Tenis
Las respuestas de Alcaraz a lo vivido en Indian Wells
Sólo él ha ganado los dos primeros Masters 1.000 del curso con menos de 20 años. Ahora llega Miami
Carlos Alcaraz ha jugado con menos de 20 años una final de Grand Slam y tres de Masters 1.000 y las ha ganado todas. Desde ya vive su vigésimo primera semana como número uno del mundo. Y tras levantar el título en Indian Wells en una exhibición ante Medvedev soltó: «Sé que soy muy joven y que tengo muchas cosas que aprender». La sensatez del campeón en el desierto de California tiene en Juan Carlos Ferrero y en su entorno más cercano –«Feliz día papá», escribió en la cámara nada más cerrar el partido– la explicación a la actitud con la que afronta cada partido y cada torneo.
¿La final ante el ruso? Un paseo para el murciano. Enfrente estaba el único top 10 al que todavía no había sido capaz de derrotar. Estaba un jugador que sumaba 19 victorias seguidas y que había levantado de forma consecutiva los títulos en Róterdam, Doha y Qatar. Le dio lo mismo. Alcaraz estaba de cacería y se merendó al moscovita por 6-3 y 6-2 en 72 minutos como si enfrente tuviera a un cualquiera. Lo de Alcaraz es de otro planeta. Está en el comienzo de su carrera, pero su porcentaje de éxito en finales (8/11 para un 72,72 ciento) supera a McEnroe (71,02), Nadal (70,76) y Djokovic (70,22). A su particular colección de hazañas ha sumado el récord de precocidad en ganar los dos primeros Masters 1.000 de la temporada. Chang, Courier y Djokovic se llevaron Miami e Indian Wells cumplida la veintena. Alcaraz ya tiene los dos mes y medio antes de cumplir los 20 el próximo 5 de mayo.
«Creo que mi tenis tampoco es que haya mejorado tanto desde el año pasado, donde sí he mejorado mucho es a la hora de no sufrir tanta presión, de salir ahí fuera y jugar relajado. Eso es lo más importante. Por eso muestro un gran nivel porque siento que no tengo presión, me gusta esto, estoy jugando relajado cada partido. Diría que mejoré mucho en ese aspecto, por eso estoy jugando a un gran nivel», comentó después de un tramo final de torneo en el que no ha cedido un set ante tipos como Auger-Aliassime, ante al que había perdido en los tres precedentes, Sinner, con el que el balance era equilibrado, y Medvedev, al que no había ganado todavía.
En la final Carlitos no pudo ser más fiel a sí mismo. Medvedev se presentó con su cara B y fue vapuleado como pocas veces antes se había visto. Al ruso se le juntó todo: un rival que le hizo la vida imposible; la presión de una racha de 19 victorias; el viento que aparece con frecuencia en el desierto californiano y el cruce de cables habitual cuando no se encuentra cómodo en una pista que para él no era precisamente rápida. «Me gustaría medirme a Alcaraz en otro tipo de pista», soltó luego. Carlitos fue una apisonadora. Enfrente esperaba una «pared», como definió al ruso, y se topó con un jugador irreconocible. Dominó como si se tratara la primera ronda de un torneo cualquiera. El cóctel de la raqueta del español fue perfecto. Buenos saques, derechas profundas, subidas a la red con criterio, voleas con clase y dejadas que paralizan al rival. Una lección de inteligencia en pista. Ante eso, Medvedev ofreció una colección de errores que no había cometido en los cinco partidos anteriores.
Fue todo demasiado sencillo para lo que había en juego. «Sinceramente, no me esperaba una final así, esperaba un partido mucho más duro. Creo que jugué perfecto, Daniil te exige hacerlo lo mejor posible tácticamente. Contra él siempre son partidos muy tácticos y esta vez lo hice perfecto, por eso fue fácil… aunque no lo era», reveló Alcaraz. Cuando olió la sangre, el partido se convirtió en una carnicería. Y ganó haciéndolo bonito. Su colección de dejadas en el sexto juego del segundo set fueron bocados deliciosos de un tenis único. A Medvedev la final se le hizo eterna y eso que sólo duro 72 minutos. Lo mejor del moscovita fue su descripción del murciano : «Su talento es difícil de comparar. Una vez que golpea desde la derecha es increíble de ver. No creo que haya alguien que le pueda pegar tan fuerte y con tanto efecto. Por eso ha sido el número uno más joven y además creo que la superficie es mejor para él. Cuando le veo me sorprendo mucho a veces de que le ves momentos estelares en los que va corriendo por todos lados y luego consigue el mejor golpe en el mejor momento». ¿La respuesta de Carlitos? «Me siento muy cómodo y si fallo no le doy muchas vueltas. Soy joven y tengo mucho que aprender». Pues eso.
✕
Accede a tu cuenta para comentar