Natación

Natación: El español Hugo González, campeón del mundo de 200 espalda

El nadador español consigue su segunda medalla en el Mundial de Doha

Hugo Gonzalez of Spain celebrates after winning the men's 200m backstroke final at the World Aquatics Championships in Doha, Qatar, Friday, Feb. 16, 2024. (AP Photo/Hassan Ammar)
Hugo González, campeón del mundoASSOCIATED PRESSAgencia AP

Hugo González ya puede presumir de que lo que logró de "niño" lo ha conseguido también de mayor. El nadador español fue campeón del mundo júnior en 100 espalda, 200 espalda y 400 estilos en 2017 y también puede gritar con orgullo que es campeón del mundo de 200 espalda absoluto. Después de la plata en los 100 el martes, llegó el oro en el doble hectómetro. Después del título de campeón de Europa en 2021 (en 200 estilos) y de ser finalista en los Juegos de Tokio (100 espalda), tras los que dejó la duda de si seguir o no en un deporte en el que las ayudas dependen de los resultados, no abandonó la piscina y con casi 25 años (los cumple el lunes) ha llegado a su máximo... De momento, porque tiene margen de mejora y en verano son los Juegos Olímpicos de París.

Hugo ganó el oro con la mejor marca de su vida, recortando en más de un segundo su anterior registro: paró el reloj en 1:55.30. Tenía 1:56.33 del pasado Mundial de Fukuoka, lo que le sirvieron para ser séptimo. Con ese registro hubiera sido quinto esta vez, pero para subir al podio tenía que ir más lejos y lo hizo. Teniendo en cuenta que en Doha no estaban algunos de los especialistas (Murphy, Kos...) el 1:55 de Hugo en principio tampoco es suficiente para el cajón de París, pero por delante hay cinco meses para evolucionar. Capacidad de sacrificio no le falta. La última parte de la preparación la ha hecho en Madrid, en el Canoe, su club. Saltaba a la piscina de siete a nueve de la mañana, para priorizar el descanso. Su sede habitual de trabajo es California, donde ha estado los últimos años, antes como estudiante de la Universidad de Berkeley, en la que se licenció en Idiomas. Ha querido continuar ahí a las órdenes de Dave Durden, genio de la natación estadounidense. En California la hora de empezar a trabajar de Hugo son las seis de la mañana.

Pero no es un día para hablar del futuro, de los Juegos, es momento de comentar el presente, porque ser campeón del mundo es una hazaña que muy pocos han conseguido. En España sólo tres deportistas llegaron tan alto: Martín López Zubero en dos ocasiones (200 espalda en 1991 y en 100 espalda en 1994), Nina Zhivanevskaya (en 50 espalda en 2003) y Mireia Belmonte (en 200 mariposa en 2017). Cuatro de estos cinco oros, contando el de Hugo, han sido en espalda. La prueba del nadador nacido en Mallorca y criado en Madrid, después de pasar por Murcia, donde se tiró por primera vez a una piscina, fue perfecta, de menos a más. Empezó con calma, tocó la pared por primera vez en sexto lugar, para acelerar en el segundo largo y colocarse segundo. Después, guardó un poco de fuerzas antes de afrontar la última piscina con todo lo que tenía, para pasar del tercer puesto a la gloria, en una pelea con el suizo Mityukov que decantó en los últimos 15 metros. El bronce se lo quedó el surafricano Coetze. Después ser consciente de la acababa de liar, levantó el brazo y mostró una sonrisa, muy tranquilo, como es él, como había entrado en la piscina después de la presentación: pasos cortos, los enormes cascos en las orejas, un par de golpes en el pecho para activarse y a hacer historia. Poco después, en lo más alto del podio, en el momento del himno, ya con el oro colgado, estuvo cerca de romperse. Cuando las lágrimas amenazaban con aparecer, dio un par de pestañeos fuertes y aguantó.