cada una de las partes, la Audiencia de Barcelona deberá decidir con los nuevos elementos que se ponen encima de la mesa, como son la versión del consentimiento y la reagrupación familiar que permite el arraigo y anula el riesgo de fuga.