Rojo

Javier Fernández conquista su quinto Europeo consecutivo

El español, pese a caerse en el programa largo, se impone con claridad en Ostrava y consigue su quinta corona continental consecutiva. «Me duele el cuerpo», admitía tras vencer y convertirse en leyenda

Javier Fernández, por los aires, durante el programa largo con el que conquistó el título en la República Checa
Javier Fernández, por los aires, durante el programa largo con el que conquistó el título en la República Checalarazon

El español, pese a caerse en el programa largo, se impone con claridad en Ostrava y consigue su quinta corona continental consecutiva

La respiración entrecortada después de más de cuatro minutos de esfuerzo. La cara de satisfacción a medias. El programa largo de Javier Fernández no salió perfecto, tuvo algunos errores, porque necesitó apoyar una mano en el hielo para no perder el equilibrio e incluso se fue al suelo en uno de sus cuádruples de forma peligrosa, porque la cuchilla resbaló y casi va al hielo con la cara por delante, pero es tan buena la ejecución y tan difícil el ejercicio del español, que aun sin hacerlo al milímetro es el mejor en lo suyo. En Europa, sin duda, no hay nadie como él, pues ayer conquistó el título por quinta vez consecutiva en Ostrava, algo que no sucedía desde que Ondrej Nepela, el checoslovaco que murió de Sida de forma prematura cuando tenía 38 años, lo lograra entre 1969 y 1973. El más grande del mundo ya lo ha sido dos veces, las dos últimas, de forma consecutiva, y defiende la corona dentro de dos meses en Helsinki (del 29 de marzo al 2 de abril). Y más allá, para el año que viene, está el objetivo de conquistar los Juegos Olímpicos, lo único que se le resiste.

El hecho de haber ganado cinco veces el título continental no significa que sea fácil. Al contrario. Es complicadísimo. Sólo refleja la categoría de estrella que tiene Javi. De leyenda, después de lo de ayer. Se nota en el cariño que le tiene el público. No sólo sus padres, Antonio y Enri, que estaban en la grada junto a su hermana Laura, una de las principales responsables de que se hiciera patinador porque fijándose en ella se enamoró del deporte. Los aficionados locales y los de todos los lugares del mundo le adoran. Eran varias las pancartas de apoyo y fue atronador el aplauso cuando se ponía en cuclillas mientras las primeras notas de las canciones de Elvis empezaban a sonar, pues su ejercicio se mueve al ritmo del rey del rock. «Trouble» es el primer tema en sonar y con él llegaron el cuádruple tou o el cuádruple salchow y las primeras dificultades, salvadas por poco, con astucia. Cambió el ritmo con «Fever» y el chasquido de dedos de la canción era imitado por Javi, un maestro en las coreografías, porque este deporte necesita una combinación de bailarín y atleta. Poco después se produjo la caída, pero Javi se levantó y no hizo caso al dolor para hacer la piruetas, las secuencias de pasos y finalizar al ritmo de «Jailhouse Rock», una de las canciones más conocidas de Elvis.

Buscó oxígeno primero, visiblemente cansado, y después se fue a abrazar a su entrenador, otro mítico ex patinador, Brian Orsen, el hombre que ha terminado de afinar el talento del español. Esperó Javi con una sonrisa la nota, que fue de 294.84 puntos en el acumulado. Parecía claro que le tenía que servir, pues llevaba una ventaja enorme después de haberlo bordado en el programa corto, en el que batió el récord de Europa con 104.25 puntos. Pero todavía tenía que esperar el madrileño a lo que hicieran sus rivales. Se quedaron lejos. Los rusos Maxim Kovtun (266.80 puntos) y Mikhail Kolyada (250.18) le acompañaron en el podio. «Me duele el cuerpo», admitía Fernández. No era para menos. La caída fue dura, pero la sensación de felicidad encima del podio mientras sonaba el himno en una versión extra larga fue todavía mejor.

Ahora tendrá un poco de tiempo para descansar, mínimo, y después deberá ponerse a trabajar en pulir su ejercicio en las duras jornadas de entrenamiento en Canadá. En dos meses quiere volver a hacer historia en el Mundial, donde la competencia es mucho mayor.