Champions

Celtic-Real Madrid (0-3): El Madrid empieza la Champions como la terminó

El campeón de Europa ganó al Celtic en una gran segunda parte. El primer gol fue muy parecido al de la final. Hazard ha vuelto

Karim Benzema sale lesionado en el Celtic-Real Madrid
Karim Benzema sale lesionado en el Celtic-Real MadridScott HeppellAgencia AP

Como el fútbol es el ejemplo perfecto de la polarización que vivimos en casi todos los aspectos de la vida, cuando el Madrid ganó la Champions pasada en un camino inolvidable, los críticos buscaron algún reproche en el que guarecerse y poner algún pero en sus tímidas felicitaciones, si es que las hubo. Se agarraron entonces a que el Madrid no fue el mejor equipo del torneo, como si ganar no reflejase de manera inapelable quién es el mejor de una competición. Quizá lo que querían decir es que hubo minutos en los que el Madrid no llevó el peso del partido o no fue con ventaja en el marcado. Más o menos, lo que sucedió en Glasgow contra el Celtic, donde el equipo de Ancelotti acabó la primera parte algo perdido, sin saber muy bien qué ritmo poner y terminó el encuentro con una victoria muy clara y la típica sensación de superioridad.

Porque no hay nadie en Europa como el campeón para controlar los momentos cruciales de un encuentro: resistir cuando viene la tormenta y aprovechar cuando clarea. Lo primero sucedió algunos ratos de la primera parte y más cuando se lesionó Benzema; lo segundo ocurrió en la segunda mitad, cuando el Madrid combinó por fin para superar la presión rival y marcó el primer gol de este curso en la Champions como acabó el pasado: con un pase de Valverde desde la derecha y un remate de Vinicius. Al brasileño parecía que no le salía nada, hasta que le salió. Así está, así es.

No podría haberlo rematado Benzema porque ya no estaba. Empezó a cojear en la primer parte, después se paró y se tocó la rodilla. Siguió. Pero seguía cojeando, volvía a pararse, medía su rodilla y todos vieron que aquello no podía seguir así, que Karim, el futbolista que va a ser Balón de Oro, el único de la plantilla que no tiene recambio (porque Mariano no cuenta como recambio, pese a sus 29 años y todos sus años en el Madrid), no podía seguir. Hablando pronto y mal, un bajonazo absoluto para el estreno en la Champions del campeón. La vida sin Benzema es distinta, porque es un futbolista decisivo.

Quedaba la duda de quién iba a salir a sustituirle, pero la resolvió muy pronto Ancelotti cuando no llamó a Rodrygo, que parecía lo más lógico ni tampoco a Asensio y apostó por Hazard, para que hiciese de falso nueve. Tan falso, que en varios jugadas el futbolista más adelantado fue Tchouameni. Pero no le sentó nada mal al belga la posición ni los minutos. Ayudó en el primer gol, con un toque de pecho que fue fundamental para que Valverde corriera y fue decisivo en el segundo tanto, cuando arrancó con campo delante, el balón en el pie, regateando y dando, por fin, motivos al que agarrarse a los que hablan que este tiene que ser el año del belga. Y por si faltaba algo, después marcó.

Con Hazard, con los goles, impresionó mucho menos el campo del Celtic, el rugir de la afición y la voluntad con la que juegan los futbolistas escoceses. Voluntad y fútbol: es un equipo al que le gusta salir con la pelota jugada, pero que no le hace ascos ni a la presión ni a correr cuando hace falta. Y tiene futbolistas como Jota o O’Riley con pie suficiente como para desequilibrar a cualquier rival. Lo hizo al Madrid en largos ratos de la primera mitad, pero no marcó y eso fue definitivo.

Al principio, el choque fue una pelea entre el empuje del Celtic y los intentos del Madrid de bajar las pulsaciones con posesiones largas, aunque muy poco peligrosas. Mezcló el equipo de Ancelotti minutos con el balón con minutos de protección porque no encontraba vías de salida. Pero eso pasó, lo aguantó el campeón de la Champions con sus posesiones y con la paciencia que da tener tanta confianza en sus posibilidades. Perdió a Militao también para la segunda parte, pero ya dio igual. Ya estaba el campeón lanzado.

Para no ser el mejor, lo parece.