Tenis
Nadal dispara su derecha ante Van de Zandschulp y ya está en octavos de final
El balear sigue mostrando unas sensaciones inmejorables (6-3, 6-2 y 6-4). Djokovic también ganó por la vía rápida a Bedene. En el horizonte, el posible duelo del español y el serbio en cuartos
Si hay un golpe que sirve como termómetro para saber cómo está Rafa Nadal, la confianza que tiene, es su derecha paralela. Cuando se atreve a soltarla y logra ganadores por ahí es buena señal. Y en la tercera ronda de Roland Garros contra el neerlandés Van de Zandschulp ese tiro voló (6-3, 6-2 y 6-4). Ganaba puntos por ahí y sacaba el puño mirando a su palco con esa cara de alegría contenida, no los típicos “vamos”, que suelen ser liberadores, era más un: “Todo está en orden”.
Y eso que Rafa había empezado el encuentro cediendo su servicio. Esta vez le sacaron de la central. Nadie conoce la pista Philippe Chatrier mejor que el manacorense, por mucho que sea nueva desde 2019. Se sabe cada rincón, es capaz casi de decir por dónde va a soplar el viento. La Suzanne-Lenglen es un poco más pequeña. En ella también ha jugado muchas veces el manacorense, pero menos que en la principal. Además tenía enfrenta a un rival al que nunca se había enfrentado, lo que siempre puede generar cierta inquietud. Pero las dudas apenas duraron ese juego inicial. Si hay una definición de tener un partido dominado, ese fue este de tercera ronda.
El zurdo no tardó en recuperar la rotura y a partir de ahí lo suyo fue levitar sobre la tierra. Se le vio perfecto al servicio, con el que no tuvo ningún problema salvo en ese primer juego, restando muy profundo para torturar a Van de Zandschulp, seguro con el revés y mortal con la derecha, que en sus tres apariciones parece que está golpeando con más agresividad todavía de la habitual. En cuanto entraba en pista y podía golpear bien plantado, al neerlandés se le hacía un mundo al otro lado con el bote que cogía, con esas condiciones de solete que tanto gustan a Rafa. El español incluso defendió algunas pelotas imposibles. En el último parcial, el tenista “tulipán” tuvo el típico amago de reacción a la desesperada tras pasar del 4-0 al 4-3, pero el ganador de 21 Grand Slams no le dejó ir más lejos. Se le ve como muy animado al balear. Como si todas las dudas con las que llegaba a París las hubiera transformado en energía positiva. Está liberado sin que, de momento, se le mire a él como único favorito.
Djokovic también sigue adelante
En el horizonte de Nadal está un presumible duelo de cuartos de final contra Djokovic. El número uno siguió mostrando una gran forma, dejadas ya muy atrás las dudas de este año complicado para él por no estar vacunado. Se deshizo de Bedene sin despeinarse (6-3, 6-3 y 6-2). Pero antes del que sería el gran duelo del torneo, Nole tendrá que ganar a Schwartzman y Rafa, a Felix Auger Aliassime, lo que dejará como curiosidad / incomodidad que Nadal tenga que enfrentarse al jugador al que ahora dirige su tío y ex entrenador, Toni Nadal, con el logró la gran parte de sus éxitos.
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