Inglaterra gana su primera Eurocopa

Inglaterra ya tiene su Eurocopa. La primera, la única hasta el momento, y la ha conseguido gracias a una heroína inesperada. Suele suceder que las finales encumbran a actores secundarios. Como Chloe Kelly, la jugadora del Manchester City, que había jugado todos los partidos del torneo sin marcar ningún gol. Hasta que llegó el momento decisivo en la prórroga y metió la puntera para mandar a la portería el balón que había quedado suelto después de que Frohms, la guardameta alemana, despejara el primer remate de la jugadora inglesa. Kelly había entrado en el campo en lugar de Mead, la goleadora inglesa. El gol estaba en su destino.

Quedaban poco menos de diez minutos y a Inglaterra le quedaba el miedo de que las alemanas pudieran volverlo a hacer. Ya habían igualado en la segunda parte el gol de Toone que les hacía sentirse campeonas. Ella Toone, otra secundaria que había sustituido a Kirby, una de las referencias en el centro del campo inglés. Magull encontró el camino hacia la prórroga para dar 30 minutos más de esperanza a Alemania.

Las alemanas son la autoridad en este torneo. Ha ganado ocho de las trece Eurocopas disputadas hasta este momento, seis de ellas de manera consecutiva. Pero Alemania echaba de menos a su capitana, Alexandra Popp, la máxima goleadora del torneo empatada con la inglesa Mead, la jugadora que la llevó a la final con sus dos goles ante Francia. Figuraba en la alineación oficial publicada por la UEFA, pero una lesión en el calentamiento le hizo quedarse fuera. Tiene una maldición Popp con las Eurocopas. No había disputado ninguna todavía, se perdió dos por lesión y en ésta tampoco hubiera estado si se hubiera disputado el verano pasado como estaba previsto y no se hubiera aplazado por la pandemia.

Popp ajustó sus cuentas con la Eurocopa, aunque en este torneo comenzó como suplente. Pero el covid, que le había permitido participar en este torneo, le hizo un hueco también en la alineación inicial en el partido contra España. Ya nadie pudo moverla hasta que se lesionó y Schuller, porque la vida es cíclica, volvió a ocupar su puesto como delantera en la alineación de la final.

Pero nadie pudo ocupar el lugar de Popp. Y como sucedió hace 56 años, en 1966, Inglaterra se impuso en Wembley a Alemania en la final de un gran torneo. Aquel era otro Wembley y lo que se disputaba era la final de un Mundial masculino. Pero ahora a Inglaterra le queda la tranquilidad de saber que nadie discutirá durante décadas como sucede con Geoff Hurst.

El gol de Kelly no deja dudas. Inglaterra es campeona de verdad.